1. Cascos de guayaba con queso crema: Clásico indiscutible, sobre todo cuando están blandos, sin llegar a romperse, y las frutas seleccionadas están bien maduras, sin llegar a pasarse. 2. Dulce de leche cortada: Es quizás el más fácil de elaborar, pero solo en apariencia. Los grumos no deben deshacerse, ni quedar muy cocinados, ni el almíbar quedar muy espesa. 3. Arroz con leche: Arroz, agua, leche, azúcar, esencia de vainilla o ralladura de limón y canela molida son todos los ingredientes que lleva esta maravilla. 4. Natilla de vainilla: Comparte muchos ingredientes con el anterior, pero se le quita el arroz, y se le añade huevos y maicena. 5. Buñuelos de yuca: Este es uno de los más complicados, porque primero hay que hervir la yuca, hacer una masa, que no solo es de yuca, sino que lleva una porción de boniato hervido para garantizar suavidad y cierto dulzor de base. 6. Tocinillo del cielo: Pertenece a la cocina internacional, ya lo sé, y en España tiene una tradición como de 500 años, pero la variante cubana simplifica y abarata el original y sigue siendo exquisito. Básicamente se trata de yema de huevo caramelizada, y el resultado final viene a ser algo así como flan y panetela, con un baño de caramelo. 7. Coquito prieto: Tal vez proveniente de tradiciones seculares de origen africano, forma parte del suvenir imprescindible cuando alguien visita Baracoa. Se rallan los cocos secos bien finos y se le deja la cáscara fina y oscura. 8. Boniatillo: Tiene tantas variantes como cocineros que lo elaboren. A partir del puré de boniato básico, hay quienes añaden solo azúcar y canela hasta que espese, pero a otros les gusta con huevo, leche, más seco o más pastoso, en fin. 9. Flan de calabaza: Es de las entradas en esta lista que se ha vuelto prohibitiva en tanto lleva dos tipos de leche: condensada y evaporada. 10. Majarete: Es también complicadísimo y trabajoso, con el deshojado y rallado de las mazorcas, el enjuague de las tusas para extraerles la maicena disuelta en agua. Este enjuague se mezcla con el maíz rallado, se le añade la leche, el azúcar y varios granitos de anís.Imprimir