10 razones por las que echaremos de menos a LA DUQUESA

Publicado el 20 noviembre 2014 por Sergio Ampuero Mata @SergioMata_86
16 veces Grande de España y 47 títulos nobiliarios. Siempre formará parte de la Historia de España. Pero no contenta con eso, las aspiraciones de la Duquesa de Alba siempre iban a más...  Inteligente, natural, irónica, espontánea... Así era María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva. Una mujer a la que le han bastado 88 años para hacerse un hueco imborrable en el recuerdo y el corazón de este país del que es Grande. Tana se nos ha ido, pero nos deja un sinfín de razones por las que será recordada con cariño y ternura. Ella, la menos Noble entre las Nobles, seguirá siendo Genio y Figura, allá donde esté...

1) Porque nadie como ella sabía lidiar con las polémicas relacionadas con su mediática familia. Aunque Doña Cayetana tenía altas dosis de paciencia, a veces se le escapaba un "Dejadme en paz" tan entrañable como elegante, que rompía el corazón hasta del más despiadado de los paparazzis. Paparazzis que, con el tiempo, incluso llegaba a tratar como si formasen parte de su propia familia.2) Porque es difícil, siendo quién era, tener tan pocos pelos en la lengua como Cayetana cuando se trataba de opinar sobre aquello en lo que creía. Por ejemplo, los toros, gran pasión de la aristócrata, que ella defendió con un impactante "Eso es una mierda de los catalanes" cuando le preguntaron sobre la prohibición de esta práctica en Cataluña.3) Cuando la polémica le tocaba directamente, el fuerte carácter de Doña Cayetana salía a relucir de forma desbordante. La Duquesa no se amedrentó ante el Sindicato de Obreros del Campo cuando en el 2006 se manifestaron en contra de la concesión del Título de Hija Predilecta de Andalucía: "Sólo se trata de unos cuantos locos, me dan igual (...) son gentuza (...) todos los que estaban allí son unos delincuentes"4) Su familia tampoco se escapaba de las reprimendas de Cayetana cuando ésta consideraba que les tenía que cantar las 40. Y si no, que se lo pregunten a Fran Rivera, que tras años defendiéndole ante su hija  Eugenia Martínez de Irujo, le plantó un "Mi yerno favorito ha muerto para mí" en las páginas de Diez Minutos cuando éste peleó por la custodia de su hija en los tribunales. Inka Martí, esposa de su hijo Jacobo, tampoco salió bien parada por la Duquesa que la calificó de "mentirosa, mala y envidiosa" cuando el noviazgo de ésta con Alfonso Díez provocó un cataclismo estratosférico en la familia Alba.5) ... Hablando de noviazgo... Pocas como ella se pondrían el mundo por montera, el amor como bandera y defenderían su romance con Alfonso Díez, 26 años menor que ella, hasta las últimas consecuencias. Unas consecuencias que incluyeron un reparto de la herencia entre sus hijos para asegurarles de que lo único que Alfonso quería de Casa de Alba era a su dueña, y que finalizó con un bodorrio, el tercero para ella, en el Palacio de Dueñas donde Cayetana -a sus 85 años- no dudó en descalzarse y marcarse unas sevillanas para deleite de los sevillanos que quisieron estar con ella en ese día tan especial.

6) A pesar de su debilidad por la pintura, osó a decirle "no" al mismísimo Picasso cuando éste le ofreció posar desnuda ante él como en sus tiempos hiciera su antepasada para el pincel de Goya. "Yo creo que me hubiera agobiado... Eran otros tiempos" afirmó Cayetana en una reciente entrevista. En esa ocasión, las presiones sociales pudieron con ella y nos quedamos con las ganas de lo que pudo haber resultado de aquella mágica conjunción.7) La Duquesa nunca tuvo miedo de las críticas y siempre lució un estilo, tan propio como arriesgado, que la llevó a ser una considerada una de las mujeres mejor vestidas de España. Vestidos coloridos, juveniles estampados, modernas y hippies pulseras y tobilleras... No había nada a lo que Cayetana no se atreviese. Ni siquiera a lucir palmito en las aguas de Ibiza a sus 87 años con un imponente bikini rojo, como toda hija de vecino... ¡Maravillosa!
8) Madrileña de nacimiento y sevillana de adopción, de todos era conocido el alma viajera de Cayetana: Egipto, Tailandia, Roma... Ningún destino se le resistía, incluso cuando su estado de salud pasaba por los momentos más delicados. Este complejo de Willy Fog le sirvió para conocer mundo y aprender idiomas... Y si no que se lo pregunten a los vascos... Cuando la aristócrata visitó San Sebastián para recibir el Premio Protagonistas de Punto Radio, no dudó en marcarse en euskera el Himno de San Ignacio con un desparpajo y salero que para mí quisiera.
9) El amor de Tana por los animales era por todos conocido. Tortugas, loros, acuarios... El Palacio de Dueñas inundó sus habitaciones de variopinta fauna que hacía las delicias de Cayetana. Pero si había una especie por la que sintiera especial devoción, eran los perritos... ¿Cómo olvidar a ese Flasito que acompañaba a la Duquesa allá dónde iba en aquellos tiempos tomateros?

10) Y como toda grande que era, la peculiar personalidad de Cayetana fue mucho más allá de su propio cuerpo y muchos fueron los que trataron de imitarla: Latre, Los Morancos, Cruz y Raya, Martes y Trece... Todos ellos mostraron su propia versión de la Duquesa...
..Una Duquesa que a pesar de su rancio abolengo, decidió vivir la vida con la libertad y la pasión como únicos faros de guía.Una Duquesa que sólo seguía las leyes de su corazón porque solamente éso le hacía feliz. 

Por Sergio Mata