121.- Puedes confiar… en que te engañarán

Publicado el 18 octubre 2011 por Javiersoriaj

Puedes confiar… en que la información que salga de Telemadrid jamás será imparcial, ni independiente, ni medianamente objetiva, ni tratará de informar, ni servirá para crear conciencia ciudadana…, aunque sí servirá para dar cobertura a las manifestaciones que convoquen los obispos, a las visitas papales, a las inauguraciones de la marquesa-presidenta, o a los desfiles de las fuerzas armadas… y para criticar a todos aquéll@s que luchan para que el sistema sea un poco menos injusto.
Me ha llegado este artículo publicado por El Confidencial (http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2011/10/17/esperanza-aguirre-ha-sacado-740-millones-de-las-arcas-publicas-para-salvar-telemadrid-85896/), y os recomiendo vivamente su lectura. Yo no voy a entrar a repetir lo que pone en él, por más que me indigne la información que muestra. Más allá de las indecentes cifras que maneja nuestro gobierno autónomico para financiar una televisión que únicamente sirve para manipular y para fomentar mensajes absolutamente parciales, dando coberturas inauditas a algunos eventos, mientras se marginan miserablemente otros; o degradando actuaciones de un tipo mientras se alaban comportamientos indecentes en otros casos… me queda una pregunta: ¿por qué si el PP en genérico, y Esperanza Aguirre en particular, reniegan de lo público, mantienen sin ningún tipo de problema ético, además con esos costes inauditos para los contribuyentes, una televisión pública? ¿Por qué no la privatizan? ¿Por qué lo que sirve para los intereses propios se sale fuera de los márgenes de la ideología que se intenta imponer?
El neoliberalismo y las políticas privatizadoras son devastadoras para las sociedades, pero se me podría argumentar que se plantean en programas electorales y la gente los vota. Pero que se apueste por ello, y luego se lleve a cabo selectivamente, porque es mucho más interesante invertir en televisión manipulada que en educación o en sanidad, es, simplemente, inmoral.
Qué pena que estemos tan ciegos. Ella, y los que son como ella, siguen con su sonrisa de superioridad, porque saben que, hagan lo que hagan, seguirán ganando. Pero eso es otra historia…