13 años de Tartaruga Máxica

Publicado el 04 noviembre 2020 por Lu

No podía ser de otra manera, 13 en 2020. Toca celebrarlo y dar las gracias. Con una película maravillosa y un libro especial.

Amama

Sinopsis: Una historia familiar. El conflicto entre lo urbano y lo rural, pasado y presente, padres e hijos. Formas opuestas de entender la existencia, y una abuela que observa el mundo desde el más elocuente de los silencios.

Mis impresiones: me ha encantado.

En cada nacimiento plantan un árbol y la abuela (amama) les da un color que condiciona futuro y pasado. El rojo es para el trabajador, el blanco para el vago, y el negro para la rebelde.

El hijo mayor (rojo) les falla, nadie le preguntó que quería, y se marcha. Su madre siempre callada y obediente. La presencia constante de la abuela. El padre no quiere ver que las cosas han cambiado, y trabaja a destajo.

Semillas que conservan la sabiduría de nuestros antepasados.

Mi padre y yo no vivimos en el mismo mundo. Aquí él es libre.

Poco a poco se van aislando, se quedan solos cuando la hija (negro) que todavía vivía con ellos se enfrenta a su padre y se va.

Un hombre entrenado para trabajar. Un hombre sin palabras, sin poder pronunciar sentimientos, ni pedir perdón. Un hombre que muestra su amor a la tierra y cree que es lo mejor para todos. No se cuestiona nada.

No te das cuenta de lo que es importante.

¿Por qué siempre te cuesta tanto hablar?

A nosotros nos enseñaron a trabajar.

Una de mis escenas favoritas: su forma de solucionar los problemas familiares con madera, tras un arrebato de rabia.

La redención, el injerto en el árbol, un lugar para morir, película homenaje y ritual de duelo.

Cuando recogen manzanas me transportan a mi niñez, a la aldea. El ataúd abierto evoca historias que me contaron de antaño.

Dirección y guionAsier Altuna. Música Javi Pez, Mursego. Fotografía Javier Agirre Erauso. Reparto Iraia EliasKandido UrangaKlara BadiolaAnder LipusManu UrangaAmparo BadiolaNagore Aranburu. España 2015, 103 min.

La buena suerte de Rosa Montero


Durante el confinamiento Rosa Montero nos reunía los miércoles y sábados en su Facebook, y con su taller de escritura iba tejiendo un hilo de esperanza, a la par que contaba cómo había surgido su última novela, que se publicaría a finales de agosto. Nos mostró las pruebas de cubierta y lo vivimos en primera fila. Fue una experiencia increíble. Con esa enorme carga emocional y un título tan necesario este año, lo propuse para el club de lectura, donde se sumaron voces y perspectivas sobre los temas que aborda, los personajes.

Con lenguaje ágil, con cierto misterio y un protagonista que paso a paso se va transformando, que aprende a empatizar, a valorar la vida, el amor, los pequeños detalles.

Qué injusto que los humanos estemos tan llenos de grandiosos afanes y que luego la realidad sea tan chiquita.

Se diría que ese hombre no ha logrado un acuerdo con la vida, un acuerdo consigo mismo, lo cual, a estas alturas ya todos lo sabemos, es el único éxito al que podemos aspirar: a llegar, como un tren, como este mismo tren a una estación aceptable.

Qué deprisa pasa el tiempo cuando no haces nada. No ser es un alivio.

Ser otro es un alivio. Escapar de la propia vida. Destruir lo hecho. Lo mal hecho. Si tan solo pudiera formatear su memoria y empezar de cero.

Raluca, luz, energía vital, esperanza. Virtud de la alegría. Trajo el título.

Raluca es capaz de hacer posible lo imposible.

Yo es que siempre he tenido muy buena suerte, ¿sabes? Y menos mal que soy así de afortunada, porque, si no, con la vida que he tenido, no sé qué hubiera sido de mí.

.. sólo quería ser otra persona. ¿Tú no has tenido nunca esa tentación?

Inventar consuela.

...la belleza ayuda a curar el dolor del mundo.

La alegría es un hábito.

Presentación de la novela.

GRACIAS 

por acompañarme, 

por leer mis letras, 

por comentar.