13ª Muestra Syfy. Día 2: Villmark Asylum, Nina Forever, Dentro del laberinto, The green inferno, Vulcania y Parasyte Parte 1.

Publicado el 05 marzo 2016 por Criticasen8mm @Criticasen8mm


Ayer fue un día duro para el aquí presente, mi particular "muestra" incluía dos proyecciones más, a las 10h y alas 12h de pases de prensa, y a eso hay que sumarle que apenas había dormido unas cuatro horas. Todo un reto que debo decir aguanté bastante bien (ya en la última la fuerza se tambaleó, pero supongo que es lógico) dadas las circunstancias. Y todo esto para decir que, en mi caso, empezar el día del viernes en la Muestra Syfy con una película como Villmark Asylum era necesario.
Villmark Asylum, también conocida como Villmark 2, es la segunda parte de Bosque tenebroso (Villmark), aunque es de esas películas que utilizan el nombre de una película exitosa, aunque no tengan relación con ella, para tener su tirón en taquilla de nuevo. Lo curioso es que está dirigida por el mismo director las dos... En cualquier caso, como no hemos visto la primera (aunque muy bien no pinta), nos centramos en esta segunda parte para decir que no contiene ningún estímulo para merecer su visionado. No da terror, no se entiende qué pasa, se hace aburrida y apenas hay un par de muertes medianamente destacables. No sabemos si son fantasmas o no (no lo parecen, ya que pueden morir, pero se presentan como tal), los protagonistas llevan walkies pero nunca se escuchan cuando hablan por ellos y el asesino del silbidito tampoco tiene el suficiente empaque como para imponer. Además, la película "goza" de alguna de las transiciones entre escenas más vergonzosas que recuerdo, más acordes a un mal serial de tv que a otra cosa. Un 'bluf' de esos que diría el señor Mariano Rajoy, pero que particularmente agradecí, que llevaba dos películas ya y vino bien el reseteo cerebral.
Nina Forever se ofrecía a la vez que Dentro del laberinto. Nosotros optamos por revisionar en pantalla grande la segunda, ya que Nina la habíamos visto hace no mucho. La película dirigida por los hermanos Blaine (su debut en la gran pantalla) es una comedia negrísima, tanto que a veces te cuesta pillar un poco el humor, pero que ofrece a la postre una visión interesante y original sobre las relaciones de pareja, las ex y cómo enfrentar su recuerdo la nueva novia. Si el año pasado tuvimos Burying the ex de Dante, aquí la idea se repite, solo que un tanto más bizarra, ya que la novia muerta vuelve sólo cuando los nuevos novios están dándole al tema, haciéndoles gastar cada vez un pico en sábanas nuevas. La premisa es interesante, pero la redundancia y el estancamiento narrativo la acaban lastrando. Una pena, porque se le podía haber sacado más jugo a la idea. Al menos es bastante generosa en enseñar carnaza, lo que seguro es más que suficiente para mantener la atención de algunos.
Dentro del laberinto es una de esas obras deliciosas e ingenuiamente fantásticas (en ambos sentidos) que solo tenían cabida en los 80 y que hay que juzgarlas con la visión y metalidad de la época a la que pertenecen. Tampoco hay que olvidar que es una película familiar, enfocada sobre todo a un público infantil-adolescente, con la edad similar a Jennifer Connelly en la epóca de rodaje (16 añitos) o incluso unos pocos menos (las nuevas generaciones espabilan más rápido que la mía...). Sus marionetas, canciones gratuitas, la enseñanza de madurar y dejar de lado el egoismo y el materialismo, estética fabulista de cuento... La hacen deudora de su tiempo, pero a la vez con un encanto atemporal. Cierto que es bastante infantil, pero la ambientación y los imaginativos muñecos de Jim Henson son una gozada. Y como homenaje a Bowie no tiene desperdicio.
