11 Enfermedades Que Afectan A Los Doberman Que Es Necesario Conocer

Por Evolucion2015

El perro Doberman, al igual que todas las razas, posee determinadas patologías que se pueden hallar con mayor frecuencia. Cada raza suele ser más propensa a padecer ciertas enfermedades y el Doberman no es la excepción.

Es muy importante que el dueño de un perro Doberman se familiarice con las patologías propias de la raza de modo tal que pueda reconocerla ante los primeros síntomas. En este nuevo e interesante artículo te mostramos todo lo referente a las enfermedades que afectan a los doberman. ¡No te lo pierdas!

Inteligente, noble, atlético y leal es el perro doberman, no obstante, como la gran mayoría de los perros de raza pura, suele ser propenso a padecer ciertas enfermedades y afecciones genéticas. Para ayudar a evitar dolores de cabeza y elevadas cuentas por pagar en el veterinario, te recomendamos que compres tu doberman a un criador de renombre que garantice la salud de sus cachorros.

El objetivo es que puedan conocer las enfermedades más comunes y frecuentes y cuáles son de suma importancia para la sanidad de la raza. Algunas patologías cobran mayor notabilidad por sus posibles influencias hereditarias.

Todo criador que sea responsable tiene la obligación de retirar de la crianza aquel ejemplar que lamentablemente las padezca. No se debe criar con perros afectados clínicamente o que muestren signos de cualquiera de estas patologías. Además, debe también contribuir con sus conocimientos educando a todo nuevo propietario o criador.

Las siguientes enfermedades han sido identificadas en la raza de perros doberman. Del esfuerzo en conjunto para cuidar la salud de nuestros dobermans va a depender, en gran parte, el futuro de la raza. Difundir, prevenir y seleccionar suelen ser las nuevas metas que deberemos estimular.

¿Cuáles son las Enfermedades que afectan a los doberman?

1. Enfermedad de von Willebrand

Un doberman podría portar el gen para este problema de la coagulación sin manifestar síntomas, pero si es un perro que se toma como reproductor la puede transmitir fácilmente a su descendencia.

Este trastorno es muy semejante a la hemofilia en los seres humanos. Los perros afectados pueden sangrar mucho, inclusive con pequeñas raspaduras y cortes, pero lo peor está cuando hay que realizar procedimientos quirúrgicos. Tiene sangrados muy difíciles de contener, inclusive cirugías relativamente comunes como lo es una esterilización suelen resultar fatales.

2. Miocardiopatía

La miocardiopatía se basa en una enfermedad del músculo del corazón. En los perros Doberman a menudo resulta ser un agrandamiento del corazón. Durante el chequeo anual que le realices a tu perro, el veterinario lo deberá examinar para ver si presenta cualquier síntoma de una enfermedad cardíaca. Los síntomas de la miocardiopatía en esta raza abarcan debilidad, tos, falta de apetito y depresión. En ciertas ocasiones no existen señales de la enfermedad y el perro puede morir.

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3. Síndrome de Wobbler

El nombre oficial de esta enfermedad suele ser inestabilidad vertebral cervical. El doberman podría sufrir de una malformación en el canal espinal o de inestabilidad en las vértebras cervicales. En el peor de las circunstancias pueden llegar a tener una parálisis, pero no todos los canes son tan seriamente afectados, aunque algunos suelen experimentar debilidad en las patas traseras. El veterinario puede recomendarte si la cirugía es una opción para tu perro.

No se conoce cuál es la causa, sin embargo, la elevada incidencia de este estudio en la raza, sugiere que los genes es un factor contribuyente.

Por lo general, esta patología es presentada como una enfermedad degenerativa crónica del disco que normalmente está presente entre las vértebras cervicales. Esto origina una compresión ventral de la médula espinal cervical y de las raíces nerviosas con consecuencias graves. Se piensa que el motivo para que esto suceda es una inestabilidad del espacio entre las vértebras cervicales o una lesión degenerativa del disco.

Los signos clínicos a menudo suelen progresar gradualmente durante varios meses o años. No obstante, en algunas circunstancias las manifestaciones suelen ser agudas. Se puede observar con mayor frecuencia en los miembros posteriores. Los dedos del tren posterior pueden ser arrastrados. Las anormalidades se pueden ver con mayor facilidad cuando el perro se incorpora desde una posición echado.

