Ayer te contaba en el blog que a veces nos angustiamos con problemas que parecen enormes, pero que pueden tener soluciones más pequeñas y accesibles de lo que aparentan. Hoy quiero seguir en esa línea y hablar de algo que me obsesiona (porque recientemente lo estoy investigando): cómo algo tan aparentemente simple como la deficiencia de vitamina D puede generarnos problemas de salud realmente serios.
Y es que no es solo una «vitamina» más. Técnicamente, la vitamina D actúa como una hormona. Cuando nos falta, es como si el director de orquesta se tomara vacaciones: todo el cuerpo desafina. Desde los huesos hasta el ánimo.
Te dejo aquí 11 síntomas de que te falta vitamina D, con datos reales y estudios que puedes revisar al final.
Porque a veces entender lo que nos pasa (y ponerle nombre) ya es la primera solución pequeña para un problema grande.
1. Fatiga y cansancio que no se explican
¿Te levantas cansad@ aunque hayas dormido bien? ¿Arrastras el cuerpo como si llevaras un sofá en la espalda? La deficiencia de vitamina D se ha asociado con mayor fatiga, incluso en personas jóvenes y sanas.
Su papel en la producción de energía celular es tan esencial que su falta puede hacer que todo te cueste el doble.
Si te sientes crónicamente agotad@, vale la pena revisarlo (1).
2. Dolor óseo y lumbar
Este es un clásico subestimado.
La vitamina D permite que absorbamos el calcio de la dieta y lo depositemos en los huesos. Sin ella, el cuerpo extrae calcio de los huesos como quien saca plata del cajero sin mirar el saldo.
El resultado: dolor difuso en la espalda baja, piernas y articulaciones, e incluso mayor riesgo de fracturas (2).
3. Debilidad muscular
No es solo flojera: la vitamina D regula la contracción muscular.
Su déficit puede traducirse en menos fuerza y más riesgo de caídas (sobre todo en personas mayores, pero ojo: no es exclusivo de ellos).
Incluso si eres joven y saludable, si notas que te falla la fuerza o te duelen los músculos más de la cuenta, podría ser una señal (3).
4. Cambios de humor y depresión
Aquí me pongo personal: como alguien que lidia con TDPM (Trastorno Disfórico Premenstrual) y por ello con estados de depresión a causa de mi sensibilidad a los cambios hormonales, sé que muchas veces buscamos causas psicológicas para todo, cuando también hay causas biológicas.
La vitamina D influye en la síntesis de serotonina.
Su déficit se ha asociado con síntomas depresivos, ansiedad y con empeorar los altibajos del ciclo hormonal (4). Es como si tu cerebro intentara funcionar sin combustible. Y dado su impacto en la vida de la persona, podríamos decir que es uno de los 11 síntomas de que te falta vitamina D más importantes.
5. Síntomas menstruales más intensos
Siguiendo con el TDPM: la vitamina D no solo regula la serotonina, sino que también modula la inflamación y la producción de hormonas sexuales.
Bajos niveles pueden amplificar los síntomas menstruales: más dolor, más cambios de humor, más inflamación.
Un infierno mensual para muchas mujeres que no saben que parte del problema puede estar en sus niveles de vitamina D (5).
6. Sistema inmune más débil
La vitamina D tiene un rol de sargento en el sistema inmune… y ya te digo que mi sargento es bastante vago, lo cual no me extraña teniendo niveles tan bajos si verdaderamente es crucial
Estimula la producción de péptidos antimicrobianos que ayudan a matar virus y bacterias.
Su déficit se asocia con mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias. Es decir: si vives resfriad@ o con gripe cada dos semanas, podrías revisar tus niveles (6).
7. Heridas que tardan en cicatrizar
Este es otro síntoma silencioso: la vitamina D participa en la producción de compuestos necesarios para regenerar la piel.
Su déficit ralentiza la cicatrización de cortes, raspaduras o incluso úlceras.
