15-J y 19-J: nunca ha habido más motivo

Publicado el 14 junio 2011 por Eowyndecamelot

14J y 15J

Expongo a continuación algunos comentarios sobre una serie de noticias que se han producido estos días, y que ofrecen una idea bastante clara (las noticias, no mis comentarios) de cuál es exactamente la situación política por la que estamos atravesando actualmente, en el ámbito tanto nacional español y catalán como global, y por qué son necesarias las movilizaciones del 15-J y el 19-J. Están en orden cronológico inverso.

Lunes, 13 de junio. ¿Alguien creía en realidad que los recortes de Mas y sus compinches iban a beneficiar a algún catalán no perteneciente a la elite político-económica de este bendito país? ¿Alguien se ha creído que la Llei Ómnibus no está basada en la doctrina del shock? De momento, que se lea esta noticia. Porque habrá más.

Domingo, 12 de junio. Rechacemos de plano ese pacto del euro que profundiza, como si fuera posible hacerlo más aún, en la Europa neoliberal y genocida en cuanto a las clases populares.

Sábado, 11 de junio. Sobre la crisis de los pepinos: ¿para qué sirve un gobierno que no defiende a sus ciudadanos, o por lo menos a los más desfavorecidos que no pueden pagar a cambio prebendas en dinero y especie, de los prejuicios reales o oportunistas esgrimidos por las naciones punteras de la UE?¿Para qué sirve un gobierno que es suficientemente fuerte para restringir derechos sociales impuestos por lobbys económicos internacionales y que al mismo tiempo no tiene las gónadas de exigirles a estos o a los países que los representan un mínimo de dignidad, justicia y solidaridad cuando han metido la pata hasta la misma rodilla? Pues para ser derrocado ahora mismo, por mucho que juegue a marear la perdiz. Y no para poner a otro aún más fascista en su lugar. Spanish Revolution. YA.

Viernes, 10 de junio. Las consecuencias del fracaso de la negociación colectiva conocidas el pasado 3 de junio no se han hecho esperar, y aquí va otra. No participo activamente en los sindicatos (por tanto, mis críticas contra ellos han de ser necesariamente muy cautas), ignoro las presiones a la que están sometidos y comprendo su necesidad de un apoyo popular, tan exiguo en estos tiempos desmotivados, aunque no puedo negar que no tengan una gran parte de culpa en esta circunstancia. Pero sea como sea, el hecho de no persistir en su lucha contra la patronal ni invocar medidas para conseguir que no se reforme la negociación colectiva de forma lesiva para l@s trabajador@s nos deja en manos de un decreto-ley del Gobierno sobre el que no se necesita ser un superdotad@ para adivinar a quién beneficiará. Y esta reforma de la negociación colectiva, nuestra única garantía de justicia laboral, no va a ser moco de pavo y probablemente las derivaciones sean muchísimo peores de las que ocultan los medios de comunicación del sistema: me temo que en breve podremos reírnos de la de 2010 si sigue adelante, que seguirá si no la impedimos. Algo más de info sobre el tema la tenéis (no son fuentes del todo contrastadas, pero creo que hay que leerlas) aquí y aquí.

Jueves, 9 de junio. Por fin Felipe Puig admite errores sobre lo sucedido el viernes, 27 de mayo, como tod@s sabéis, la carga policial sobre l@s indignad@s del movimiento 15-M acampad@s en la Plaça Catalunya de Barcelona y en Lleida, con la infumable excusa de la posible celebración de la Champions del Barça, que nos regaló imágenes dignas del mejor franquismo y de las actuaciones más notables de los poco añorados grises. Desde luego que se equivocó, afirma, pues, al haber subestimado la pretendida violencia de l@s acampad@s, aún tenía que haber ordenado a l@s mader@s pegarles más fuerte.
Y aquí me gustaría hacer un inciso y añadir algo que me viene rondando por la cabeza desde hace bastante tiempo: aunque en algún momento, llevada por la rabia, pudiera haber manifestado u hecho creer lo contrario, me resisto a creer que el solo hecho de pertenecer al gremio policial convierta a una persona en un fascista en potencia y/o en acto, como este elemento. Sería hacerme cómplice del típico y tópico pensamiento simplista y afín a generalizar, que lleva a prejuicios como la xenofobia y el racismo. Pero, aunque creo que es cierto que nuestro corrupto sistema judicial puede llegar a corromper a agentes del orden llen@s de buenas intenciones (aparte de que los filtros psicológicos de entrada de efectiv@s en los cuerpos policiales no creo precisamente que discriminen a seres como el anteriormente citado, más bien al contrario), lo que me parece incontestable es que los efectivos policiales tenían órdenes muy claras: algun@s tal vez incluso las cumplieron (concedo el beneficio de la duda) a disgusto. Y ciertas intenciones del señor (es un decir) Felip Puig publicadas recientemente apuntan de manera clara a esta hipótesis…. Por cierto, parece ser que la escuela de Puig tiene seguidores. Y, si siguen así, también tendrá más respuestas.

