Estrenadahace meses en su país de origen, y generosamente exhibida ennumerosos festivales (entre ellos, el de Sitges, en su edición delpasado año), ’13 asesinos’ se inscribe en el marco de un géneroespecífico, el del cine de samurais (la inserción de su nombre enjaponés quedaría aquí la mar de cinéfilo, pero, como no lorecuerdo ahora mismo, les ahorro el trago…), y, según se encargande resaltar buena parte de las críticas disponibles, se “poneestupenda” con motivo de su larguísima y espectacular secuencia delucha final, que desarrolla a lo largo de cincuenta minutos (unratito…) un grandioso espectáculo de sangre, violencia ycoreografía “artemarcialera”, además de reivindicar una visiónun tanto peculiar de eso que comúnmente entendemos por justicia.¿Acogida previsible para una propuesta de este tenor? Si nosatenemos a precedentes recientes (la china ‘Confucio’), que hangozado de una taquilla poco menos que discreta, no cabe esperargrandes resultados. Y es que, al fin y al cabo, Miike, claro está,no es Michael Bay, ni sus samurais, transformers. Cosas de ladenominación de origen…
* APUNTE DEL DÍA: publicada, como anunciaba en la anterior reseña, una nota en Suite101 sobre 'Lunas de hiel', de Polanski (el enlace, aquí). Y pronto, reseña de 'Copia certificada', de Kiarostami (que me ha gustado, y mucho).
* Apuntes sobre el cine que viene LXVI.-