Los miembros anteriores suelen presentar un paso corto e incoordinado. Por lo general, la deficiencia de estos miembros es leve en comparación con los posteriores. A menudo lleva el cuello en flexión. Esta posición origina una menor compresión y el animal tiende a tener menos dolor con esta postura. La extensión del cuello o un brusco movimiento suele producir mucho dolor; pero lo más importante es que puede recalcar la compresión y elevar los síntomas. Se diagnostica por sus signos, placas radiográficas de las vértebras cervicales y por tomografía computarizada.

4. Hinchazón

Al igual que muchos perros de gran tamaño de pechos prominentes, el Doberman se encuentra sujeto a padecer de hinchazón, formalmente conocido como dilatación del vólvulo gástrico. La hinchazón suele actuar muy rápido, por lo que un perro que parece estar muy bien puede morir luego de transcurrir una hora. En este problema extremadamente doloroso, los giros del estómago cortan el flujo de la sangre y lo único que puede ayudar a salvar al perro es una cirugía de emergencia.

Si estás preocupado por la probabilidad de que tu can tenga hinchazón, el veterinario le puede realizar una cirugía preventiva para rectificar la posición del estómago y evitar así la torsión.

5. Hipotiroidismo

El hipotiroidismo no es más que la reducción de la hormona tiroidea, lo cual es una de las enfermedades que afectan a los doberman. La buena noticia es que el tratamiento con suplementos de tiroides suele ser de muy fácil acceso y cuestan poco. Los síntomas del hipotiroidismo abarcan infecciones habituales, pérdida de pelo, falta de energía y aumento de peso.

6. Longevidad

Sólo porque los perros doberman son propensos a padecer enfermedades específicas, no hay que ser pesimista. La gran mayoría de estos perros suelen vivir periodos de vidas normales y muy saludables, existiendo individuos que han tenido hasta 10 años de edad.

7. Displasia de Coxo-femoral

La displasia Coxo-femoral (DCF) suele ser una enfermedad evolutiva hereditaria que es caracterizada por la ausencia de congruencia entre la cabeza de fémur y el acetábulo de la cadera que frecuentemente lleva a la enfermedad articular degenerativa. Existe cierta coincidencia en considerar a la DCF como un problema genético.

Se conoce que un ejemplar puede ser portador de los genes de la DCF sin presentar la enfermedad pero sin embargo transmitirla a su descendencia. Se necesitarían seis o siete generaciones libres de esta patología para así poder definitivamente eliminarla dentro de una línea reproductiva.

Esta enfermedad es presentada en perros susceptibles entre los 4 a 12 meses de edad, no obstante muchos animales no muestran síntomas clínicos o radiológicos hasta los 2 a 6 años de edad. Suele ser la patología ortopédica más frecuente de los perros de razas grandes y gigantes. Afecta a los dos sexos con igual habitualidad.

La causa exacta no se conoce aunque la laxitud articular suele ser un rasgo constante de la DCF. Además, se consideran factores nutricionales y ambientales. Esta laxitud en la articulación coxo-femoral conduce a la subluxación y escasa congruencia entre el acetábulo y la cabeza femoral. La DCF se puede presentar con claudicaciones intermitentes, que aparecen ante esfuerzos, hasta un evidente dolor que impide la locomoción.

El diagnóstico tentativo es realizado en base a la anamnesis, cuadro clínico y al resultado de la palpación. No obstante, el diagnóstico final es hecho con la evidencia de los síntomas típicos de la DCF en las placas radiográficas de la cadera.

Es muy importante y necesario ir excluyendo de la reproducción los ejemplares displásicos y los reproductores que dan hijos displásicos. En muchas ocasiones escuchamos a los criadores de nuestro país, es necesario mencionar que en la raza Doberman la DCF no representa una patología común.

8. Cardiomiopatía

La cardiomiopatía es otra de las enfermedades que afectan a los doberman y se piensa que es una enfermedad hereditaria en el perro Doberman. Lleva indefectiblemente a la muerte del animal.

Ante los signos de la enfermedad el ecocardiograma y el electrocardiograma confirman la patología. No obstante, ante un ejemplar que no presente síntomas “no garantiza” que ésta enfermedad no se vaya a desarrollar en un futuro. Esto hace que su prevención sea un poco dificultosa.