Martes, 31 de mayo. Hay libros que no deberían existir sobre la faz de la tierra. Volúmenes llenos de impías y sacrílegas abominaciones que nos hacen pensar en insondables abismos de terror absoluto inconcebible por cualquier imaginación humana. Entre ellos se pueden citar Unnaussprechlichen Kulten, de Von Junzt; De Vermiis Mysteris, de Ludwig Prinn; Cultes des Goules, del Conde D’Erlette; Fragmentos Pnakóticos, de autor anónimo y, last by not least, el deleznable Necronomicon, del árabe loco Abdul Al-Hazred. Pero el peor de todos es sin duda el Diccionario Biográfico Español, encargado por Aznar, presentado por Juanka, Sofi y la Sinde, y sufragado con casi siete millones de dinero público. En él se pronuncian horrores como el que reza “”[Azaña] se vio anulado por la iniciativa revolucionaria de las sindicales obreras armadas, pero se le mantuvo en el poder para que llenase, de cara a Europa, la imagen de un republicanismo democrático. […] Su situación se agravó durante el Gobierno, prácticamente dictatorial, del socialista Negrín, en coalición con los comunistas” y . Pero lo peor no son las infamias de las que hace gala esta obra, sino el hecho de que algunos seres sin nombre ni forma hayan llegado a escribirlas y otros a patrocinarlas confiando que la credulidad de l@s español@s le den fe, consiguiendo que est@s se autoprecipiten de este modo a la aniquilación final.

Viernes, 27 de mayo. Esta noticia, que quedó algo ensombrecida por el violento desalojo de l@s acampad@s, relacionaba el ERE de Telefónica (que al final será de 6.500 personas en tres años), auspiciado por la empresarialmente servil reforma laboral del Gobierno, con las 15.000 prejubilaciones en las cajas de ahorro, asistida por la Ley de Cajas. Perdonadme, pero aunque los medios que han consultado establecen diferencias entre quién va a pagar estos ERES reales o simulados, si nosotr@s directamente o nosotr@s indirectamente, yo solo veo que de nuevo los trabajador@s quedamos desprotegid@s, y además doblemente, si no es con nuestros numerosos impuestos será con alguna subida de tarifas (además de perder nuestros puestos de trabajo, naturalmente). Si no, al tiempo. Y eso sin contar los premios concretados en los incentivos a los directivos, con los cuales se pagaría sobradamente el sueldo de es@s despedid@s durante mucho tiempo.

Viernes, 3 de junio. Anglada, Albiol, y ahora la Generalitat en pleno. “Son ayudas de Catalunya y para gente de Catalunya, afirma el ‘conseller’ de Malestar Social de la Generalitat de Catalunya Josep Lluís Cleries. Con estas palabras, el susodicho suprime de un plumazo las ayudas por niñ@ a cargo a los inmigrantes que lleven menos de cinco años de residencia en Catalunya. Sugiero humildemente, para que no haya lugar a dudas,. que a estos recién llegados se les obligue a coserse cruces ortodoxas, medias lunas islámicas o, en el caso de religión idéntica, las banderas de sus lejanos países mientras no cumplan el requisito de ser considerad@s catalan@s de pleno derecho (y pensar que antes bastaba con trabajar y residir en Cataluña, ¡qué discriminación para l@s auténtic@s hij@s de Pompeu Fabra!)

Primero tomamos las plazas. Ahora toca tomar el Parlament para impedir que se aproben estas destructivas medidas. Y esto no se acabará, o no se debería acabar, aquí.