Si como yo disfrutas de la compañía de una mascota, un perro o un gato, entonces seguramente sabrás lo que es una mirada anhelante, suplicante, esa cara triste y esos gemidos cuando la mascota entiende que nos vamos de viaje a alguna parte. En mi caso, en cuanto abro la maleta mi yorkshire empieza a ladrar como un poseso y a dar vueltas sin parar alrededor de ella.
Imagina por un momento a los funcionarios de aduanas o a los empleados de seguridad del aeropuerto si no llegas a echar ese último vistazo al equipaje y encuentran al inesperado pasajero.
Por lo tanto, si no acostumbras a hacerlo y tienes una mascota en casa es muy recomendable asegurarse de que no llevamos un pasajero inesperado a bordo.
Si te ha gustado este artículo no dejes de visitar la Página Principal de Husmeando por la Red, encontrarás cientos de artículos y noticias tan curiosas e interesantes como esta.