125. Darfour (II)

Ayer nos quedamos en el genocidio que alcanzó en 2004 su gran boom pero la atención mediática no lo detuvo. Desde esa fecha hasta hoy en día, goteo de noticias repetitivas y carentes de soluciones: conflicto con Chad, firma de los acuerdos de Trípoli, Resolución de Naciones Unidas, Nuevo Plan Darfour…. Nada de eso ha impedido que Omar al-Bashir siga en el poder firmando acuerdos comerciales con China, que compra el 65 % de la producción petrolífera del país. En marzo de 2009, la Corte Penal Internacional lanzó una orden de arresto contra el presidente de Sudan por crímenes de guerra y lesa humanidad. ¿Qué hizo al-Bahir a los 10 días de conocer la noticia? Nada mejor que un viaje al extranjero, a Eritrea para reírse de la decisión (claro que al día siguiente de haber dictado la orden, en una inauguración se quemó una efigie del fiscal que la había dictado y expulsó a las 10 Ongs más activas en el país (Médicos sin Fronteras, Save the children, Oxfam, ACH…). Varios actores y personajes han clamado por una solución del conflicto que ponga fin a las masacres a la población no musulmana: George Clooney, Mia Farrow, Damon…
¿Y como está el tema hoy en día? Mal. El pasado mes de abril se celebraron elecciones presidenciales y legislativas que confirmaron al presidente en su cargo. Decía el filósofo y escritor Bernard-Henri Lévy tras estas elecciones que hasta la jefa de la misión de observadores de la Unión Europea, Veronique de Keyser (y la fundación de Jimmy Carter) habían confirmado la falsedad y manipulación de las elecciones. Nada más ser re elegido declaró que el conflicto había sido resuelto firmando en Doha un acuerdo con el Movimiento de Liberación e Igualdad. "Solo" quedaba “iniciar la reconstrucción” y realizar un referéndum en 2011 sobre la independencia de Sur Sudan.
Jovenes pescadores en PortoNovo, Benin

¿Qué papel jugará en todo esto Abdul Wahid? En 2006, este líder rebelde se negó a firmar los acuerdos de paz y fue acusado de boicotear el proceso. Un año más tarde se vió lo inteligente de la decisión (ya que no sirvieron para nada). El periodista de la BBC Jonah Fisher ve en él al hombre clave en el futuro de la región. Pero este antiguo señor de la guerra se resiste a olvidar a los miles de muertos que han quedado en el camino. Gráficamente afirma que aunque uno hable de paz con su adversario, no está obligado a hablar de gastronomía con un caníbal. De momento se ausenta de todas las conferencias a las que le invitan mientras medita sus siguientes movimientos. No oculta su ambición de convertirse en presidente de un país pero…. ¿Qué quedará del mismo después de decenas de años de desolación?