El mundo está loco, pero por las razones equivocadas. Si lo estuviera de una manera más positiva tal vez sí veríamos elefantes volar, ranas cepillándose el pelo y unicornios galopando por las calles. La vida tendría más de rosa que de grises y de negros. Y tanto a los guapos como a los feos nos dolería la cara, pero de tanto sonreír.
¿Cómo poner entonces un poco de locura de la buena en tu vida?
Rodeándote de personas capaces de bañarse en polvo de estrellas, de viajar a lomos de saltamontes gigantes, de arrojar sus sueños al viento del norte para ver hasta dónde pueden llegar.
Personas que cada noche, antes de dormir, echan una mirada por su ventana, porque nunca han perdido la esperanza de que Peter Pan les lleve un día volando con él hasta la segunda estrella a la derecha.
Personas que inventan adivinanzas pero olvidan inventar también la solución correcta.
Personas lo suficientemente locas como para animarte a que os hagáis compinches de los piratas de la noche, esos que atracan en garitos que jamás hubieras pisado de otra manera.
Personas que de repente cuelgan su sombrero en el perchero que Mary Poppins sacaba de su bolso y deciden que ahí estará su hogar por un tiempo indefinido.
Personas capaces de hacerle pensar al Sombrerero Loco que a su lado, él está cuerdo.
Este viernes en LMDM te invito a compartir más tiempo con esa gente a la que a veces parece que les falta un tornillo pero que nos empujan a poner nuestro mundo del revés de vez en cuando.
16 Maravillosas Razones Para Ir con Gente que Está un Poco Loca
1. Porque -como dice la canción- los locos se lanzan sin pensárselo donde los hombres sensatos no irían jamás. Pero la gente sensata no se enamora locamente, no pisa caminos desconocidos, no abre puertas sin antes saber con certeza con qué se encontrarán al otro lado. Y en la ceguera de su sensatez los pobres no tienen ni idea de lo que su corazón y su mente se están perdiendo.
De la gente a la que le falta un tornillo aprenderás que una vida que merece la pena ser vivida pasa por no hacer siempre lo que te aconseja tu lado más sensato.
2. Porque la gente que está un poco loca nunca pide perdón por llevar a cabo lo que les hace felices. E imitarles te hará mucho bien.
3. Porque son personas más creativas. Y quien quiere aprender a volar como un águila debe rodearse de águilas.
4. Porque tienen carisma, luz. Y en tus días más oscuros siempre conviene tener cerca a alguien que ilumine las sombras.
5. Porque insistirán en que tú también tomes un trozo de chocolate, aunque ya os hayáis lavado los dientes.
6. Porque la gente que está un poco loca es impredecible, así que las sorpresas están garantizadas.
7. Porque sus regalos se salen de lo común, y suelen ser los que más ilusión te hacen.
8. Porque te enseñan perspectivas nuevas, diferentes e inesperadas de la realidad.
9. Porque aunque la fiesta sea un rollo ellos se las arreglan siempre para pasar un buen rato.
10. Porque son mejores en la cama.
11. Porque son mejores en la mesa. Son invitados que se "ganan la cena": animan la conversación con sus observaciones inesperadas, con su caudal inagotable de anécdotas.
12. Porque cuando te suben con ellos a su noria de emociones (de las lágrimas a las carcajadas, de los gritos a los besos, del entusiasmo al "bajón") te bajas siempre mareado aunque sabiendo que te volverás a subir para dar otra vuelta.
13. Porque te seguirán entreteniendo dentro de 20 años.
14. Porque junto a ellos acumularás historias suficientes para contar a tus nietos, que pensarán que tienen el abuelo más guay del mundo mundial.
15. Porque tener cerca a gente un poco loca significa que estás dispuesto a permitir que la vida te despeine, como dice Mafalda. Y harás bien, porque si andas siempre preocupada por el encrespamiento, ¿quién te va a besar bajo la lluvia?
16. Porque te moverán el piso -como dicen los argentinos-, poniendo un poco de caos en tu vida y despertándote de tu letargo emocional.
¿Tienes cerca a alguien un poco loco que te hace la vida más emocionante?
Foto: ASOS Magazine