10 Negritos y 1 Arqueologo

Publicado el 13 abril 2014 por Jesus Martin Alonso @lure_arqueo

Escrito por el Arqueologo Jesus Martin

Si, lo se, soy consciente de que el título a lo Agatha Christie que he escogido para encabezar este artículo es cuanto menos llamativo, pero venía genial para ilustrar lo que os quería contar hoy: dichos y diretes que se pueden oir, vivir, etc durante una excavación arqueológica. A lo largo de tu carrera encuentras personas de todas las partes del mundo y de todos las formas y colores. Cada uno con su cultura y su religión. Cada uno con sus manías y sus inquietudes. E inevitablemente esta coctelera arqueológica da lugar a un buen manojo de anécdotas ¿Os apuntáis?

Corto Cuello

Un peon de Mali, muy buen trabajador por otra parte, nos contó, el primer día de excavación (hay que decir para quitarle hierro al asunto, que de manera jocosa), que había tenido un pequeño “percance” con el anterior encargado debido a un “desacuerdo” con el tema económico.

Un malentendido provocado seguramente o no, por el lenguaje les había llevado a una espiral en aumento y finalmente a una situación límite que terminó con la ahora famosa frase “si tu no pagas yo cortar cuello” que en su momento debió producirle un escalofrío al encargado, pero que después de conocer en profundidad al susodicho peón de Mali, dudo mucho hubiera cumplido su palabra.(para ver la animación pasa por encima de la imagen el puntero del ratón)

Los hombres que salían del mar

En un pais africano, nos contaba un peón, había ganado unas elecciones un candidato gracias a la ayuda de los hombres que salían del mar. Y esto así, sin pan, a primeras horas de la mañana. Y tu ¿que te has tomado para decir estas cosas hombre? (piensas por dentro) y dices…Ahhh ¿si? Si, con magia llamó a los hombres del mar y estos salieron de las aguas para votarle. Por eso había mas votos que personas en el recuento (aha, ya me he enterado, esto es mejor que el “endiferido” de Cospedal). Y, ante tu cara de alucinado, pasmado, te remata con una frase final  ”yo lo he visto“.

Y ahora ¿qué?

La costilla de Adán

No sé qué tendrán los muertos que su excavación da tanto juego a las anécdotas arqueológicas, como ya os conté en este articulo titulado estos muertos son de la guerra y otros tópicos de la arqueología. Pero esta anécdota es nueva y les sucedió a unos colegas que me lo han contado hace poco y quiero compartir con vosotros.

El caso es que se encontraban excavando una necrópolis y habiendo terminado de excavar un muerto, se pusieron a discutir sobre el sexo del individuo en cuestión. En tal discusión se encontraban enfrascados cuando uno de los peones, con cara muy seria, les dijo…si lo tenéis muy fácil, sólo tenéis que contarle las costillas y si tiene menos de lo normal es que es hombre. Nuestros colegas se le quedaron mirando como si no fuera verdad lo que estaban oyendo. Ante esta mirada el peón dijo…”o sea que no es verdad ¿no? Me cago en….me han tenido engañado todos estos años…”

Nuevos mechinales/escalera en un silo

A veces la creatividad de un peon puede llegar a límites insospechados. El hecho en cuestión se produjo excavando unos silos y pozos islámicos colmatados. Como es de entender teníamos que vaciarlos con el fin de poder documentarlos. Sin embargo no podíamos, por motivos de seguridad, bajar más allá de los 2 metros.Para bajar y subir los peones utilizaban escaleras móviles metálicas.

Cual no sería mi sorpresa al encontrarme un par de mechinales perfectos excavados en el terreno geológico de uno de los pozos. Al ver su perfección sospeché que no eran “originales” del pozo y pregunté inocentemente: ¿no los habréis fabricado vosotros no? Imaginaos cual fue mi cara al obtener una respuesta afirmativa: “es que los he hecho para poder subir y bajar…” ¡No comment!

