10 Locuras que le ocurrían a diario a Nikola Tesla que lo convirtieron en el mejor inventor de la historia

Por Blogger Freddy Arellano @bloggernota

Nikola Tesla fue una de las mentes más grandes que la humanidad ha visto nunca. Para muchos, el más grande inventor del siglo pasado. Tesla amaba la ciencia pero miraba con cierto desdén los negocios. Esto provocó que muchos de sus inventos no fuesen puestos bajo protección de patentes o que otros se los robasen sin mucha consideración.

Esa mente, sin embargo, también estaba plagada de locura. Aunque muchos lo han descrito como excéntrico, eso apenas araña la superficie de sus problemas. Él era, por todas las definiciones modernas, un verdadero incapacitado mental. Detrás de su genio había un hombre que luchaba contra fuertes delirios y conductas compulsivas, un hombre atormentado por su propia mente.

Cortesia de: Pinterest

10 Curiosidades sobre la locura de Nikola Tesla:

1- Nunca durmió más de dos horas seguidas

Tesla afirmó que nunca dormía más de dos horas en un día, y las leyendas dicen que una vez trabajó 84 horas seguidas sin un segundo de descanso. A menudo permanecía despierto toda la noche, iluminando su laboratorio con experimentos y sonidos extraños que mantenían a todo su vecindario en vela.

2- Afirmó recibir mensajes de extraterrestres

Durante la prueba de un nuevo dispositivo, Tesla captó una extraña señal que parecía provenir del espacio exterior. Se trataba de un patrón repetitivo, casi como si alguien estuviera contando.

Primero intentó explicar ese fenómeno de una forma racional, aunque luego empezó a creer que realmente había contactado con alienígenas. “Este sentimiento está creciendo constantemente en mí”, escribía Tesla, “que yo he sido el primero en escuchar el saludo de otro planeta.” En 1900 ya había aceptado como cierta su propia conclusión.

La afirmación de Tesla fue muy controvertida, por supuesto. Muchos creían que el científico finalmente se había vuelto loco. Años más tarde, sin embargo, su nombre sería limpiado. Al parecer, lo que recibió Tesla fue la señal producida por una tormenta eléctrica de Júpiter.

3- Tenía miedo de casarse con una mujer

Existe una creencia popular que afirma que Tesla debía su genio a que no mantenía relaciones sexuales. Lo cierto es que él mismo fue quien comenzó ese bulo. “No creo que un inventor deba casarse”, dijo una vez en una entrevista explicando que una mujer necesita demasiada atenciones y eso restaría tiempo a la ciencia.

Tesla murió soltero y virgen, pero no por elección propia. En realidad sí que le llamaron la atención las mujeres. Incluso tuvo un romance con una actriz francesa, la cual le dio un pañuelo que llevó consigo toda su vida.

Con el paso del tiempo hablaría de su soltería de forma diferente. En una ocasión dijo que había hecho “un sacrificio demasiado grande” al no casarse. Cuando era joven, puso a las mujeres en un pedestal tan alto que se sentía indigno de ellas.

4- Tuvo antecedentes familiares de enfermedad mental

Tesla nació en una familia llena de inestabilidad mental. Sus memorias no dejan casi ninguna duda de que tanto su padre como su hermano estaban mentalmente enfermos.

A su padre le gustaba hablar e incluso discutir consigo mismo. Cuando lo hacía, el tono de su voz cambiaba como si interpretara a diferentes personajes.

Durante su corta vida, el hermano de Tesla sufrió constantes alucinaciones.

5- Se enamoró de una paloma

Durante sus últimos años, Tesla pasaba su tiempo alimentando palomas. Una en particular llamó su atención. Según sus propias palabras, “era un pájaro hermoso de un blanco puro“.

La paloma seguía a Tesla allá donde este iba y venía cuando era llamada por él. Una vez, cuando la paloma cayó enferma, Tesla se pasó días tratándola en su cama. Creyó que él y la paloma se amaban. “Amé a esa paloma”, le dijo a un amigo. “La amé como un hombre ama a una mujer, y ella me amaba a mí.”

