Reconstruir tu propia imagen en las redes es casi una obligación. El mundo cambia, evolucionamos, nuestros intereses de hoy puede que no sean los de hace 3 años, la sociedad y más la sociedad en la red evoluciona muy rápido.
Pero el problema es que tu nombre de usuario no es solo tu “marca”, sino una manera en la que terceros pueden localizarte, las rutas permanente en internet a tus twitts, la forma en que indexa google nuestros contenidos que publicamos en twitter, la forma que tienen terceros a la hora de encontrarnos si no nos siguen e incluso, porqué, no… tu identidad twittera.
Es como cambiar constantemente el dominio de tu web, la URL de tus artículos en tu blog. Una forma de destruir tu rastro en la red que en algunas ocasiones tal vez queramos utilizar, pero si lo hacemos cada dos meses es que no estamos siendo inteligentes en nuestra construcción de identidad digital.
Es como dinamitar cada dos meses tu marca digital para la mitad de tu mundo digital (hay quien te sigue directamente, pero otros son usuarios que te van a llegar por otras vías).
Otro blogoerror para tomar nota.
Modestamente he iniciado una saga de posts que tratarán sobre los 100 errores de los escritores de blogs. Consejos en negativo de lo que no deberiamos hacer los blogueros. Seguramente cada uno tiene su decálogo personal, y seguramente algunos de los que yo explique sean puras obviedades, otros no estaréis de acuerdo, y otros no aportarán demasiado.
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