Si notas que tus heridas se vuelven telenovelas infinitas, considera la vitamina D como sospechosa (7).
8. Caída del cabello
La caída del pelo puede tener mil causas (estrés, hormonas, genética).
Pero se ha visto que niveles bajos de vitamina D se asocian con alopecia areata y caída difusa.
Se cree que la vitamina D regula los ciclos de los folículos pilosos. Así que si notas más pelos en la ducha de lo normal, podría ser un motivo más para chequearla (8).
9. Problemas digestivos (especialmente en colon irritable o enfermedades inflamatorias)
Aquí es donde hablo desde la experiencia: con mi colon irritable, tengo que estar muy atenta.
Enfermedades como SII, Crohn o celiaquía afectan la capacidad del intestino para absorber vitamina D.
Así que si tienes estos diagnósticos, tienes más papeletas de tener déficit, y los síntomas se suman a tu lista de molestias gastrointestinales (9).
10. Problemas de sueño
La vitamina D participa en la regulación de la melatonina, la hormona del sueño.
Estudios recientes sugieren que la deficiencia podría relacionarse con insomnio o sueño fragmentado. Así que si te despiertas 20 veces por noche o te cuesta dormirte aunque estés agotad@, no subestimes la vitamina D (10).
11. Mayor riesgo de enfermedades crónicas
Finalmente, no es solo cosa de huesos o humor.
Bajos niveles de vitamina D se han relacionado con mayor riesgo de hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y trastornos autoinmunes. Porque es un regulador sistémico.
No tenerla en niveles adecuados es como quitarle el aceite al motor del coche y esperar que siga funcionando igual (11).
¿Pero cómo algo tan pequeño puede hacer tanto?
Aquí la clave: la vitamina D no es solo un nutriente, sino un modulador hormonal. Es como el interruptor maestro de muchas vías metabólicas.
Lo mismo pasa con otras vitaminas como la B12, el ácido fólico o la B6, que son esenciales para producir neurotransmisores.
Hay investigaciones que relacionan la deficiencia de estas vitaminas con depresión, ansiedad y trastornos del estado de ánimo.
Cuando las hormonas se desequilibran —como en el TDPM—, un déficit de estos micronutrientes puede amplificar el desastre emocional.
Yo misma he visto mi TDPM empeorar con episodios de diarrea, que a su vez influye directamente en la absorción de estos nutrientes.
No digo que sea la solución mágica, pero a veces es un paso clave para salir del hoyo.
¿Qué podemos hacer si tienes alguno de los 11 síntomas de que te falta vitamina D?
Referencias
- Sahoo S et al., Journal of Clinical Medicine, 2023.
- Holick MF., «Vitamin D deficiency», NEJM, 2007.
- Bischoff-Ferrari HA et al., JAMA, 2010.
- Li G et al., Cochrane Database of Systematic Reviews, 2019.
- Bertone-Johnson ER et al., Am J Epidemiol, 2014.
- Martineau AR et al., BMJ, 2017.
- Oda Y et al., Dermato-Endocrinology, 2018.
- Rasheed H et al., Skin Pharmacol Physiol, 2013.
- Garg M et al., Inflammatory Bowel Diseases, 2018.
- Gao Q et al., Nutrients, 2018.
- Holick MF., «Vitamin D: evolutionary, physiological and health perspectives», Current Drug Targets, 2011.
- Medicina y Salud Pública (2023): La deficiencia de estas vitaminas puede tener un impacto en la salud mental.
Y recuerda que no eres débil o exagerad@. A veces lo que parece un problema inmenso tiene detrás algo tan «simple» como un déficit de vitamina.
Y la buena noticia es que se puede medir y corregir.
No digo que sea la solución pero en la carrera de sanar nuestro cuerpo, todo cuenta.
¡Cuídate mucho! Tu salud es importante y mereces sentirte bien.
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