Todos tenemos secretos.Todos somos culpables de algo.Y los niños no son siempre tan inocentes.
Reseña:Vi este libro hace un mes en una librería en Cambrils (la librería más bonita que he visto nunca, no sé si alguno la conocéis, os pongo foto más abajo, es preciosa). Realmente, el primero que me llamó la atención fue el de "la desaparición de Annie Thorne" pero vi que fue publicado a posterior y como encontré un ejemplar de este en edición de bolsillo en, no me lo pensé más, ¡Me lo quedé!
La verdad es que es un libro corto, se lee rápidamente y genera intriga. Su consecución consta de dos líneas de tiempo, una en el presente y otra en la niñez del protagonista, cuando se sucedieron los hechos que lideran toda la trama.
La autora nos presenta un grupo de niños de unos 10-12 años alguno más bueno que otro pero traviesos todos, ya se sabe el peligro que tienen los niños a esa edad y, en la de líos que pueden llegar a meterse... Nuestro protagonista, Eddie "Monster" como lo llaman sus amigos, es un chiquillo al que le gusta coger cosas que no son suyas. Y, aunque el punto de inflexión en la historia empieza con un accidente de feria, lo que realmente da comienzo a los enigmas son los mensajes de tiza que empiezan a dejarse unos a otros en frente de sus casas, cada uno de un color distintivo para saber en cada momento de quien era el mensaje.A partir de aquí y a lo largo del tiempo suceden diversos hechos inexplicables a los que se dará respuesta a lo largo de la lectura.Vemos como todo esto resurge en el presente del protagonista cuando aparece uno de sus antiguos compañeros de pandilla que quiere hablar con él, trayendo consigo el pasado de todos.Aunque la trama por la sinopsis prometía mucho, uno de los principales motivos que han influido en que no disfrutara todo lo que habría podido de la novela ha sido la falta de conexión con Eddie, sobre todo con el del presente, eso ha hecho que me costara acabar de meterme en la trama. Lo he sentido muy ajeno a mí, muy resignado y me ha parecido una vida bastante triste.Otro factor y, el más importante, es que lo de los mensajes encriptados me llamaba mucho la atención, era básicamente lo que me hizo comprar el libro y, que al final todo se explicara con relativa "sencillez" me ha dejado con el gusanillo y con un sinsabor.En definitiva, un libro ameno y muy rápido de leer, con varios enigmas intrigantes pero que no ha estado a la altura de mis expectativas.