Los comportamientos que nos ayuden a desarrollarnos personalmente pueden ser aprendidos. Las siguientes recomendaciones y técnicas son ejemplos sobre cómo centrarte en potenciar tu propio crecimiento personal (clicka para ver videos sobre ello) y por tanto aumentar tu capacidad de mejorar tu propio yo:
1. Cree de manera positiva en tus habilidades.
La autoestima está comprobado que juega un papel muy importante en afrontar el estrés y recuperarse de acontecimientos difíciles. Recuérdate habitualmente sobre cuáles son tus fortalezas y logros. Convertirte en alguien más confiado sobre tu propia habilidad de responder y manejar las crisis es una manera inmejorable de construir futura resiliencia.
2. Encuentra un sentido y propósito a tu vida.
En ocasiones el hecho de enfrentarnos a retos o hechos que nos hagan tener que desarrollar recursos personales, nos motiva a buscar y a encontrar un sentido a nuestra existencia, lo que puede tener un papel muy importante en nuestro autoconcepto. Esto puede incluir el involucrarse más en nuestra comunidad, cultivar nuestra espiritualidad o participar en actividades que sean significativas para uno mismo.
3. Desarrolla una amplia y sólida red social.
El tener personas capaces de dar afecto y soporte alrededor de uno, actúa como un factor de protección en tiempos de crisis. Así, es importante el tener personas en las que uno pueda confiar. Simplemente hablando sobre una situación complicada con alguien a quien estimemos y nos tenga estima no hace que el problema se vaya, pero el compartir estos sentimientos, obtener ayuda, recibir feedback positivo y encontrar posibles soluciones conjuntamente, es de mucho valor. Además tendremos la oportunidad de ayudar a su vez a la persona que estuvo cerca nuestro.
4. Di sí al cambio.
Ser flexible es un parte muy importante en nuestra autoestima, autoconcepto y resiliencia. Aprendiendo como ser más adaptables, estaremos mejor equipados para la vida. La gente que acaba desarrollando más recursos personales frecuentemente utilizan los acontecimientos vitales como oportunidades de moverse en direcciones diferentes. Los individuos altamente resilientes pueden ser capaces de adaptarse y seguir adelante.
5. Cultiva de manera activa tu optimismo.
Permanecer optimista durante periodos complicados puede ser difícil, pero mantener un punto de vista esperanzado es una parte saliente de una autoestima sana. Pensar en positivo no implica ignorar el problema y sólo focalizarnos en soluciones positivas. Lo que nos quiere motivar es a comprender que los obstáculos son transitorios y que uno posee las habilidades para enfrentarse a ellos (y que aunque no los tenga los puede desarrollar). Con lo que uno se enfrenta puede ser difícil, pero es importante permanecer con un halo de optimismo sobre un futuro donde también ocurran cosas buenas.
6. Cuídate, nútrete, acompáñate.
Cuando estamos estresados es fácil que no nos cuidemos tanto y dejemos de lado nuestras propias necesidades, haciendo menos ejercicio y no durmiendo lo necesario; estas son reacciones comunes a las crisis personales. Centrándote en seguir desarrollando tu autocuidado es importante, especialmente cuando ha pasado algo negativo. Organízate y saca tiempo para hacer actividades que te gusten. Cuidando de tus propias necesidades, puedes darte un empujón para mejorar tu salud en general particular y así afrontar con garantías tus retos vitales. Te verás mejor y tu autoconcepto se mantendrá sólido.
7. Desarrolla tus habilidades de solución de problemas.
La investigación psicológica nos dice claramente que aquellos que pueden sacar diferentes soluciones a un problema serán capaces de afrontarlo mejor que aquellos que no. Cuando te enfrentes a un nuevo reto, haz un listado de algunas de las soluciones potenciales al mismo. Experimenta con diferentes estrategias y céntrate en desarrollar una vía para aquellos problemas más comunes. Practicando tus habilidades de solución de problemas de manera regular, estarás mejor preparado para encarar todo tipo de situaciones.
8. Proponte metas.
Los momentos de crisis en ocasiones parecen irremontables. Las personas con una autoestima más alta son capaces de ver estas situaciones de manera realista, y entonces se fijan objetivos razonables para afrontar el problema. Cuando te encuentres a ti mismo abrumado por una situación determinada, céntrate en afrontar cada cosa a su momento, de lo más urgente a lo más importante. Haz una lluvia de ideas de las posibles alternativas, y diseña los pasos a seguir para conseguir estas metas.
9. Da pasos para solucionar el problema.
El hecho de esperar a que pase la dificultad suele prolongar las crisis. En vez de eso, comienza a trabajar en resolver ese asunto de manera inmediata. Puede ser que no haya una solución fácil o pronta, pero siempre hay alternativas posibles para hacer esa coyuntura mejor y más sobrellevable. ¿La clave? Centrarse en los progresos que ya hayas hecho y planificar los pasos siguientes, más que descorazonarse por la cantidad de trabajo que aún debes hacer.
10. Sigue trabajando en tus habilidades.
La autoestima, la resiliencia y un autoconcepto equilibrado puede llevar un tiempo para ser construida, por lo que no te desmotives si sigues teniendo situaciones que te causan problemas. En realidad, la excelencia no es algo extraordinario que solo pocas personas poseen, si no que puede ser aprendida por casi todos. El “segundo esfuerzo” después de nuestro esfuerzo inicial es clave. Sigue intentándolo y confiando cada vez más en tus habilidades. Todas estas habilidades pueden ser aprendidas siguiendo tu propio proceso. En Psicología en Positivo podrás encontrar numerosos talleres personalizados para trabajar estas cuestiones. ¿Das un paso más?
Antoni Martínez. Psicólogo en Valencia y online. Tel: 616 19 92 11
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