Y llegó el domingo otra vez. El día de las preguntas. La tarde de las respuestas. El mejor día para apaciguar su curiosidad. Tenía una importante ese día. ¿Por qué las bicicletas tenían las ruedas redondas? Esa semana había conocido las distintas formas en dos y en tres dimensiones, el círculo y la esfera, el cuadrado y el cubo. Todas las formas relacionadas entre sí. Pero el ejercicio de matemáticas era complicado, ¿qué relación podía existir entre el círculo y el óvalo? Si conseguía contestar su duda, tenía claro que el ejercicio se resolvería por sí solo. Así que, ¿por qué las bicicletas tienen las ruedas redondas? Y tras ver pensar a su madre, y a su padre, cogió la bicicleta, subió y pedaleó. Si las ruedas no fueran redondas, no habría ejes con la misma distancia desde el punto central hasta los lados. La práctica es la mejor enseñanza.
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