En este post os reseño una selección de las mejores novelas de Juan Villoro, uno de los principales narradores mexicanos y autor de la novela El Testigo (Premio Herralde 2004).
¿Hay vida en la Tierra? cuenta cien historias tan diversas como contundentes, cien relatos apoyados en una prosa adictiva. Juan Villoro analiza el extraño misterio de ser mexicano, se ocupa de la forma en que la tecnología modifica nuestras relaciones, desarrolla una teoría del mariachi, presencia una confesión del escritor japonés Kenzaburo Oé, conoce a dos tortugas en el campo de concentración de Dachau, abre una maleta que encierra el dolor del exilio republicano, enfrenta el desafío mayúsculo de pedir un capuchino y diseña un episodio de Los Simpson en el Distrito Federal. Hilarante catálogo de las paranoias, malentendidos, molestias e ilusiones que conforman la vida cotidiana, ¿Hay vida en la Tierra? traza un singular retrato de nuestra época. El registro de los sucesos transita con fluidez de lo culto a lo popular. Los afilados aforismos de este libro pueden venir de Nietzsche, una galleta china de la suerte, un gurú del kung-fu, un taxista extraviado, una niña de siete años o un peluquero deprimido. Imprescindible manual de primeros auxilios para entender la forma en que el presente se convierte en tradición, ¿Hay vida en la Tierra? revela secretos para cuidar amistades como peces dorados, llegar al destino con oportuno atraso y entender la despedida como un poema épico. Villoro, en una exhibición literaria de primer orden, logra que la indómita vida diaria adquiera sentido al ordenarse en una historia.
8.8: el miedo en el espejo es la crónica de siete minutos de vértigo en los que “se palpó el sabor de la muerte” y de la semana de fiebre que les sucedió: el 27 de febrero de 2010, a las 3.34 de la madrugada, un violento terremoto de 8.8 grados de intensidad hizo temblar Chile, desplazó la ciudad de Concepción 3 metros y 27 centímetros y acortó el día en 1.26 microsegundos. 8.8: el miedo en el espejo es también una reflexión sobre cómo reaccionan los hombres cuando sienten la muerte cerca, una meditación sobre el azar y el destino o el intento de explicar cuáles son los efectos de los cataclismos y temblores de la tierra en el mundo globalizado de Facebook o Google Earth. Y todo ello narrado desde esa incisiva y peculiar manera de escribir de Juan Villoro, en la que conviven la ironía y el humor con la confesión melancólica o el chispazo perdurable de la idea luminosa y rotunda.
Hubo un tiempo en que las playas eran un sitio de descanso. En la época del turismo extremo los viajeros necesitan otras emociones. El ex rockero Mario Müller descubre una visionaria posibilidad en el Caribe: los placeres del miedo. Y a orillas de un inmenso arrecife de coral edifica La Pirámide, resort que ofrece peligros controlados hasta que un buzo muere fuera del agua. Reflexión sobre los daños que elegimos para intensificar la vida, esta apasionante novela describe una nueva ecología: el cambio climático vacía los hoteles y el lavado de dinero los regenera como emporios fantasma. Pero Arrecife también es una historia de amistad, amor y redención. Villoro, uno de los mejores escritores latinoamericanos, otorga realidad a una utopía: los problemas de ese paraíso son las virtudes de una novela excepcional. Juan Villoro Ruiz es un escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo. Vive entre México y España, país donde tiene un piso en el Ensanche de Barcelona y enseña literatura en la Universidad Pompeu Fabra.
De eso se trata prosigue la senda iniciada por Juan Villoro en los ensayos de Efectos personales. El narrador convierte sus lecturas en relatos de la inteligencia. Una excepcional galería de personajes recorre estas páginas: el Casanova de las mil fugas; Goethe atrapado en la geometría del amor; Cervantes, fundador de la ro ad novel; Rousseau, que une su destino a la arriesgada noción de autor. Retratos con paisaje, muestran a un narrador sumido en la aventura de leer. Las anécdotas se suceden como en una novela y los comentarios surgen con el ingenio de una feliz tertulia. Un viaje dialogado con amenidad y agudeza. Un caso superior de la pasión razonada. Juan Villoro Ruiz es un escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo. Vive entre México y España, país donde tiene un piso en el Ensanche de Barcelona y enseña literatura en la Universidad Pompeu Fabra. Villoro ha sido un crítico recurrente de varios aspectos de las redes sociales y en general del manejo que se da a la información en los medios digitales.
