Muchos de nosotros ni siquiera somos conscientes de la cantidad de pensamientos negativos que tenemos en un día completo de nuestra vida. Mucho menos sabemos apreciar el peso que estos pensamientos tienen en nuestra vida diaria pero lo cierto es que acaban pesando y mucho. Llegan a agotarnos, haciéndonos unos infelices voluntarios y nos aíslan de la realidad. Nos convierten en personas desmotivadas, sin fuerzas de seguir luchando por esta vida, nos restan alegría y energía. Acaban conduciéndonos en "un mundo por el que no vale la pena luchar". Y ahí nos quedamos.
¿Por qué todo me tiene que pasar a mí?
Siempre me sale todo mal...
Seguro que mañana llueve.
Probablemente le tocará a otro.
Qué mal me sienta esta camisa, me hace más barriga.
¡Madre mía, cómo voy a salir con esta cara hoy!Estoy solo/a.Estoy desperdiciando mi vida.La vida no tiene sentido.Soy fea.No soy tan bueno como...
Todo es culpa mía.Las cosas van de mal en peor.Seguro que sale mal.Probablemente a nadie le interese lo que diga, mejor callarme.Nadie me quiere.Ahora sólo depende de vosotros salir de ese estado en el que, si nos descuidamos, llegaremos a acomodarnos.¿Empezamos bailando un poco?