14 días con Google+: El veredicto

Publicado el 18 julio 2011 por Manuelgross

Por BBC Mundo

Lo bueno y no tan bueno del nuevo rival de Facebook, y algunas hipótesis sobre su futuro.

Hace dos semanas Google lanzó casi en secreto su nueva red social, Google+. Con ella pretende ingresar a un mercado cuyo líder es Facebook y en donde el buscador ya ha intentado jugar sin éxito.

Buzz y Wave fueron los anteriores intentos frustrados de la empresa por competir en este terreno en donde su único éxito ha sido el apoyo a Orkut. Esta red social fue creada como un proyecto independiente por parte de un empleado de la compañía y después respaldado por la empresa. El servicio es muy popular en Brasil e India, pero el motor de búsqueda no lo promocionó en más mercados.

Google+ se encuentra en este momento en “fase de pruebas” con amigos preseleccionados, aunque su apertura total es inminente. Se puede argumentar que lo hace de esta manera para asegurarse de que todo funciona bien antes de atraer más público o que se trata de una estrategia publicitaria destinada a generar interés.

En esta ocasión vamos a repasar lo bueno y lo no tan bueno de esta nueva apuesta, además de analizar qué representa para otros jugadores del mercado como Facebook, Twitter y sus amigos. ¿Me acompañan?

Lo que promete

 

Círculos: Google+ organiza contactos a través de círculos. El usuario puede crear uno para su familia, otro para sus colegas y otro más para sus intereses. Al agrupar a las personas de esta forma -similar a como se hace en la vida real-, es más fácil decidir qué compartir con quién.

Hangout (o quedada): El sistema permite que cualquier usuario que cuente con una webcam organice un “hangout” con sus amigos, que no es otra cosa que un video chat colectivo. Al iniciar una de estas “quedadas” el usuario abre su cámara a sus amigos y estos pueden unirse para hablar en línea cara a cara sin importar dónde estén. Además cada quien decide con qué círculos compartir el “hangout”.

Cómo se comparte: Al escribir algo para compartir, o publicar un vínculo o un video o una foto, el usuario tiene total control no sólo de quién lo puede ver, sino también de qué pueden hacer los otros usuarios con su contenido. Por ejemplo, se puede establecer que ningún usuario pueda republicar una entrada o no permitir comentarios en ciertas ocasiones.

Adicionalmente, si se comete un error al escribir algo, esto puede ser corregido tras su publicación sin necesidad de borrarlo y volverlo a publicar nuevamente.

Fotos: Las personas que cuentan con un teléfono Android pueden disfrutar de una de las opciones qué más usuarios le podría atraer a Google+, el “instant upload” o carga instantánea de fotos del teléfono a la red social.

Cada vez que se toma una foto con un dispositivo Android, ésta se sube inmediatamente a la red social en modo privado permitiendo que compartirla sea más fácil. Los usuarios de Apple -al momento de escribir este blog- están esperando que la empresa apruebe la aplicación.

La comunidad: Esta es una de las cosas más atractivas de esta red social, al menos por ahora. Las cosas que se están escribiendo y compartiendo en Google+ son muy interesantes y el ratio de la ecuación “señal clara (contenido atractivo) vs interferencia (chistes, publicidad, etc)” favorece aún al primero.

Además, la gente de Google está interactuando constantemente con los usuarios pidiendo sugerencias y respondiendo con cambios a la retroalimentación que reciben. Por supuesto todo esto puede acabarse en cuanto la red crezca más: “Recordemos cómo era Quora al comienzo. Alto porcentaje de gente interesante respondiendo preguntas interesantes. Algo que les está costando mantener ahora a partir de su crecimiento”, me dice Andrés Snicoftsky, experto en marketing digital.

Lo que necesita cambios

 

Sparks: Ésta es una buena idea que no termina de cuajar. El usuario le dice a Google qué temas le interesan y a cambio la red social debería darnos una selección de noticias, videos, fotos, etc.. relacionadas con dichos intereses. Aún no es claro cuál es el algoritmo que utilizan para sus sugerencias, pero al menos yo encuentro cosas mucho más interesantes en Twitter o en Google Reader.

Como me dice mi colega Natalio Cosoy: “Creo que podría explotar más las recomendaciones y gustos de los amigos para alimentar las Sparks”.