Sergi Pámies ha descrito a Juan Villoro como «un crack de la literatura futbolística mundial». Durante varias décadas, el escritor mexicano se ha ocupado del oficio de patear balones y del delirio colectivo que convoca. Dios es redondo ofrece una vibrante crónica de la religión laica que llena los estadios, las mitologías y supersticiones de un deporte que ocurre en el césped pero también en la mente de los aficionados. La divertida y muchas veces épica aproximación literaria de Villoro puede cautivar al forofo deseoso de compartir datos reveladores al calor de una tertulia, pero también al curioso -y aun al enemigo del fútbol- interesado en conocer las causas que llevan a proferir alaridos en nombre de un equipo. Enviado especial a los mundiales de Italia 90 y Francia 98, Villoro domina el arte de escribir al borde de la cancha, pero también el tono reflexivo. El ensayista de Efectos personales (Anagrama, 2001) sabe que los grandes goles duran toda la vida y definen los destinos de quienes los presenciaron. Dios es redondo rinde tributo al más colorido de los divos del pie privilegiado, Diego Armando Maradona, registra las glorias y los excesos de la liga española, ofrece indelebles estampas del último Mundial del siglo XX y brinda un notable ejemplo del arte de la conversación con Jorge Valdano. El pulso del novelista de El testigo (Anagrama, 2004) entronca en estas páginas con el ritmo tenso del cronista, dispuesto a atrapar la vida secreta de los goles, las razones que eternizan lo que ocurre en un instante.
Efectos personales es el primer volumen de ensayos literarios del narrador mexicano Juan Villoro. Testimonio de afinidades electivas. Efectos personales incluye una reconstrucción de la convulsa estancia de Burroughs en México, la indagación del exilio póstumo de Bernhard, un mapa para llegar a Calvino y la expedición a libros inagotables. Juan Villoro Ruiz es un escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo. Vive entre México y España, país donde tiene un piso en el Ensanche de Barcelona y enseña literatura en la Universidad Pompeu Fabra. Villoro ha sido un crítico recurrente de varios aspectos de las redes sociales y en general del manejo que se da a la información en los medios digitales. Juan Villoro es además maestro de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y fue miembro del consejo rector del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo que anualmente entrega en Medellín.
Dos temas articulan la sugerente trama de El disparo de argón: la mirada y la ciudad. Un espacio definido les sirve de vínculo: la clínica de ojos del doctor Suárez, versión mexicana de la célebre Clínica Barraquer en Barcelona. Casa de los signos, el edificio levantado por Suárez pretende servir a la vista y a la visión, a la salud y las formas trascendentes que entran por los ojos. Pero este ideal ocurre en un México convulso, donde el tráfico de órganos es una activa variante de la economía informal. El sueño ha sido pervertido y Suárez no puede ser localizado; el gran profeta de la vista se ha vuelto invisible. Su discípulo Fernando Balmes debe buscar el hilo que lleve al maestro. Todo lo que pasa por sus ojos –la ciudad, la clínica, los otros– se somete al rigor del oftalmólogo hasta que algo nubla su horizonte. Juan Villoro Ruiz es un escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo. Vive entre México y España, país donde tiene un piso en el Ensanche de Barcelona y enseña literatura en la Universidad Pompeu Fabra.
Juan ya tiene planeadas las vacaciones de verano. Sin embargo, su madre ignora sus planes y lo deja en casa de tío Tito, un bibliófilo empedernido que come con la boca abierta y adora las arañas porque lo protegen de los mosquitos que lo distraen en sus lecturas. Ahí, escondido entre los miles de ejemplares de la biblioteca de su tío, Juan tendrá que en encontrar El libro salvaje, un libro rebelde que se resiste a la lectura y que guarda entre sus páginas un secreto destinado al lector que sea capaz de atraparlo. Juan Villoro Ruiz es un escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo. Vive entre México y España, país donde tiene un piso en el Ensanche de Barcelona y enseña literatura en la Universidad Pompeu Fabra. Villoro ha sido un crítico recurrente de varios aspectos de las redes sociales y en general del manejo que se da a la información en los medios digitales. Juan Villoro es además maestro de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y fue miembro del consejo rector del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo que anualmente entrega en Medellín.
