Ser padres no solo es una bendición, sino también un compromiso, y para toda la vida. Sea que nuestros hijos tengan 3 ó 30 años, siempre serán nuestros pequeños. Y en este campo, como en todos, la experiencia vale oro.
Es por eso que quiero comentar con ustedes estos consejos sabios que compartió conmigo una buena amiga y colega: Zoraya Urbina, gran mujer, profesional y madre.
Con 3 hijos jóvenes: Olga de 23; Rigo de 20 y Ricardo de 15 años; Zoraya guarda en su corazón muchas anécdotas y experiencias que hoy son enseñanzas valiosas, para todos los que comenzamos el recorrido de la vida con nuestros hijos. Espero a ustedes les sirvan y les inspiren tanto como a mi.
He aquí sus palabras, gracias Zoraya por abrir tu corazón con nosotros:
- ESCUCHA A TUS HIJOS: cuando los niños o niñas empiezan a hablar, solemos decir cosas como: "sí, mi amor", pero en realidad no estamos prestándoles atención. Interesémonos por lo que dicen, prestemos verdadera atención a lo que nos comunican. Tomemos algo de nuestro tiempo para oír lo que tienen que decir. Sucede que no siempre serán niños y si no les enseñamos a comunicarnos, no esperemos que cuando crezcan, quieran hablar con nosotros.
- CANTA Y JUEGA CON ELLOS: vuélvete niño con tus hijos o hijas. Ellos no olvidarán después ese tiempo mágico.
- LEELES: en consonancia con el numeral anterior; léele, inventa historias. Cuéntale de cuando tú eras niño o niña, a ellos les encanta saber que sus padres fueron niños alguna vez.
- SE CARIÑOSO: abrázalo y bésalo, mucho, mucho; nunca es demasiado. Dile que lo amas, que es hermoso, que es un regalo de Dios. Cuando nació mi hijo menor, su padre inventó una historia en la que era un ángel que Dios había mandado, tenía canción tema y tal.
- NUNCA lo critiques, ni te burles de él, ni los compares con nadie.
- ENSENALE a participar en los quehaceres del hogar, cuando son mayores es difícil crear hábitos.
- ORA CON ELLOS: agradece a Dios por la vida, por la comida, por la familia. Un niño o niña que conoce a Dios, que lo ama, seguro tendrá buenos valores. Cuando Ricardo tenía unos 2 añitos, tenía temor a los truenos. Yo le decía: no tengas miedo bebé, es Papito Dios que te está gritando: Ricky te amo.
- APROVECHA CADA MINUTO CON ELLOS: digo esto porque lo hice (no todo) y me funcionó, valió la pena; pero también lamento lo que dejé de hacer y a veces desearía que fueran niños otra vez y ver la vida como la veo ahora.
- NUNCA discutas con tu esposo delante de tus hijos, jamás.
- NUNCA hables mal de tu esposo frente a ellos, es su padre.
- NO ES BUENO DARLES TODO: es importante que aprendan la solidaridad, compartir con el que no tiene, hablarle de que son afortunados porque tienen una familia, una comida, casa. Si ayudas a otros, es bueno que te acompañen, que aprendan a dar.
- NO ESCONDAS LA REALIDAD: no esconder que hay dolor, que hay muerte, que hay sufrimiento, claro, dentro de su lenguaje.