Fotografía original: Interzona Editora
Su novela “La fauna divina” ganó el Premio de Literatura del Fondo Nacional de las Artes.
¿Cómo fueron tus inicios como escritora? ¿A qué edad?
De chiquita escribía historias de terror. Me fascinaba, pero lo fui olvidando. Después de los 30, para exorcizar los tiempos de vacío existencial y laboral, volví a escribir. Fue un reencuentro, una sorpresa. Nunca más pare. Me hace feliz.
¿Te inspiró alguna persona o algo en particular?
Mi infancia fue tumultuosa, pero muy inspiradora. Me lleno de mundos para transmitir. Mi padre, psiquiatra, fue un gran escritor. Verlo sentado horas en la máquina de escribir, es una imagen a la que siempre apelo cuando la página en blanco me paraliza.
¿A qué hora del día te surgen más ideas para ponerte a escribir, en cualquier momento o existe un horario propicio para ello?
Me levanto muy temprano. Alrededor de las 7:00 AM ya estoy dispuesta para la tarea. El silencio que hay en mi casa a esas horas me encanta.
¿En qué lugar de tu casa te gusta escribir?
En mi escritorio tengo todo lo que necesito.
¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo?
El escritorio está siempre ocupado con los libros de referencia sobre el tema que estoy escribiendo y varios diccionarios. Obvio tengo el mate y fruta. Una silla muy cómoda, una luz baja, prendida día y noche, y a un costado la biblioteca, enorme, que me gusta mirar cuando descanso, porque además de los libros, está repleta de objetos preciosos y significativos para la familia.
¿Cómo surgió la idea de “La fauna divina” y en qué te basaste para escribirlo?
Hace más de 20 años, trabajé para el Conicet, en el departamento de Epidemiología Psiquiátrica. Hacía encuestas. Uno de los trabajos que me tocó hacer, era sobre enanismo en la Argentina. Así conocí varios casos de personas que habían sufrido malformaciones a causa de la talidomida. Toqué el dolor y la impotencia junto a ellos. Pasaron muchos años. Nunca imaginé cuánto había impactado en mí, hasta que buscando universos volvió el recuerdo. Fue como si se escribiera sola ésta historia. Había sed de denuncia.
¿Qué estás leyendo por estos días?
Estoy releyendo “Las mil y una noches”. Son 6 tomos. Los leí a los 13 años a escondidas de mis padres, porque lo consideraban demasiado intenso para mi edad. Tenían razón.
¿Cuáles son tus autores preferidos?
Tengo libros y/o autores que me acompañaron en distintos momentos de mi vida. Fueron preferidos en esos momentos. Por ejemplo, en la adolescencia, Saramago. No lo entendía demasiado, supongo. Pero me transportaba con sus imágenes. Leerlo era como estar viendo una película.
¿Qué autores recomendarías leer?
Creo que no podés dejar de leer, aunque sea uno de sus libros, Saramago, Murakami, Kobo Abe, Clarice Lispector, Uhart, Philip Roth. Todos, con sus diversidades, te tocan el alma.
¿Existe algún libro famoso que te hubiera gustado escribir?
El I CHING
¡Muchas gracias Bernarda por tus respuestas!
- Fotografía de la página de inicio: Clarín