Una vez más estamos alcanzando el final de curso.
La experiencia de la docencia es una experiencia muy intensa, una experiencia que nos implica y que no deja indiferentes a ninguno de sus participantes en ella.
Todos aprendemos y no somos los mismos, ahora, después de haber transcurrido diez meses, que aquellos del principio de curso. En medio de ese tiempo ha sucedido algo importante: hemos compartido muchos momentos, estudiado, reflexionado, emocionado, madurado… También hemos discutido, “gestionado” algún que otro conflicto, desesperado en alguna ocasión… ¡de todo ha habido! Pero en el momento de hacer valoraciones, el platillo de la balanza se inclina positivamente y vuelve a mostrar claramente que mereció la pena.
¡ Hasta el próximo curso !si decidimos, como cada año en su inicio, continuar esta interactiva experiencia.