¿Reforma laboral en 2012 o para cuándo? Eso es lo que se preguntan sindicatos, empresarios e iba a decir trabajadores pero quizá con los datos tan presentes del paro debería de decir, desempleados. Y es que el actual gobierno no parece poner de relieve lo que quiere hacer porque son muchos los rumores y escasos los hechos. De entre las perlitas que hemos oído, podemos resaltar 3 que figuran en el diario ABC (www.abc.es) y que aseguran que: “Las empresas en crisis podrían despedir con 20 días”, “Agencias privadas buscarán empleo a los parados” y “Habrá medidas para seguir trabajando tras jubilarse”.
Centrándonos en el primer apunte, eso de que una empresa te pueda despedir y solo indemnizarte con 20 días la verdad es que no tiene mucho sentido. Lo digo porque como en época de crisis hay que “arrimar el hombro”, son muchos los que se han aprovechado de esto y con las horas de más que el trabajador está haciendo habría cotizado el doble, así que el que te roben más o menos parte de tus derechos poco importa. Y por cierto, preferiría que pensaran en qué van a darle al trabajador antes de asegurar lo que se le va a quitar.
Si hablamos de las agencias privadas de colocación, destacar que son empresas sin ánimo de lucro y que cobran una vez que se ha prestado el servicio, así que el coste sería solo efectivo una vez que el empleado está “colocado”. Y créanme que tendrán mucho éxito las susodichas ya que en España hay muchos ciudadanos que ansían encontrar un trabajo para así poder disfrutar los fines de semana sabiendo que ya están “colocados”.
Pero ya la medida que más me gusta, y sobre todo porque se acerca mucho a la edad que tengo, es la que asegura que el Gobierno impulsará medidas para que sea compatible seguir trabajando al tiempo que se percibe una pensión por jubilación. O sea que, como yo lo entiendo, me puedo jubilar pero puedo seguir trabajando. Pero ahora no sé si tengo que seguir trabajando sin cobrar y hacerlo como un humano y bonito gesto hacia el Estado o simplemente que compensa más pagarme una mínima pensión de jubilado y mientras, que siga dando el callo.
De todas formas, no sé para qué me preocupo en hacerles llegar tanta y tanta medida, porque está claro que dentro de nada, serán otras las iniciativas que se presenten y luego otras y así hasta que el ciudadano se harte de tanto engaño y decida coger el petate y buscarse la vida como ya hicieran nuestros bisabuelos. Por lo que con historias de este tipo me alegra recordar lo que dijo en su día Alexander Pope al asegurar que “El que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, pues tiene que inventar otras mil para sostener la primera”.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…
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