Versión móvil: En dos semanas he desarrollado una relación de amor y odio con la app de Google+. En el lado positivo encuentro increíblemente útil el que suba mis fotos instantáneamente o que me deje ver lo que otros comparten, fácil y rápido.

Pero no me gusta que no pueda iniciar un “hangout” desde ahí o que no tenga acceso a las sparks, o que no pueda editar lo que escribo. Se nota que está en proceso y que aún le falta trabajo.

Simplicidad: Entre la comunidad de Google+ hay un gran entusiasmo por esta nueva red social. El problema es que la comunidad está compuesta mayoritariamente por amantes de Google y de la tecnología. No estoy seguro que la interfaz de la red social sea muy intuitiva para quienes, por ejemplo, usan Facebook.

Al buscador le preocupa esta situación y de hecho el diseño de los círculos fue creado por un ex empleado de Apple, que sabe una o dos cosas del tema. Pero si lograrán convencer a los usuarios de que la red es simple es, como diría mi abuela, “harina de otro costal”.

Huddle: Este servicio móvil pretende que se puedan enviar mensajes de texto a varios usuarios al mismo tiempo. ¿Se oye bien no? El problema es que para usarlo todos sus usuarios deben tener la aplicación instalada en… Android. Aunque a Google no le guste, no todas las personas cuentan con su teléfono.

No a las organizaciones: Por ahora Google no permite que quienes no son humanos abran una cuenta. Eso significa que ninguna empresa comercial puede tener un perfil. Pero eso también deja de lado a organizaciones no gubernamentales que podrían hacer buen uso de la plataforma.

Nos guste o no, lo social también pasa por la interacción con grupos e instituciones y Google no puede pasar eso por alto.

* Antes de seguir me veo forzado a hacer una pausa para agradecer al paciente lector que a pesar de tanta cascada de texto sigue aquí (”¿Mamá, eres tú?”). Es difícil escribir una reseña en pocas líneas sin simplificar demasiado, pero ya casi acabamos.

 

La bola de cristal

Me gusta mucho esa frase de Manuel Castells, catedrático de la Universidad del Sur de California: “Las redes sociales venden libertad y si no la dan, sus usuarios se irán a otro lado”.

Ni Google+, ni Facebook, ni Twitter son eternos. Existen en la medida en que responden a las necesidades de sus usuarios y cuando dejan de hacerlo fallecen. Si no me creen pregúntenle a Friendster o MySpace o Bebo.

Google claramente quiere robarle mercado a Facebook y es posible que logre herirlo, pero no de muerte. Poco a poco Facebook se ha ido transformando de ser sólo una red social a convertirse en una plataforma social de entretenimiento y hacia allá se dirige.

A algunos de los usuarios de Facebook a los que pregunté por Google+ no sabían que existía o dudaban que fuera a tener éxito. El mensaje además fue: “sólo me cambiaría si se mudaran todos mis amigos”.

Twitter, por su parte, parece menos amenazado que la red de Zuckerberg en la medida en que sigue siendo una plataforma abierta, instantánea y sin vínculos entre sus usuarios. La gran ventaja de esta red es su capacidad de influenciar a otras plataformas, llámense medios de comunicación, movimientos sociales o empresas. Es la voz digital de internet, no sólo una red social.

Sus usuarios parecen compartir dicha opinión. “Prefiero Twitter mil veces, es realmente útil, eres un ‘radioaficionado’ pero en IP”, me dice @amolina_ec. “Twitter, te da mayor libertad!!”, agrega @VictorCoria.

Pero quizá Google+ representa una amenaza para otras redes sociales, de nicho, que podrían perderse ante tanta oferta.

“Definitivamente le veo futuro. Para mí le ha quitado razón de ser al LinkedIn en mi flujo de comunicación profesional, mi mercado social está basado en Gmail, así que con que sólo estuvieran los 100 millones que tienen Gmail me doy por servido”, me cuenta Emilio Osorio, fundador de Sistemas Humanos.

Más allá del éxito o fracaso de Google+, una cosa parece clara en cualquier rincón social que uno pregunte sobre el tema: la competencia es buena porque expande las opciones de los usuarios.

La libertad está servida.

14 de Julio de 2011.  Por BBC Mundo

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Fuente: El Mostrador  

Imagen: Google+ tips