¿15M o 20N? (por Isa)

Publicado el 11 octubre 2011 por Imperfectas

Cuando nació el Movimiento 15M, después de la manifestación espontánea del 15 de mayo, me embargó una emoción de magnitud similar a la vivida ante grandes acontecimientos sociales o catástrofes horrendas como la masacre del 11M o los asesinatos de ETA. Bajar a la Puerta del Sol, donde estaban acampados todos los indignados con los que me sentía completamente identificada, se convirtió en una tradición diaria. "Hay que estar" -pensaba para mis adentros- "por solidaridad y gratitud hacia los que están aquí luchando por mí que tengo la suerte de contar con un trabajo". Aún recuerdo el dulce cosquilleo y la euforia mal contenida que sentí la primera vez que me mezclé con mis congéneres a gritar consignas comunes: 'Lo llaman democracia y no lo es' o 'No nos representan', eran las frases más coreadas. Me siento orgullosa de haberlas declamado con energía.
Unos días después de esa maravillosa reacción a la desidia generalizada por una crisis que no acaba nunca, por una situación a la que no se ve salida, se celebraron las elecciones municipales y autonómicas en las que arrasó el Partido Popular, y aunque he de reconocer que me lo esperaba, no pude evitar cierta decepción.
¿Estaba sirviendo toda esta efervescencia para algo? ¿Tenía sentido seguir con el 15M? Debería convertirse en un partido que arrancase votos a los grandes partidos? Desde el 15M siempre han descartado esa posibilidad. De hecho, gran parte de su masa se identifica con el #nolesvotes, el slogan usado para apuntar que no quieren entrar en el juego, algo que respeto pero no comparto.
Desde que cumplí la mayoría de edad no he dejado de votar en ningunos comicios. Creo firmemente en el sufragio universal y en la democracia, pero como otros muchos ciudadanos 'indignados' o simplemente cansados, estoy harta de un bipartidismo tramposo y una alternancia de gobierno viciada. En realidad no importa quien tenga la mayoría en el Congreso porque quienes realmente detentan el poder son los dueños del capital, los artifices del meollo son los bancos, las entidades financieras y las grandes corporaciones que operan a su antojo en la Bolsa...
Y bien... ¿Qué hacer el 20N? ¿Votar o no? Asistimos al declive del estado del bienestar, porque lo que es generalizado es el malestar: Recortes sociales, pobreza, paro, desesperanza, juventud sin futuro... hay mucho que cambiar y desde mi punto de vista, no se puede cambiar gran cosa si no es desde dentro. Si no participas del juego democrático, ¿con qué fuerza cuentas para modificar el sistema? La abstención juega en nuestra contra porque beneficia a los partidos mayoritarios que ya han demostrado que no quieren hacer cambios.
¿Y que hacer con el 15M? En mi opinión, mantenerlo como un movimiento asambleario que programe manifestaciones esporádicas es dejarlo morir, es dejar que pierda fuelle. La opción que más me convence es constituir un órgano independiente que sirva de control a instituciones, que haga entre otras cosas lo que han dejado de hacer los sindicatos: defender nuestros derechos como ciudadanos ante abusos de poder.
En cualquier caso, el 15M tiene ahora un objetivo claro y cercano que es el 15O y a lo que me niego es a que nadie me situe en la disyuntiva del título, porque ambas fechas -15M (o 15O) y 20N- son importantes para el devenir de las cosas, para ese mundo mejor que es posible y necesario.