Tal día como hoy, un domingo allá por 2007, editaba la primera publicación del blog: breve, sin imágenes, sin vídeos. Estoy segura, aunque no puedo afirmar que lo recuerde, que le dediqué mucho tiempo al diseño (color del texto, de fondo, cabecera). A lo largo de estos años he ido modificando su apariencia. Lo que permanece es un sentimiento de serenidad cada vez que me siento a escribir, a poner notas en orden, a buscar información, a copiar fragmentos. Ya van más de 1800 entradas y no decaen mis ganas e ilusiones de continuar. Este rincón es mi memoria digital.
Ayer permanecía unos minutos en silencio, tranquila, escuchado el sonido de la corriente del río, observando las tonalidades de la espuma del agua, los reflejos y los rayos del sol. Todavía en proceso de adaptación al cambio horario, me sorprende la fugacidad de los atardeceres.
Estos días están siendo difíciles, muy tristes. Las imágenes desde Valencia y el devastador impacto de la DANA. Cada vez que hablo con alguien de allí me rompo. Pienso y busco fórmulas de apoyo, de ayuda.
Mi idea inicial era celebrar este aniversario con un contenido diferente.
Voy a refugiarme en uno de mis mejores aliados. Las canciones de The Cure, a mi lado en momentos felices, y en situaciones complejas, duras.
El viernes 1 lanzaban su nuevo disco. Fueron 16 años de espera. Casi la vida completa de esta tartaruga. La noche anterior grababan un especial para la BBC y el día del estreno retransmitían en directo un concierto. La primera parte con los temas que forman el maravilloso álbum: Songs of a lost world. Y a continuación una selección de su larga trayectoria. Estuve tres horas pegada a la pantalla
Que suene la voz de Robert.
Gracias por leer mis cosas,
por compartir impresiones,
por estar ahí, muy cerca.