En tiempos de las redes sociales la conversación es un arte en decadencia. Se trata de una pérdida significativa. Para Borges, la cultura se originó gracias a «unos cuantos griegos conversadores». Quien dialoga se sirve de la inteligencia en forma libre y gratuita; aplaza las certezas, las opiniones definitivas, la voluntad de tener razón, y descubre con asombro ideas propias. A contrapelo de la celeridad contemporánea, Stavans y Villoro se han servido de Internet para dialogar dilatadamente, como lo hubieran hecho en un café, explorando su pasión común por la literatura y las circunstancias en que ocurre. El ojo en la nuca es una conversación en tono suelto, atrevido, que incluye las hipótesis, las confesiones, los desahogos, las bromas, las anécdotas y las interpretaciones que no siempre llegan a la versión definitiva de los textos pero los sustentan en secreto. En este singular y fascinante intercambio de perspectivas, el ojo sólo podía estar en la nuca.
El autor mexicano siempre ha demostrado su compromiso con la difusión de la cultura con su dedicación a la docencia, su labor como agregado cultural, como director del suplemento cultural de un diario mexicano o colaboraciones en El País. Su producción literaria abarca diversos géneros, presentamos esta selección de relatos llenos de sorpresas. Juan Villoro Ruiz es un escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo. Vive entre México y España, país donde tiene un piso en el Ensanche de Barcelona y enseña literatura en la Universidad Pompeu Fabra. Villoro ha sido un crítico recurrente de varios aspectos de las redes sociales y en general del manejo que se da a la información en los medios digitales. Juan Villoro es además maestro de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y fue miembro del consejo rector del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo que anualmente entrega en Medellín.
Julio Valdivieso, intelectual mexicano emigrado a Europa, vuelve a su país después de una larga ausencia. El PRI ha perdido al fin las elecciones y se inicia un peculiar período de transición. Julio vuelve a ese tiempo extraño de los regresos, donde se reencuentra con lo que pudo ser. En ese retorno se enfrenta a las claves de un amor perdido, la leyenda viva del poeta Ramón López Velar-de, un episodio de la guerra cristera del que depende su propio nombre. Regresa a una Ítaca azotada por el crimen organizado, la política entendida como conspiración, un México donde las cuentas mal saldadas de la Revolución vuelven con aire de tragicomedia y la épica se vuelve telenovela. El testigo es una irónica revisión de los mitos del mundo contemporáneo y una exultante reivindicación de la poesía como sustrato perdurable en el caos de la historia. Premio Herralde de Novela. «Un mundo ficticio excepcionalmente vívido y una demostración del poder testimonial de la ficción» (Chris Andrews, Times Literary Supplement); «Una de esas obras mayores que dan sentido a una vida en la literatura» (Christopher Domínguez Michael, Reforma); «Cuando ya a nadie se le ocurría ni preguntar si es posible escribir la Gran Novela Mexicana, Villoro puso una en la mesa» (Álvaro Enrique, Letras Libres).
Un boxeador que manda a la lona a sus adversarios a fuerza de resistencia, un hombre enamorado de la duplicada magia de unas gemelas, un apostador de hipódromo que finge fabulosas ganancias para financiar una amistad y un escritor cuya obra surgió de una pluma ajena… Protagonizadas por perdedores gloriosos y solitarios, que entienden el mundo a partir de códigos y éticas estrictamente personales, este libro ofrece insólitas visiones de la vida. La casa pierde es una reunión de diez historias que exponen, sin concesiones aunque con delicado sentido del humor, la condición de estos hombres que súbitamente han dejado de ser jóvenes y se encuentran frente a frente con el progresivo fracaso y el amplio coto de su soledad. Juan Villoro Ruiz es un escritor y periodista mexicano, Premio Herralde 2004 por su novela El testigo. Vive entre México y España, país donde tiene un piso en el Ensanche de Barcelona y enseña literatura en la Universidad Pompeu Fabra.
Los culpables ofrece una brillante reflexión sobre las posibilidades de la voz hablada. Los seis cuentos y la nouvelle que integran este volumen de Juan Villoro han sido escritos en primera persona. A través de ellos, el escritor no busca ser un taquígrafo del habla real, sino explorar la forma en que alguien podría hablar en un momento crítico y revelador. Un mariachi harto de su éxito folclórico, un futbolista al borde del retiro, un ejecutivo que pierde demasiados vuelos, un guionista que edita con tijeras para rebanar pollos, un limpiador de ventanas suspendido en un andamio, un viajero que adopta una iguana y un anfitrión convencido de que los mexicanos sólo matan a sus amigos, cuentan lo que no quieren contar. Ninguno de ellos es un escritor profesional; si alguno quiso serlo, ha fracasado. ¿Por qué se desahogan en este libro? Para evadir una responsabilidad incómoda.