La muerte súbita suele ser el primer y el único síntoma físico de la enfermedad en el 17% de los perros Doberman con esta patología. Hasta el momento no tiene cura, no obstante existen procedimientos terapéuticos posibles. Una vez que los signos aparecen el pronóstico no es bueno.

El edema pulmonar frecuentemente es presentado en forma aguda. Perros con menor tolerancia a los esfuerzos, taquicardia, debilidad, arritmias son algunos de los posibles síntomas.

Es muy importante saber que un simple electrocardiograma de control puede llevar a una detección temprana de la enfermedad y ésta detección suele ser la fase oculta y la clave para aumentar su expectativa de vida.

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9. Hepatitis crónica idiopática

Los perros Doberman afectados suelen presentar como síntomas más notables la pérdida de peso, anorexia, poliuria, letargia y pilodipsia, colecta abdominal, ictericia y finalmente síntomas de encefalopatía hepática. Puede en el inicio pasar desapercibido por el dueño. No se conoce la causa que la origina. Es una hepatitis crónica familiar que es muy común de observar en determinadas líneas de sangre.

El animal afectado suele estar enfermo por días, semanas o meses, hasta puede llevar a la muerte. Es diagnosticado por sus síntomas, a través de análisis de sangre, ecografía y por fundamentalmente biopsia hepática. Es una patología muy común de observar la raza.

10. Albinismo

En el año 1979 nació, en los Estados Unidos, “Shebah” el primer Doberman Blanco que fue registrado en el American Kennel Club. Este hecho motivó en gran manera que los criadores inescrupulosos o por no conocer criaran este color de doberman.

Un Doberman “blanco” o “albino” presenta una falta genética que enmascara la pigmentación de los cuatro colores normales. Suele ser un recesivo que, cuando se manifiesta, disminuye en gran medida el número de gránulos de pigmentación (melanocitos) en la piel, el pelo y los ojos.

Esto da la apariencia de un manto base color crema claro con marcaciones blanco muerte. Siempre suelen presentar ojos azules translúcidos con nariz, almohadillas y borde de los ojos color rosa.

Los genetistas y los veterinarios comprobaron que estos perros sufren de una manera nociva de albinismo parcial. La pigmentación enormemente disminuida en la piel y en los ojos provoca una fotosensibilidad altamente marcada (ojos parcial o completamente cerrados a la luz del sol) e incrementa el riesgo de daño en la piel por el sol abarcando el cáncer.

Dejar que el rasgo albino sea diseminado suele ser una amenaza seria para la integridad hereditaria de la raza de perros Doberman. A los resultados de impedir que este gen nocivo se esparza el ACK acordó con el DPCA hacer un sistema de rastreo utilizando una “Z” en el número de registro, así ayuda a los compradores y a los criadores a identificar a los transportadores del rasgo albino.

Esta información concurre en la segregación de los genes al auxiliar a la identificación de cachorros, perros en servicio de Stud y vientres que se encuentren libres del nocivo gen.

Se previene a los compradores con la letra “Z” en el número de pedigrí del AKC cuando tienen en consideración la compra de un cachorro. Una letra “Z” en el número de lechigada suele identificar a los perros que podrían potencialmente originar una camada conteniendo “blancos”.

Los criadores ahora poseen una manera más simple de excluir este rasgo de su programa de cría. Se espera que los criadores con ética utilicen esta información con cada cría planificada.

11. Infecciones en la piel

Las infecciones bacterianas suelen ser uno de los primordiales procesos dermatológicos que perjudican al perro. Esto sucede, en parte, debido a que la piel del can normal se encuentra colonizada por numerosos microorganismos, algunos de ellos suelen ser potencialmente patógenos, por lo que, cuando los mecanismos defensivos de la piel no funcionan apropiadamente, se ocasionará de inmediato una infección.

El problema, es que en muchas ocasiones, cuando nos encontramos con este tipo de enfermedades sean profundas o superficiales, no somos capaces de identificar las causas.

Para comprender esto debes saber principalmente que en la piel del perro se encuentran una enorme cantidad de bacterias, que son conocidos con el nombre de residentes.

Estos inquilinos frecuentes los adquiere el can a través de su madre luego del nacimiento. Los nombres extraños que son los que el perro presenta constantemente en su piel son: Micrococus sp, Staphylococcus epidermis, S xylosus, estreptococos y Propionibacterium acnés.