El infierno verde de Eli Roth sigue en espíritu su macabro estilo visto en Cabin fever o Hostel, aunque quizás aquí con una vena cómica (muy negra, evidentemente) bastante notoria. Con referentes como Holocausto canibal, Roth hace lo que más le gusta, teñir de rojo la pantalla, reirse de todo y forzar los límites del mal gusto. Cierto es que este tipo de películas, aunque argumentalmente sea casi tan ingenua o más que Dentro del laberinto, su festival gore salchichero viene de perlas a sitios como la Muestra Syfy, levantando el ánimo con muertes rebuscadas y truculentas, personajes forzadísimos y chistes sobre política. Más allá de su mensaje antiactivismo poco sesudo, es consciente de sus bazas y las sobreexplota. No se siente seria, sino que busca impactar al espectador por el humor grotesto y exagerado. No es una gran película en términos artísticos, pero hay que admitir que se disfruta bastante, sobre todo en el ambiente y con la predisposición adecuadas. Los amantes del gore seguramente justifiquen el visionado.
Vulcania se puso, ya antes de empezar, un factor en contra. Si ya de por sí la Muestra Syfy no se caracteriza precisamente por su puntualidad a la hora de las proyecciones (empezar ya la primera sesión con 20 minutos de retraso casi es como para apuntarlo en "cosas a mejorar urgentemente"), entre el retraso acumulado entre sesiones y la presentación de los actores antes del inicio, la película empezó una hora más tarde de lo previsto. Después del todo el día y con una sesión golfa aún más tarde, estos notorios retrasos no te dejan con la mejor de las predisposiciones, y menos para una película como Vulcania, de ritmo digamos más pausado. Aunque para mí su principal problema es más de guión (que no historia). Se ha cogido un punto de partida interesante, bastante deudor de El bosque de Shyamalan, pero sin intriga alguna y con pocos medios. La ambientación (tanto a nivel artístico como de guión) son bastante pobres, y los problemas empiezan por ahí, cuando no ves un mundo distópico sino unos obreros en una fábrica cualesquiera. Tampoco se les ve en una situación general difícil o represiva como para que la ansiada búsqueda de 'La ciudad' del protagonista cobre la importancia que se le presupone. En general todo ocurre porque así lo dispone en el guión, pero no porque lo sientan los personajes. Además, todo el relato es tan evidente y falto de emoción que su metraje parece más estirado de lo que realmente lo está. De mejores intenciones que resultados.
Y para la sesión golfa, una de japos, debieron pensar. Parasyte es un conocido manga de Hitoshi Iwaaki, que se convirtió, primeramente en anime de 24 episodios y posteriormente en dos películas de live-action, dirigidas ambas por Takashi Yamazaki. El caso es que, aunque la mayoría de la cultura japonesa tenga su toque bizarro, Parasyte no es tan cómica como en una sesión golfa cabría esperar. Me hubiera pegado más, personalmente, la de Eli Roth, por ejemplo. Fuera de este dato, estamos ante media película, por así decirlo, ya que Parasyte Parte 1 acaba finalizando ciertas tramas, sí, pero dejando aún buena parte de la carne en el asador, y con las ganas de saber cómo acaba todo. Ya podía haberse programado la segunda parte para el sábado o domingo...Esta ciencia ficción ambientada en un mundo presente, donde una raza alienígena aterriza en Japón, poseyendo varios cuerpos de humanos y, nuestro protagonista, fruto de una mala simbiosis de uno de estos seres con su cuerpo, es medio alien, medio humano. Tiene combates bizarros, bichos raros, reflexiones morales y una historia curiosa como para ganarse a los amantes de los mangas y sus numerosas adaptaciones. Imaginación, entretenimiento y bichejos raritos, buena mezcla para terminar el día.
¿Y qué nos espera hoy? Ahora mismo estarán echando El niño y el mundo, la película de animación brasileña nominada este año al Oscar, pero como teníamos que escribir, que descansar y ya la habíamos visto, la saltaremos. Empezaremos con The piper, seguiremos con Listening, Joe Begos volverá a la Muestra con The mind's eye (o quienes lo prefieran, verán a Buffy y compañía cantar), el plato fuerte: Bone Tomahawk, y Generation Z para, esperemos, una sesión golfa de risas y cachondeo. En menos de 24h las impresiones.