Después de montar en la bici los ciclistas pueden presentar dolores en la zona lumbar o en la parte anterior de las rodillas y aunque sea algo común no significa que entre dentro de los estrictamente normal.
Algunas veces estas molestias pueden presentarse por el cansancio pero si se toman algunas medidas esto puede evitarse
Sin importar lo que el expediente médico de cada ciclista y de las condiciones y características que cada uno tenga, este tipo de dolencias suelen asociarse con diferentes circunstancias tales como que el pedaleo se realice en un ángulo en donde la flexión de la rodilla sea excesiva. Esto pasa porque el sillín se encuentra muy bajo o porque las bielas están muy largas.
También puede ocurrir por pedalear utilizando muy bajas cadencias en el pedaleo o el incrementar las cargas en el entrenamiento de una manera excesiva. Por ello, lo recomendable es descartar primero que ocurra por estos factores.
Pedalear con el ángulo de flexión excesivo en la rodilla
Como ya mencionamos, esto puede ocurrir porque estemos utilizando una altura incorrecta del sillín y está muy abajo o porque las bielas se encuentra muy largas.
El ángulo de flexión que debe tener la rodilla, en el momento en que el pedal se encuentra en la parte alta al pedalear, se va a definir a partir de la altura que tenga el sillín, así como la longitud que las bielas tengan.
Por lo que el ángulo se va incrementando mientras que la altura del sillín aumenta y se reduce a medida de la longitud de las bielas. Como la idea es que las rodillas no estén tan flexionadas, el sillín debe ser colocado un poco más alto.
Hay que tener cuidado porque también subir mucho el sillín con la finalidad de mejorar el ángulo de la flexión de las rodillas puede ser algo perjudicial en el extremo al pedalear, es decir que el pedal este muy debajo de todo.
Por ello, al utilizar las bielas con una menor longitud ayuda a que las molestias que se sienten en las rodillas vayan disminuyendo.
A diferencia de lo que tradicionalmente se piensa, utilizar las bielas un poco más cortas de unos 165 a 170 mm no tiene que suponer una pérdida de rendimiento, tal y como ya ha sido demostrado en diferentes estudios científicos que se han llevado a cabo en torno a este punto.
Resulta una mejora bastante sencilla de realizar y una gran solución ante los dolores de rodilla, por lo que vale la pena intentarlo. Además tener la altura correcta del sillín no resulta tan difícil, solo debes buscar una cinta métrica y coger la medida que hay entre la parte superior del sillín y el eje del pedal.
Tras esto se debe medir la distancia que existe entre la entrepierna y el suelo. Recordemos que cada ciclista es único y, por tanto, se presentan unas características anatómicas únicas, por lo que no podemos establecer una altura estándar para el sillín.
De este modo, la medida que obtengas la debes multiplicar por 0,88, ya que según los diferentes estudios de biomecánica realizados la altura debe ser de un 88 % con relación a la entrepierna.
Pedaleo utilizando bajas cadencias en el pedaleo
Cuando se habla de la cadencia de pedaleo idónea, en todo momento se recomienda que los ciclistas instalen un indicador de cadencia en su bici para poder evaluar este dato de manera precisa. Lo que se busca en un principio es que el pedaleo siempre se realice de una manera uniforme, con unas 70 pedaleadas por cada minuto con la idea de que la tensión sobre las rodillas no sea tan excesiva.
Hay que recordar que el trabajo sobre las rodillas es continuo cuando pedaleamos, y toda la tensión recae sobre ellas, por ello hay que buscar una correcta solución para que el trabajo que llevan sea menor, antes de que una lesión se presente.
Ciclos de entrenamiento repentino o excesivo
Un incremento acelerado de las cargas de entrenamiento en cuanto a volumen e intensidad puede ocasionar un sobrecalentamiento de la musculatura, así como sobrepasar el límite de resistencia de los ligamentos. Todo ello puede conllevar a una lesión.
Además con esto no permitimos que se dé un tiempo adecuado de recuperación al cuerpo y la fatiga es mayor.
Lo recomendado es tener sesiones de entrenamiento graduales, que vayan aumentando en intensidad o volumen de manera progresiva, de manera que tanto músculos como ligamentos de nuestro cuerpo asimilen las cargas y puedan tener una recuperación adecuada.