'14', de Jean Echenoz

Publicado el 11 noviembre 2013 por Carm9n @Carmenyamigos

Hoy 11 de noviembre hace exactamente 95 años que se dio por finalizada la devastadora Primera Guerra Mundial. Se presenta, por tanto, como una fecha muy adecuada para charlar sobre la nueva obra del autor francés Jean Echenoz. Y es que el título de la nouvelle, 14, se refiere precisamente al año de comienzo del conflicto- la Gran Guerra, "el suicido europeo" como la denominó el propio autor- que se erige como el verdadero protagonista del relato. Jean Echenoz (Orange, 1947) es un reconocido autor francés que a lo largo de su trayectoria literaria se ha hecho merecedor de numerosos premios como el Premio Médicis, el Premio Goncourt, el Premio Ariestion, el Premio François Mariauc,... Las buenas críticas de sus anteriores trabajos habían ya despertado mi interés por el autor, y la publicación en Anagrama de su nueva obra me decidió a descubrir su prosa. Y me he encontrado con un relato épico minimalista, austero, irónico por momentos y de innegable elegancia.
"Como el tiempo se prestaba a ello de maravilla y era sábado, día en que su cargo le permitía holgar, Anthime salió a dar una vuelta en bici después de comer. Sus proyectos: aprovechar el espléndido sol de agosto, hacer un poco de ejercicio, respirar el aire del campo, y seguramente leer tumbado en la hierba, pues llevaba amarrado a la máquina con un pulpo un libro demasiado gordo para el portabultos de alambre."
Así comienza la historia en 14, con la alegre rutina de Anthime en uno de sus días libres, una rutina que pronto se verá alterada por el estallido de la guerra y la llamada a filas. Un guerra a la que él y sus cuatro inseparables- Charles, Padioleau, Bossis y Arecenel- se alistarán con la alegría y el desenfado que da la casi certeza de que en unos quince días estarán de nuevo en casa...  

Y al tiempo que los hombres se van queda la soledad, el silencio y el vacío de lo que dejan atrás. Y atrás queda, por ejemplo, Blanche, hija de los dueños de la fábrica en la que trabajan Anthime y Charles...
"Y así, las dimensiones de la ciudad, vaciada de los varones como si se los hubieran tragado, parece haberse extendido: aparte de las mujeres, Blanche sólo ve a ancianos y chiquillos, cuyos pasos suenan a hueco como en un traje demasiado holgado." 
La guerra llena y vacía. Todo lo llena de miedo, cuerpos desmembrados, putrefacción y dolor, de ratas y piojos, de desesperación, de hambre y miseria. Y vacía, desaloja las calles y las ciudades, los parques y las fábricas, los hogares. Todos en esta historia de tono coral acaban convirtiéndose en las víctimas de un horror que se dilata en el tiempo y que devasta de una manera para todos inimaginable.
Es impresionante la fuerza de algunas de las imágenes que crea el autor, que sabe mostrar con prodigiosa prosa y gran dramatismo, pero sin escenas lacrimógenas, el horror vivido. Según sus propias palabras, el autor pretende en esta obra un reflejo de la magnitud de ese conflicto bélico mundial pero quizá la restricción impuesta por la brevedad del relato junto con la excesiva minuciosidad descriptiva de algunos momentos no le ha permitido mostrar una visión más amplia, más global, más completa. La atrocidad que nos narra Echenoz es evidente, pero el lienzo en el que nos la plasma se queda a mi entender corto- sesgado y con manifiestos "olvidados"- ante la barbarie que significó la Primera Guerra Mundial, una guerra absurda y sin sentido. 
"Todo esto se ha descrito mil veces, quizá no merece la pena detenerse de nuevo en esta sórdida y apestosa ópera. Además, quizá tampoco sea útil ni pertinente comparar la guerra con una ópera y menos cuando no se es muy aficionado a la ópera, aunque la guerra, como ella, sea grandiosa, enfática, excesiva, llena de ingratas morosidades, como ella arme mucho ruido y con frecuencia, a la larga, resulte bastante fastidiosa."