AfterSun

Hacía calor, mucho calor. Es normal, estamos a la intemperie la mayor parte del tiempo. Y era verano, o casi, y el sol no perdonaba. Era de cajón de madera de pino que era necesario echarse algún tipo de crema protectora con el fin de evitar el consiguiente día gamba y en eso estaba cuando un peón me ofreció de su crema.

Todo bien hasta que me acercó el bote. En ese momento me di cuenta que era “aftersun”. Le digo…mmmm…esto no vale para protegerte. Esto es para después de quemarte…Me mira sorprendido, probablemente pensando, encima de que le presto la crema….Y me dice…si esto tiene protección: mira, aquí lo pone y señala con el dedo algún lugar indeterminado del bote. Ahí quedó todo.

Al día siguiente, ya en momento gamba, dicho peón se me acerca y me comenta…pues tenías razón, ayer me quemé. Ya te lo dije, es AfterSun, es decir “después del sol”…inglés básico macho.

Lamiendo cerámica

Qué difícil resulta a veces saber si una pieza con tierra es cerámica o no. Ya sabemos todos que hay muchas formas de saberlo, pero a buenas horas se le ocurrió a un colega el viejo “truco” de “probar” con la punta de la lengua para cerciorarse si era o no una cerámica. Desde ese momento, todos los peones se dedicaban a imitarle y chupaban e incluso mordían las piedras o cerámicas para comprobar su naturaleza.

Máquina cual animal salvaje

Esta me encanta. Me di cuenta durante la limpieza de un yacimiento arqueológico donde una máquina retroexcavadora nos quitaba parte de la tierra vegetal que cuando los peones iban a echarle la tierra con las carretillas cerca a la máquina todos esperaban haciendo incluso cola. Y pensabas ¿que diablos estarán tramando? Y entonces observabas como la máquina se daba la vuelta (les daba la espalda) y en ese mismo momento echaban todos a correr y volcaban sus carretillas a sus pies cual almas poseídas por el diablo.

Pero chicos, no os dais cuenta que es al revés. Que es mejor que el tío que está dentro os vea. O…¿no se habrán dado cuenta que hay un tío dentro de la máquina…?

Y tu ¿no tienes hijos?

Es una auténtica obsesión. ¿Qué pasa que se quieren reproducir como cuis? (frase oída en una excavación). No, sin duda no les entra en la cabeza que uno no quiera tener hijos aunque tenga pareja. Me preguntan ¿tu tienes mujer? Y respondo si. Y dicen ¿y no tienes hijos? Y respondo no. Entonces ponen cara de no no estar hablando el mismo idioma y es en este momento en el que te dicen…”pues ¡cambia de mujer! o….¿cual es el problema, tú eres el problema? no te preocupes. Tú tráela y yo hago”. Como haciéndote un gran favor.Toma toma.

Final Féliz

Claaro. Entre estas conversaciones peoniles en excavaciones arqueológicas no podía faltar el tema universal. ¡Qué decir de la profesión más vieja del mundo! Todo el día hablando de lo mismo, pero suele agravarse a principios de mes…no sé si tendrá que ver con que es el momento de cobrar o no…(modo irónico on).

No tendría mayor chiste este apartado si la historia no viniera de un peón, también de Mali (vaya tela con los de Mali ) que asegura que desde que vino a España (hace ya 9 años) ha sido fiel a su mujer. Pero tu ¿con quién crees que estas hablando hombre? Y es muy gracioso oirle en su acento maliense en español lo de que le gustan los masajes con “final féliz” (si, el acento en la letra e, es lo que tiene).

Casi Original

Y ¿qué hacer si te ofrecen un móvil último modelo por 100€? En principio no creerte ni una palabra. Después imaginarte todas las vicisitudes que ha tenido el susodicho móvil hasta caer en sus manos. Finalmente decir…nooo no me lo creo, este móvil no es de verdad ¿o no? Bueno, es “casi original”. Ahhh ahora lo entiendo todo.

¿Y tu, tienes alguna anécdota con peones de arqueología?