#15O 19:00 Plaza Mayor de Palencia
La fragilidad de los movimientos sociales forma parte de su constitución y dinámicas de trabajo, una fragilidad que se convierte en fortaleza en la construcción de una sociedad distinta desde visiones críticas con el sistema. Poca gente en muchas cosas: buscando soluciones alternativas a lo que nos imponen como inevitable, con un conocimiento crítico y una concepción diferente de la realidad, conscientes del momento histórico en el que nos encontramos, del déficit democrático al que los poderes públicos y los medios de comunicación social nos están acostumbrando. Poca gente es suficiente para cambiar el mundo.
Así pequeños movimientos sociales, con apenas una decena de militantes consiguen formarse en un determinado tema y concienciar a la población de los peligros de un determinado planteamiento, con respecto al urbanismo, a la movilidad, a la generación de residuos, a la participación ciudadana, al tema de la mujer, el empobrecimiento de nuestra sociedad y de los países del sur, a los servicios públicos, … Este proceso pedagógico típico de los movimientos sociales, es un proceso, lento, complicado, lleno de trabas, con dificultades para la coordinación de esfuerzos, con distintas sinergias e intereses, con recelos entre movimientos, pero es un proceso necesario para la transformación social.
Por eso con el nacimiento del 15M, que en Palencia fue un 18 de mayo, quienes estábamos en procesos de lucha social previa, vimos este movimiento como una posibilidad de fortalecer las luchas ciudadanas para conseguir una democracia más participativa, menos profesionalización de la política y más escucha de las demandas de la ciudadanía.
Lo vimos y lo seguimos viendo, como una forma para que la calle recupere el músculo que había perdido, delegando en las Instituciones públicas, en los sindicatos, en los medios de comunicación… Lo comenté antes de las elecciones municipales: es mejor que la ciudadanía retome su poder en la calle, que nos habituemos a llevar las reivindicaciones a manifestaciones públicas y colectivas, que cualquier fuerza política tenga muchos concejales en el Ayuntamiento. Nosotros y nosotras estaremos en las movilizaciones a título individual, como hemos estado en tantas otras, tenemos legitimidad para participar en ellas como hemos hecho durante mucho tiempo sin que se pusiera en entredicho nuestra acción política.
Desde luego no hay lucha política ni social en la que nos inmiscuyamos donde no defendamos el derecho a manifestarse y a la libertad de expresión de quienes acudan. Este punto es incuestionable y si no se asume estamos poniendo en ridículo pretensiones más altas, ya que hay que partir de lo conseguido para seguir avanzando y no restringir derechos a una parte.
Caben dos desviaciones del movimiento 15M, una es hacia su ilegalización, pretensión de inmiscuirlo en procesos turbios, de ello habla Hugo en su entrada, y la otra hacia una posible manipulación de la izquierda transformadora(más bien de la prensa). Ninguna de ellas es posible con un funcionamiento asambleario del movimiento desde donde se desmonten dichas desviaciones y se explique a la ciudadanía cuál es la realidad del movimiento, como una plataforma que incluya a movimientos y personas a título individual puede sobrevivir a los intentos de manipulación de un movimiento que sobrepasó todo etiquetado posible.
También es propio de los movimientos sociales un cierto aletargamiento durante el proceso veraniego, del que, a veces, cuesta despegarse. Por eso nos parece importante que se recupere la movilización como medida para conseguir que las decisiones políticas que se tomen después de las elecciones no perjudiquen a las mayorías sociales y que se vertebren políticas para recuperar los impuestos que afectaban solo a una pequeña parte de la población y han ido desapareciendo durante las últimas legislaturas.
Nos vemos el 15 de Octubre a las 19:00 en la Plaza Mayor de Palencia.