Puerto Montt, es una ciudad portuaria que esta al sur de
Puerto Varas y es la puerta para quienes se dirigen hacia
Chiloé o para comenzar a recorrer la
Carretera Austral. También es puerto de partida de las embarcaciones que recorren los fiordos de
Aysén y
Magallanes. Puerto Montt vive principalmente del cultivo del salmón, del comercio y del turismo.
Los
imperdibles de esta cuidad antes de seguir tu viaje por el sur están aquí:
Parque Nacional Alerce Andino.
Es uno de esos sitios inimaginables. Más de cuarenta mil hectáreas donde los alerces crecen, se deshojan, enmantelan el suelo con sus colores, dejan en el aire un aroma dulzón y todo esto entre montañas y los infaltables lagos. El parque invita al relax y al disfrute con todos tus sentidos.
Angelmó.
Además de ser la localidad más próxima a puerto Montt, desde Angelmó es de donde sale el preciado pescado. Los mercados son imperdibles asi que si eres fanático de la gastronomía de mar, saldrás totalmente satisfecho. Allí también se ofrecen otras cosas: entre ellas excursiones por agua a las islas de Huar, Maillén, Los Curas y Tenglo. Un recorrido que permite conocer los pequeños canales que las cercan y que permite ver la maravillosa tierra del sur chileno.
Caleta Anahuac.
Saliendo dos kilómetros de Angelmó, surge este poblado que brilla por su simpleza y por su encantadora población. Para vivir en la tranquilidad de una villa por unos días.
Chinquihue.
Otro pequeño poblado pero con más dinamismo. Su industria astillera lo ha llevado a ser reconocido dentro de la esfera del comercio marítimo, complementado con una gran oferta gastronómica que arrastra a miles de visitantes al año.
Silla del Presidente.
Ubicada en una orilla de lo que se conoce como "el viejo camino" se encuentra este monumento de la historia de Puerto Montt.
Lago Chapo.
Lo increíble de este lugar es que es una playa entre montañas y bosques, como salido de un cuento de hadas. Lago Chapo es uno de los lugares más bonitos de Puerto Montt, lo mejor es que queda camino al Parque de los Alerces.
Caleta La Arena.
Este destino merece ser visto por los ojos del mundo entero. La ruta que conduce a Caleta La Arena, es lo más parecido a un camino hacia el paraíso que puedas imaginar.
Pelluco.
Pelluco es nada más y nada menos que el balneario de la ciudad y cuenta con toda una serie de comodidades que permiten a los viajeros sentirse muy a gusto. Lo mejor de la zona es el Bosque Fósil, con pequeños troncos fosilizados de viejos alerces que dejan verse cuando el mar baja.
Museo Municipal Juan Pablo II.
Este museo permite hacer un recorrido por la historia de la región. Podrás ver cómo se combina la teoría naturale y social para explicar los fenómenos que se dieron desde hace siglos en este lugar.
Iglesia de los Jesuitas.
Como era de esperarse y como ocurre en toda Latinoamérica no falta una bella iglesia de alguna de las órdenes que vinieron a evangelizar, en este caso la de los jesuitas. El edificio data de 1872 y se conserva en muy buen estado.
Iglesia Catedral.
Clásica como la mayoría de las catedrales, esta tuvo que ser reconstruida totalmente después del terremoto de la década del sesenta que tan mal dejó a la región cuyana. Se distingue por tener la fachada hecha en madera.
Parque Provincial Laguen Ñadi.
Mucho más pequeño que el parque de Los Alerces, este espacio natural también ofrece un paisaje paradisíaco.
Monumento a la colonización alemana.
En plena ciudad de Puerto Montt se levanta un monumento en honor a sus colonizadores, la silueta de una familia los representa.
Sala de Arte Diego Rivera.
Todo el arte local y extranjero encuentra su máxima expresión en esta sala dedicada enteramente a la difusión de las distintas disciplinas artísticas. Aquí también se lleva a cabo el mayor evento de teatro de la región.
Las Termas de Sotomo.
Si había algo que le hiciera falta a este maravilloso lugar eran unos buenos pozos de aguas termales. Allí los baños entre minerales curativos son un ritual. Se localizan en el estuario de Reloncaví alrededor de un increíble paisaje.
Reserva Nacional Llanquihue.
En las afueras de Puerto Montt, la naturaleza deja encantados a los viajeros. En esta reserva natural se pueden avistar cóndores y halcones, que dejan las montañas para rastrillar el terreno en busca de su presa. Un verdadero espectáculo.