Hoy se cumplen 11 años del 11S. No es una fecha para pasar por alto. Es un día que debemos recordar al menos en memoria de las miles de personas que perdieron la vida y por todas las personas que, once años después, sufren las consecuencias de aquel fatídico día. Por un lado, por las familias de todos los que perdieron a un ser querido y, por otro, por las personas que sufrieron heridas físicas y psicológicas y que hoy en día sobreviven como pueden con lamentables consecuencias.
Evidentemente, con el mero hecho de tener un recuerdo especial para todos a los que el 11S marcó sus días, no podremos conseguir lo que probablemente cada uno de los afectados quisiera pero, quizás, sí podamos entre todos solidarizarnos con cada uno de ellos. Conmemorar un día como éste no es sólo solidarizarse con las víctimas, sino recordar que ese día marcó un antes y un después en nuestra historia, ya que fue un hecho que supuso un cambio no sólo en la sociedad norteamericana sino en la percepción global del mundo.
Un cambio radical en la seguridad, en la manera de viajar, en pequeñas cosas del día a día que hicieron que sea parte de la historia mundial
Si a partir de ese día cambiaron nuestras vidas en pequeñas cosas, debemos ser conscientes de cómo les cambió a todos los que lo vivieron en primera persona y lo que significa un día como el de hoy en sus vidas.
Quizá, para muchos, el hecho de tener un recuerdo especial para todos los afectados del 11S en el día de hoy sea inútil, en el sentido que sólo con el recuerdo no se consiga nada, pero me niego a pensar que sea una UTOPÍA.
Yo lo haré y ¿tu?