Nos contactamos con ella y estuvimos conversando un poco a través del facebook y pudimos hacerle estas preguntas que siguen a continuación.
¡Muchas gracias Giselle por la buena onda!
Entrevista
¿Cómo empezaste tu carrera como escritora y cuándo?
En mi familia siempre tuvo mucho valor la letra escrita; aprendí a leer y escribir a los cuatro años y la lectura, en mi casa, era un hábito natural y cotidiano. La escritura vino como parte del proceso desde hace unos años, en la forma de una ineludible necesidad de expresarme a través de un lenguaje artístico.
¿Te inspiró alguien en particular?
Creo que todo lo que leí en mi vida. Ahora que lo pienso, ese “alguien” sería como una especie de engendro maravilloso formado por todos los autores y textos que me marcaron de alguna manera.
¿A qué hora del día te surgen más ideas?
A cualquiera, incluso cuando duermo; lo que se complica en este último caso es registrarlas porque aunque vengan en forma de sueño, no siempre me las acuerdo cuando despierto.
¿En qué lugar de tu casa te gusta escribir?
En la cocina. Aunque… (continúa en la pregunta siguiente)
¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo?
(continuación de la pregunta anterior)…dispongo de un lugar ad hoc en mi habitación con un escritorio y un corcho en la pared con fotografías en blanco, negro y sepia de los personajes que considero inspiradores. El problema es que ese escritorio está pegado a la ventana y en invierno entra un hilo de frío, finito y filoso que me obliga a trasladarme a la cocina. Así que la cosa es estacional.
¿Cómo surgió la idea de “Poleas”? ¿En qué te basaste para escribir los relatos?
Poleas fue un desafío de crecimiento. Mi primer libro Cuentos para no matar y otros más inofensivos (Macedonia Ediciones, 2011) fue experimental, contestatario, bardero. Con Poleas (Textos Intrusos, 2013), intenté profundizar: por un lado, conquistar otras extensiones, cuentos un poco más largos (los que conforman la sección “Extensidades”). Por otro, ahondar en recursos, giros, matices literarios, otras temáticas. No me gusta quedarme en lo cómodo, lo que me resulta fácil. Prefiero el riesgo de lo que haya que descubrir y el esfuerzo que conlleve.
Después de escribir Poleas, subí aún más la apuesta con Dos, una novela que podría publicarse el año que viene. Pero eso es otra historia.
¿Cuáles son tus autores preferidos?
Voy a hacer un recorte porque son muchos: Cortázar, Luisa Valenzuela, Borges, John Berger, Silvina Ocampo, García Márquez, Raúl Brasca, Humberto Costantini, Dolina, Isidoro Blaisten, Simone de Beauvoir, Virginia Woolf y siguen las firmas.
¿Qué autores recomendás leer a tus lectores?
Mis preferidos y agregaría: Alberto Ramponelli, Juan José Dimilta, Gabriela Aguilera Valdivia (Chile), Lilian Elphick (Chile), David Roas (España). Todos ellos muy talentosos y muy queridos. También recomendaría leer a autores argentinos contemporáneos que conforman una movida actual muy interesante y valiosa. Escritores que publican a traves de editoriales realmente independientes, pequeñas pero grandes en sus apuestas.
¿Qué libro famoso te hubiera gustado escribir?
Final de juego. Pero para eso debería haber sido Cortázar y eso me privaría del placer de leer a Julio Cortázar, hoy. Así que, a Julio lo que es de Julio. Y a nosotros, Julio.