Drama doméstico que nos representará este año en los óscars sobre un adolescente rebelde de catorce años al que Gracia Querejeta aporta el tono melancólico habitual en ella y un cierto suspense y que se resuelve con una naturalidad que puede resultar previsible o con menos intensidad de la que nos conmovería a tope.
A mí me parece plausible y me gusta que Gracia Querejeta filme este tipo de películas, en las que lo cotidiano y familiar es protagonista, sobretodo cuando parece estar de moda todo lo contrario; pero su sutileza, su exploración de sentimientos a través de simples miradas o silencios le resultara tibio a muchos espectadores que buscan emociones intensas en un cine. Le parecerá mejor la película quien no disfrute sólo con lo explícito.