-“Bien, bien, -intentando disimular su retraso- ¿en qué parte de la lección nos hemos quedado, querida Puntitos?”
Y la mariquita le contestaba: “en los números, profesor.” O “en los niños”. O “en los peligros del parque”.
La educación era muy divertida. Algunos días iban lentamente debajo del columpio violeta, y allí, mientras los niños reían y se divertían, el señor Caracol les advertía que no podían acercarse mucho. Que las flores de color amarillo eran las preferidas de las niñas y que uno y dos hacen tres. ó