14 cosas que hacer y que evitar para motivar a los empleados

¿Está tu equipo comprometido al 100% para dar lo mejor de sí día tras día? En una reciente encuesta, menos del 21% de los empleados encuestados se describieron como “altamente comprometidos”. Un 8% admitieron que no estaban nada comprometidos.

Si solo tienes a uno de cada cinco de tus empleados altamente comprometidos es difícil que el tuyo sea un negocio ganador o de éxito. Hay otros estudios que muestran que el compromiso de los empleados proviene fundamentalmente de tres factores de gran importancia:

1. Alineamiento del empleado con los objetivos y la visión de la compañía
2. Fe del empleado en la competencia de la dirección y en su compromiso para alcanzar los objetivos y la visión
3. Confianza en que su supervisor directo apoyará a su gente y les ayudará a tener éxito

Muchas veces se dice que los empleados raramente dejan las compañías. En lugar de eso, dejan a sus jefes o a sus supervisores. El compromiso vive y el compromiso muere en la línea de fuego de tu negocio. Incrementando las conductas positivas de la dirección y reduciendo las conductas negativas, harás mucho para mejorar el compromiso de los empleados. Cuando los empleados con talento están motivados, son capaces de actuar de manera espectacular y construyen y mejoran tu negocio ganador. A continuación, puedes ver algunos consejos para que los directivos y los jefes empiecen a concentrarse en mejorar el compromiso (y en ser mejores jefes)

1. No te enfades

Enfadarse es fácil. Todo el mundo puede hacerlo. Pero enfadarse de la manera adecuada, en el momento oportuno y durante el tiempo necesario es un arte realmente difícil de dominar. La ira no forma parte de tu kit de supervivencia para jefes.

2. No seas frío, distante, rudo, arisco

Especialmente en los tiempos difíciles, los empleados toman a sus jefes inmediatos como referencia y es cuando más necesidad de escucharles tienen.

3. No envíes mensajes contradictorios a tus empleados, nunca sabrán lo que quieres

Que tus mensajes sean simples, estén bien enfocados y priorizados.

4. No mientas a tu equipo

Esto incluye decir cosas en las que no crees. Esto incluye ocultar información. También simple y llanamente mentir. Con la edad en la que empezamos a trabajar, todos hemos sintonizado muy bien nuestros detectores de mentiras.

5. No actúes mostrándote más preocupado por tu propio bienestar que por cualquier otra cosa

Tu éxito llegará a través del éxito de tu equipo. Los detectores de egoístas también están muy bien sintonizados en la mayoría de los empleados.

6. No evites responsabilizarte de tus acciones

Tú eres el jefe. Como tal, la responsabilidad recae sobre ti.

Estás intentando desarrollar la responsabilidad en toda la compañía. Así que predica con el ejemplo.

7. No saltes a las conclusiones sin haber comprobado los hechos primero

Muchos habréis oído la historia de un jefe que empezó a chillar a un empleado suyo que se había perdido una importante reunión aquella mañana. Al cabo de unos minutos, el empleado respondió: “Lo siento, y tendría que haberte llamado. Pero acabo de llegar del hospital. A mi madre le han diagnosticado un cáncer terminal”.

Ahora vamos a ver las cosas que sí que hay que hacer, que son más importantes todavía que las que no hay que hacer…

8. Haz lo que dices que vas a hacer cuando lo vayas a hacer

No hay mejor manera de comunicar el mensaje de que te haces responsable de lo que prometes y de que todo el mundo en tu compañía también debería responsabilizarse de ello.

9. Responde (devuelve las llamadas, responde emails…)

Como directivo, se considera que tu equipo es como si fueran tus clientes. Quieres que tu equipo de ventas responda puntualmente a las peticiones de los clientes, por lo que tú deberías hacer lo mismo.

10. Apoya públicamente a tu gente

Puedes comunicar más tarde y en privado tus desacuerdos y decepciones con tus empleados.

No hay nada que cree más distanciamientos que tus intentos por echar la culpa de tus fracasos a tu equipo.

11. Admite tus errores

…y échate las culpas de los fracasos.

12. Reconoce a tu equipo

Nunca puedes subestimar el poder que tiene simplemente reconocer un trabajo bien hecho.

13. Pregunta y escucha

El directivo del futuro sabrá cómo preguntar más que cómo contar.

Algunas de las palabras más peligrosas que un directivo puede decir son: “Pero, no lo entiendes…”, “Porque yo dije…”

14. Sonríe y ríe

Diviértete. Pero, se genuino; la diversión programada y la risa falsa es peor que no hacer nada.

Cuando sea apropiado, ríete de ti mismo; te hará más humano.