Un día, la paloma voló a la ventana de Tesla con una noticia terrible. Tesla sabía que estaba tratando de decirle que iba a morir. Entonces, la luz de sus ojos se apagó y finalmente la vida abandonó el cuerpo de la paloma.

Tesla había perdido completamente la cabeza. En sus últimos días, se había convertido en un viejo loco que ansiaba el amor y solo era feliz pensando en una aventura amorosa con una paloma.

6- Sufría alucinaciones constantes

Poco después de ver a su hermano morir, Tesla también comenzó a experimentar alucinaciones. Cuando alguien mencionaba un objeto, este aparecía ante sus ojos tan vívidamente que no sabía decir si era real o se lo estaba imaginando. A menudo se frustraba mientras conversaba distraído por la lucha por saber si lo que estaba viendo era real o imaginario.

Las alucinaciones empeoraron a medida que pasaban los años, aunque de alguna forma fueron la clave de su brillantez. Los destellos de luz que veía a menudo solían ir acompañados de imágenes que nunca antes había visto. Una de estas visiones le mostró el diseño del motor de corriente alterna que rápidamente dibujó en la arena con un palo para asegurarse poder recordarlo.

7- Pensaba que beber whisky le permitiría vivir a hasta los 150

Tesla no pasó un día sin tomar una copa de whisky. No era sólo un alcohólico, sino que estaba convencido de que había encontrado el secreto para la inmortalidad.

Tesla venía de una línea de hombres que bebían de forma constante y que curiosamente habían disfrutado de unas vidas muy longevas. Por alguna razón llegó a pensar que existía alguna relación entre el alcohol y la longevidad. Siguiendo la gran tradición familiar, bebió a diario afirmando que le daba energía y lo mantenía vivo.

8- Sufrió un trastorno obsesivo-compulsivo

Tesla tenía algunos hábitos bastante extraños que empeoraron a medida que pasaba el tiempo.

Antes de comer, Tesla calculaba el volumen exacto de su cena. Dijo que era un ritual que había aprendido durante la niñez y que no podía cambiar. Otra manía que tenía era el que apilaba exactamente 18 servilletas antes de poder tocar su comida. Tenían que ser exactamente 18, porque 18 es divisible por 3.

Tesla hacía todo tres veces. A menudo se veía dominado por la necesidad de caminar alrededor de su casa tres veces a la vez que contaba sus pasos. Cuando se alojaba en hoteles, insistía en hacerlo en una habitación que tuviese un número divisible entre 3 y exigía que se le entregasen 18 toallas cada mañana.

9- Le daba asco tocar a la gente

Se sentía increíblemente incómodo si tenía contacto físico con otras personas. Llevaba guantes para no tener contacto piel con piel cuando estrechaba la mano. Si no podía evitar ese contacto, inmediatamente se apresuraba a lavarse las manos.

Tesla aseguraba que esta fobia se debía al trabajo de laboratorio, durante el cual se había hartado de ver infinidad de criaturas microscópicas. “Si vieras solo dos minutos la cantidad de criaturas que viven en el agua potable, nunca más la beberías sin hervirla o esterilizarla antes”, escribió sobre su experiencia.

10- Pagó una factura de hotel con una ‘pistola de rayos’

En la década de 1930, la fortuna de Tesla había empeorado considerablemente. Unos cuantos negocios fallidos y la unión con unos socios desacertados hicieron que estuviese al borde de la bancarrota. Por esta razón comenzó a vivir de hotel en hotel.

Una mañana, después de hospedarse en el Hotel Governor Clinton, Tesla se percató de que no tenía dinero para pagar la factura del hotel. En su lugar, el científico entregó una caja a los dueños del hotel. En ella había una pistola de rayos, que según él, tenía un valor de 10.000 dólares.

“Tened cuidado”, les advirtió. “Explotará si es abierta por una persona no autorizada”. Los empleados del hotel tomaron la caja, ya sea porque creían que era valiosa o porque no querían discutir con un hombre que andaba por ahí armado.

En 1943, después de que Tesla muriese, el FBI se apoderó de todos sus bienes y envió a un equipo para recuperar el “rayo de la muerte”. Cuando abrieron la caja, en el interior no había nada más que un repuesto de una pieza eléctrica estándar.

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Fuente: Listverse