Lo curioso suele ser que el agente causal de casi todas las infecciones cutáneas, el Staphylococcus intermedius, se considera por algunos dermatólogos como residente habitual de la piel y por otros como residente transitorio. Es algo sumamente importante que debes tener en cuenta, ya que cuando tu perro padezca alguno de estos procesos el veterinario te dirá: “tiene un estafilococo”.

Existen otros gérmenes conocidos comúnmente como transeúntes que aunque no se hallan habitualmente en la piel, si se encuentran por ejemplo en la zona anal o en otras mucosas.

Cuando el doberman se lame en alguna área donde éstas bacterias se asientan y después con su lengua se lame en otro lugar, lo que hace es colocarlas en otro sitio que no es el suyo natural, dando lugar a infecciones. Entre estas bacterias se encuentran los Proteus, Escherichia coli, pseudomonas y algún tipo de Staphylococcus.

Es bastante lógico y conveniente que se haga siempre un cultivo bacteriano de la piel del doberman, vamos a conseguir bacterias, salvo que hayas desinfectado antes el área. Y como es lógico no siempre estos gérmenes aislados serán los responsables de la infección.

Las infecciones bacterianas suelen conllevar a lesiones inflamatorias de tipo exudativo y comúnmente supurativo. La presencia de pústulas, ulceraciones, fístulas supurativas y costras con supuración suelen ser muy sugestivas de que estamos ante una infección de la piel.

Ante cualquier caso de infección cutánea los exámenes diagnósticos de mayor valor suelen ser las citologías y los cultivos. Si no se hallan lesiones clásicas purulentas lo adecuado será la realización de una biopsia.

Lo cierto es que estas últimas, en muchas ocasiones no nos sacan de dudas. Los estafilococos raramente suelen aparecer en los estudios histológicos y si aparecen, no es posible saber si son ellos o no los responsables de las lesiones. Sin embargo, su realización va a servir para establecer el tipo de lesión a las que nos estamos enfrentando y para dar así un pronóstico a corto o a mediano plazo.

Las infecciones de la piel en los doberman se pueden clasificar en superficiales y profundas, en función de que las capas cutáneas que se noten afectadas y lo que es más importante, del área en que se presenten.

Entre las superficiales las más importantes suelen ser: foliculitis bacteriana, impétigo, pioderma superficial recidivante y pioderma mucocutanea. Entre las profundas se encuentra la foliculitis-forunculosis generalizada, la pododermatitis bacteriana, la foliculitis-forunculosis piotraumática, la pioderma de los puntos de presión, la del hocico, y la del mentón, la anal y la nasal.

Se les conoce como infecciones superficiales a las que se ubican en la epidermis y en el interior de los folículos pilosos, en otras palabras, que no se extienden a la dermis. Son cuadros dermatológicos exclusivamente que se pueden controlar bien en general y que presentan un buen pronóstico.

El impétigo suele ser una infección superficial de la piel de los cachorros de doberman y no es contagioso. Entre las causas que originan su aparición se encuentran aquellos procesos que provocan una baja de defensas, como lo son el virus del moquillo, los parásitos, la suciedad medioambiental y la desnutrición o la mala nutrición.

La aparición de unas pústulas grandes son algunos de los síntomas, que es como si la piel se hubiera levantado en algunas áreas. Estas lesiones suelen ser distribuidas por el área abdominal, inguinal y muy raramente por las axilas.

Puede haber costras y purulento material pegado al pelo. No suele haber picor y el estado general del can es bueno, salvo que sea resultado de alguna de las enfermedades que nombramos anteriormente.

De todos modos ante un impétigo debemos revisar siempre las vacunaciones, desparasitaciones y alimentación. El tratamiento suele variar desde el uso de jabón antimicrobiano y pomadas o ungüentos con antibióticos al uso de estos por vía oral durante diez o doce días.

Existe una variedad conocida como impétigo ampollas que es vinculada con el síndrome de Cushing, el hipotiroidismo, la diabetes y otras enfermedades debilitantes, que es propio en perros de mayor edad.

Esperamos que te haya sido de gran ayuda este interesante artículo sobre las enfermedades que afectan a los doberman y, ¡No olvides visitar todo nuestro portal! 

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