Una de las frases más falsas sobre el cine es aquella que dice "nunca segundas partes fueron buenas", que como saben, proviene del Quijote. Para "celebrar" que comienza el segundo año de Las novias de Gwangi -una prueba de que el mito de Sísifo marca mi existencia- les ofrezco una lista de 12 segundas partes. Y todas son realmente buenas.
Tras el éxito de Horror of Dracula (1958), Hammer Films quiso sacar partido con una rápida continuación en la que, curiosamente, no aparecía Drácula (Christopher Lee). Pero tampoco hacía falta. Peter Cushing es capaz de sostener por sí mismo esta película de terror -con un toque aventurero- en una interpretación clásica del profesor Van Helsing que luego inspiraría al personaje de Peter Vincent en Noche de Miedo (Tom Holland, 1985).
La segunda parte de la saga creada por Wes Craven sí fue fallida, pero esta tercera entrega resume mi temprana adolescencia y me divirtió mucho más que la primera -Craven siempre ha tenido inquietudes demasiado serias- porque jugaba con los sueños de cualquier chaval: convertirse en un superhéroe como el Doctor Extraño, los pechos de una enfermera cachonda... Freddy (Robert Englund) daba miedo pero era divertido al mismo tiempo. Y me enamoré de Patricia Arquette.
Una de mis grandes debilidades. Phantasm debe ser una de las sagas de horror más extrañas y menos conocidas por la gente "normal" (qué pena me dais). Esta secuela pule el tono amateur de la original, es menos experimental, más exploitation y tiene más gore, más tetas, más escopetas y motosierras. La escena en la que los protagonistas casi desean que todo sea un sueño y el Hombre Alto (Angus Scrimm) les saca de su error me acompañará siempre.
Es el Regreso al futuro 2 del cine de terror. Una jugada ingeniosa de James Wan que le permite darle la vuelta a la primera película -que jugaba a casas encantadas, poltergeists y posesiones- pero manteniendo los sustos en plan montaña rusa de la primera parte. Más divertido, difícil. Espero con ganas el tercer capítulo.
No voy a ir de guay diciendo que no me gusta Superman y que prefiero a Batman. Me encanta Superman y de niño mi gran frustración era que en las adaptaciones en imagen real que existían entonces -Las Aventuras de Superman (1952-1958) y Superman: La película (Richard Donner, 1978)- el superhéroe no se enfrentaba a un enemigo a su altura. Vamos, que nadie le aguantaba media hostia. Entonces llegó Superman 2 en la que por fin el hombre de acero se pegaba con villanos de Krypton liderados por el General Zod (Terence Stamp).
Cuando Tim Burton hizo el primer Batman en 1989 se nos prometió un superhéroe oscuro, adulto, que recogía el espíritu de El Regreso del Caballero Oscuro (1986) de Frank Miller. Todo eso para hacernos olvidar al cachondo de Adam West de la serie de televisión (1966). Lo bueno es que la promesa no se cumplió del todo y Burton se llevó a Batman a su terreno, con mucho humor chorra y alguna ida de olla. Con Batman Vuelve, Burton hace lo que le da la gana. Es una película de personajes, más que de acción, en la que todos, todos, todos, están como cabras. Eso sin contar que la música de Danny Elfman es fantástica. El Caballero Oscuro (Christopher Nolan, 2008) puede ser una "mejor película", pero es mucho menos "Batman".
Se ha hablado muy mal -creo que injustamente- de la trilogía arácnida de Raimi y todo por culpa del baile que se marca Tobey Maguire en la tercera entrega. Pero la nueva saga dirigida por Marc Web, The Amazing Spiderman, ha conseguido que añoremos -y mucho- lo que hizo Raimi. Spiderman 2 es sin duda la más redonda de esa trilogía, y la que mejor recoge el espíritu de aquellos deliciosos cómics que hicieron Stan Lee y John Romita en los años sesenta. Superhéroes, humor y romance.
La primera entrega era francamente perfecta: el sueño de cualquier adolescente. Pero la segunda parte desvela un cliffhanger con el que soñamos durante cuatro años -durante la niñez eso es una vida- y es una película mucho más oscura, con ese 2015 aciago y ese 1985 alternativo y apocalíptico. Además, Regreso al Futuro 2 juega con las paradojas temporales y eso le permite recrear la primera película y al mismo tiempo reírse un poco de su inocencia. Eso sin mencionar ese monopatín volador que todavía estamos esperando.
Más trash y más Sergio Leone que la primera, The Road Warrior es violenta, sucia y sobre todo la película que mi madre no quería que yo viese... y la que yo me moría por ver. Disfrutaba muchísimo con la caracterización de la banda de punks apocalípticos -cada uno tiene su propio look del que se infiere su personalidad- y sobre todo con ese Lord Humungus (Kjell Nilsson) y su máscara de hockey que luego relacionaríamos para siempre con el Jason Vorhees de Viernes 13 3ª Parte (Steve Miner, 1982).
Vale, es muy típica. Pero yo soy yo y no sería tan yo si no la incluyo. Es mi favorita, y es la más Star Wars de todas las películas de Star Wars. Y tengo pruebas. En el Imperio encontramos por primera vez algunos de los elementos más emblemáticos de la saga: la marcha imperial de John Williams, los AT-AT, Yoda, Boba Fett, el duelo de sables láser entre Luke y Darth Vader y el inmediatamente posterior "yo soy tu padre". Por si fuera poco, Leia le dice "te amo" a Han Solo y él responde "Lo sé". Un crack.