100 muertes diferentes y lo que significa tener suerte.

Por Coach De La Profesional @scientistcoach

Uno de los «entretenimientos» que tenemos, de vez en cuando, en mi familia a la hora de la cena, es repasar las distintas formas en las que he muerto en las series y pelis que he doblado.

Un tema fascinante, jajaja.

«Mamá, ¿hoy has muerto de alguna manera diferente?» ?

(Ahogada en una bañera, convertida en zombi, degollada, aplastada por un tiburón, comida por tiburones… Así, que recuerde ahora).

Y pensaba en la suerte que tengo de poder dedicarme a algo que me encanta y que me aporta mucho de lo que quiero en la vida.

(Ya sabes que tu profesión, o profesiones como es mi caso, no tienen que aportarte TODO lo que quieres en la vida).

Pero claro, es que suerte, suerte, tampoco ha sido…

Mira.

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  1. Superar la vergüenza de apuntarme al curso de iniciación de algo completamente nuevo y distinto para mí.
  2. Pagar una buena cantidad al año por formarme.
  3. Ir a clases semanalmente durante cinco años.
  4. Organizarme para que alguien se quedara con mi hijo.
  5. Superar la vergüenza de poner voces y hacer cosas delante de mis compañeros (puntos extra porque soy muy vergonzosa).
  6. Superar la frustración de ver que no avanzas, que no te salen las cosas.
  7. Llegar a casa llorando de frustración algunas veces.
  8. Coger dos autobuses de ida y dos de vuelta para ir a clase.
  9. Ir a clase embarazada y llevando ortodoncia, con lo cual eso de respirar bien y vocalizar se dificultaba un poco.
  10. Aceptar con humildad que te corrijan y te digan lo que haces mal y que te echen pequeñas broncas cuando te empeñas en no escuchar… Y en público, claro.
  11. Los nervios de los primeros papeles de verdad y de no ser capaz de decir ni las frases más simples con la intensidad que hace falta (empezando por un simple «hola» que no era lo suficientemente amable o alegre, por ejemplo.).

Vergüenza, organización, frustración, nervios, sacrificio, dinero, tiempo, humildad.

Así que suerte, suerte, no ha sido.

Para que veas un ejemplo real de lo que cualquiera invierte para hacer lo que quiere. Encima lo hacía por placer, no pensaba dedicarme a eso.

Y mira.

Ahora tengo una profesión que me encanta, de la que cobro todos los meses, nuevos compañeros, amigos, horas y horas de risas y orgullo por lo que he conseguido y los miedos y vergüenzas que he superado.

Soy miedosa y vergonzosa, aquí donde me ves. Pero cuando quiero algo, lo quiero.

Otro día te contaré mi experiencia con el coaching o con el surf.

Sigo afrontando miedos y vergüenzas. Y diría que más que antes, fíjate. Con 44 años recién cumplidos (empecé el doblaje con 35).

Solo para que veas un ejemplo real de lo que conlleva tener “suerte”.

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