10 motivos para elegir la montaña en tus vacaciones

Por Mundoturistico

La idea que tenemos de las vacaciones casi siempre está asociada al conocido concepto de sol y playa…o la escapada durante el año a una ciudad europea. Muchas veces encontramos en él todo lo que necesitamos y no seré yo quién niegue el encanto del mar, de la brisa templada y los días relajados en algún lugar del Mediterráneo. Pero hay vida más allá de estos viajes. Este año he descubierto un tipo de vacaciones diferentes. Eligiendo montaña. Y eligiendo también buen tiempo, diversión, planes encantadores, lugares mágicos y sobre todo, unos paisajes de excepción. ¿Merece la pena? Sí, sí y sí. Por eso, hoy os daré 10 motivos para elegir la montaña en tus vacaciones.

Evitar la masificación de las playas

Os reconozco que aunque la playa es un elemento que tiene que estar presente en mis vacaciones aunque sea tan solo durante un fin de semana al año, hay pocos lugares marítimos que se me antojen sugerentes en pleno agosto. La mayoría están demasiado abarrotados. Por eso, la montaña es una alternativa ideal. No hay excusa. ¿Que no te puedes bañar? Puedes tener piscina. ¿Que no tienes un entorno increíble? Lo tienes. ¿Que no es la playa? No, no lo es, pero te aseguro que es genial igual. De hecho en muchos ríos también puedes bañarte. Aunque ahí no te voy a engañar: el agua está muy fría.

Pero lo más importante es que podrás disponer de lugares donde no tengas que chocarte todo el rato con otros y sobre todo, no agobiarte. Disfrutarlos en calma. Tener ratos tranquilos y geniales. Descansar. Sentir que estás de vacaciones, disfrutando de ellas pausadamente. Respirar. ¡Disfrutar muchísimo!

También hace buen tiempo

A veces asociamos la montaña al frío, como si en verano no tuvieran temperaturas agradables. Y en algunas zonas las tienen. Este artículo está inspirado por un viaje a la zona del Pirineo de Huesca – en torno a la población de Aínsa-, donde estuve este julio, y hacía un tiempo genial. Calorcito durante el día; fresquito por la noche. Un tiempo, de hecho, que nosotros buscamos huyendo de las altas temperaturas de Madrid por entonces. Un tiempo, por tanto, que también apetece.

¡Qué paisajes!

No hay nada mejor en un viaje que cuando te mueves, vayas donde vayas, siempre puedas ver belleza. En las zonas de alta montaña, esto suele darse también a menudo. ¡Qué paisajes! ¡Qué maravilla los valles, los cientos de miles de árboles que dan vida a este mundo, los ríos de aguas claras, las rutas casi siempre una gratísima sorpresa final, los lugares tan hipnóticos que forma la naturaleza…!

¡Y qué relax!

No sé de qué modo explicarlo pero el turismo de montaña me dio un aire de calma que no había disfrutado en otro tipo de viajes. Me levantaba con calma, llegábamos rápido a los sitios, los días me cundían muchísimo, había siempre un plan que hacer, sentía que el aire puro me venía al pelo para estar tranquila… Hay algo en este turismo que relaja y te hace estar muy a gusto.

Los destinos son menos conocidos…así que te sorprenden

La playa mola; yo no lo dudo. ¡Pero es que también se vende muy bien! Sin embargo, los destinos de montaña suelen ser menos conocidos. Por eso, suele pasar que luego te maravillan y te sorprenden. ¡Hay tantos lugares bellos en el mundo! Así que muchas veces se trata de probar, conocer y luego ya opinar. Porque creo que a veces tenemos gustos que sin ser conscientes están bastante dirigidos. Que son, digamos, los que nos ha tocado tener.

Planes para todos los gustos

“¿Qué hago yo en el campo”? “¡No me gusta los deportes de aventura!” “Caminar me aburre” pueden ser algunas de los pretextos que utilicemos para no darle una oportunidad a la montaña. Pero hasta los menos montañeros pueden disfrutar en estos lugares. Hay rutas sencillas, planes acuáticos como barranquismo o piragüismo donde practicar cualquier nivel o pueblos preciosos para pasear, ver cosas culturales o disfrutar de restaurantes y bares. ¡Lugares también animados!

¡En la montaña también hay comodidades!

Mucha gente cree que es un viajero de ciudad y que la naturaleza no tiene nada que ofrecerle. Supongo que se imaginan como una especie de Boy Scout, durmiendo en una tienda de montaña y comiendo bocatas todo el día. En los destinos de montaña también hay hoteles con todas las comodidades; rutas que se adaptan a cada persona, sin necesidad de un gran esfuerzo físico; y lugares que ofrecen cenas de primera donde poder disfrutar de la gastronomía local y darse un buen festival a comer. No debemos caer en el prejuicio.

Mantenerte en buena forma

El mundo de las rutas siempre me había dado pereza, pero este verano en Huesca le he cogido bastante gusto. Siempre hay un recorrido que se adapta a tus condiciones y a poco ejercicio que hagas, también vale para sentirte mejor y mantener una buena forma durante tus vacaciones. Además, siempre habrá un sentimiento de esfuerzo compartido con quien realizamos la ruta y una buena caña (o dos, o tres…) como recompensa. Suena bien, ¿no?

Es un plan ideal para hacer con niños

Otra cosa que me sorprendió gratamente del viaje fue la grandísima cantidad de familias que vi. Familias con bebés al pecho o pequeños de corta edad saltando y disfrutando de la naturaleza. Y me convenció tanto… cuando tenga niños, sé que este tipo de viaje será prioritario, ya que los estos pueden explorar, embarrarse y gozar de lo que la naturaleza les ofrece. Ahora entiendo porque de pequeña íbamos cada verano de camping.

Puede resultar mucho más barato

Está en tu mano qué tipo de vacaciones poder hacer -en el caso que nos ocupa, más caras o más baratas- pero en los destinos de montaña y con buen tiempo, la opción de hacer un picnic gana enteros. En la ciudad es más incómodo encontrar un lugar para hacerlo. Si coges un apartamento también puedes aprovechar para comer o cenar en él, puesto que el tipo de viaje es más tranquilo. Aunque casi siempre tienes opciones de todo tipo, en mi caso, la montaña me animó en mayor medida a comer en cualquier lado… en mitad de la naturaleza, ahorrando así un poco más.