Para que eso no te ocurra, te dejo estos 14 tips que pueden serte útiles:
1.- Empecemos por el principio: compra ropa deportiva, diseñada específicamente para ese fin. La ropa normal está confeccionada con tejidos que están preparados para un uso cotidiano, donde la transpiración suele ser menor. No hace falta que sea cara, pero sí adecuada para la actividad que vas a desarrollar.
2.- Mira y haz caso siempre de las etiquetas de la ropa que compres para mantenerla en buen estado el mayor tiempo posible. Fíjate en el tipo de lavado (mano o lavadora), la temperatura recomendada, si admite o no lejía, si se puede planchar, si se puede meter en la secadora, etc. Te dejo este enlace, donde puedes encontrar el significado de los símbolos de las etiquetas textiles.
3.- Lávala lo antes posible y no la dejes en el cesto de la ropa sucia durante días. Esa es la mejor manera para que el olor se asiente a sus anchas en tus prendas. Y, por supuesto, sácala de la bolsa del gym según llegues a casa. Ya sé que poner la lavadora para cuatro cosas no es lo más aconsejable para ahorrar electricidad, así que te recomiendo que dejes las prendas en remojo con bicarbonato o con un poco de jabón neutro.
5.- También puedes quitar el olor persistente echando unos puñaditos de sal de cocina sobre la prenda humedecida y dejándola reposar para que neutralice el sudor. Con 2 ó 3 horas será suficiente. Luego puedes lavarla como siempre.
6.- Procura no ponerte la misma ropa dos días seguidos (lavándola antes, se entiende). Es mejor ir alternando prendas para darles un cierto respiro, que las mantendrá más frescas.
8.- No añadas suavizante a la ropa si se trata de tejidos de tipo técnico, porque estropearán las fibras.
9.- Utiliza programas de entre 30-40º de temperatura. Hay lavadoras que tienen programas específicos para ropa sintética o deportiva.
10.- Saca la ropa de la lavadora según termine y tiéndela, para que no acabe con tufillo a humedad.
11.- Deja secar bien las prendas antes de guardarlas, evitando el sol o la secadora. Muchos tejidos que se usan para deporte no resisten bien el calor directo y, si además ya han cogido olor, es la mejor forma de fijarlo para siempre.
12.- Comprueba si se pueden planchar. Si la respuesta es sí, hazlo a la temperatura recomendada; si es que no, ni se te ocurra. No sólo puedes estropearlas (que levante la mano quien no se haya quedado con media camiseta pegada en la plancha), además es fácil que el aroma a sudor no que vaya nunca más.
14.- Si la ropa es negra, utilizar un recuperador de color de vez en cuando (si se trata de algodón u otras fibras naturales, así como el rayón y la poliamida) no sólo la dejará como nueva, además eliminará el mal olor durante una buena temporada.
Espero que te haya sido útil. ¿Tienes algún truco para este oloroso asunto? Siéntete libre de compartirlo, este blog está abierto para ti.
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