Reseña:El nombre del viento, por fin, es un honor para mí reseñar una novela de tal calibre. Este libro lo leí hace como 5 o 6 años, ya he perdido la cuenta y, hace poco salió como opción de lectura en la lectura conjunta de la que formo parte. Ahí vi mi oportunidad, más aún después de que un compañero mío me comentara que a finales de año publicarían la tercera parte (no estoy muy convencida de que realmente sea así, pero la esperanza es lo último que se pierde). De tal forma que hace unas semanas lo releí, feliz de poder volver a sumergirme en las palabras de Patrick Rothfuss.
Empezaré hablándoos del comienzo, esas dos primeras páginas, que, para mí, constituyen el mejor principio que he tenido el placer de leer. Y, por qué, os preguntaréis… Pues porque para mi es poesía, su prosa, la forma en la que liga las palabras tiene música propia. Sí, lo sé, estoy poniéndome sensiblera, pero es que realmente me encanta.
Y así, con esas dos páginas, ni más ni menos, te cautiva durante el resto de la lectura. La particularidad que posee entre muchas otras la novela es que empieza por el final, y no por cualquier final, sino por el que presumo será el del tercer libro. Empieza con Kote, un tranquilo posadero y con Bast, su aprendiz, que posee mucho más que rasgos humanos. Pero, sobre todo, empieza con la aparición de Cronista, un hombre que se dedica a contar la verdad sobre las historias y, que puede serlo más que la Kvothe y su leyenda. La verdadera historia empieza cuando este convence a Kvothe de contar su historia, la de verdad y, lo hará en 3 días (sí, cada libro es un día) y, es de esta forma que nos adentramos en sus vivencias.Entre ellas conoceremos a Kvothe, que en un inicio no es más que un chiquillo, muy inteligente pero un niño aún. Conoceremos a su familia, los Edena Ruh, artistas itinerantes, aquellos que le enseñaron todo sobre actuación y música, formándolo en aquel que será su instrumento, el laúd. Durante sus viajes conocerá a un hombre, un arcanista, aquel que ha completado sus estudios en el arcano (en la universidad) y que le enseña todo lo que está en su mano para que, llegado el momento el pueda decidir proseguir sus estudios si quisiera.Todo podría haber sido muy distinto en la vida de Kvothe sino fuera por la aparición de aquellos cuentos de leyenda hechos realidad, los Chandrian y, las desgracias que los acompañan. No os diré más, pero a partir de su aparición y de sus consecuencias, la vida de nuestro protagonista se verá trastocada radicalmente y, vivirá un sinfín de aventuras, entre ellas, su paso por la universidad, que es sin duda alguna mi parte favorita de la novela. Puede sonaros banal, pero os aseguro que nada que salga de la pluma de Patrick puede serlo. Yo no os explico más porque quiero que descubráis como yo lo hice, las maravillas que esconde este libro y, más aún, el placer de leerlo.En definitiva, el mejor libro de fantasía que he leído nunca, por encima de Juego de Tronos y marcando la cúspide del género para mí. Sé que son unas expectativas elevadas, pero realmente la prosa de Patrick es una maravilla hecha libro y espero que, si no habéis tenido la oportunidad de disfrutarla, la tengáis ahora porque si algo tengo claro es que merece la pena.
Por su maestría como narrador y la originalidad de sus historias, la crítica ha equiparado a Rothfuss con grandes escritores como J.R.R. Tolkien, Ursula K. Le Guin y George R.R. Martin. Lectores de todas las edades y aficionados o no a la literatura fantástica recomiendan con entusiasmo esta novela, destinada a convertirse en un clásico.
Patrick Rothfuss vive en Wisconsin y, aparte de dedicarse a la escritura, dirige Worldbuilders, una organización benéfica con fines humanitarios. Actualmente está trabajando en la revisión del esperadísimo tercer volumen de la serie «Crónica del Asesino de Reyes»¿Lo habéis leído? ¿Os gustó tanto como a mí? Y si no... ¿A qué esperáis?