Hoy te voy a hablar de unos cuantos momentos aterradores en la oficina. Se trata situaciones en las que durante unos segundos sientes pánico, no reaccionas, te dan palpitaciones, no sabes qué decir o tartamudeas.
Algunos de estos momentos también son embarazosos y desearías que te tragase la Tierra.
Si echas en falta alguno, ya sabes, escríbelo en los comentarios
Momentos aterradores y embarazosos en el trabajo
1. Cuando se acaba el café del vending
Es aterrador cuando vas al vending un lunes a primera hora y no hay café. Esto suele ocurrir cuando llegas con la hora pegada y quedan 5 minutos para entrar a una reunión con tu jefe. No te da tiempo a bajar al bar de la esquina.
¿Cómo vas a superar la mañana sin tu dosis de cafeína?
2. Cuando te caes de sueño y se te cierran los ojos
Intentas no dar con la cabeza en la pantalla del ordenador, pero no lo consigues evitar. El del vending sigue sin aparecer y a ti las horas se te hacen eternas.
Miras el reloj y resulta que solo han pasado 5 minutos desde la última vez que lo hiciste.
Me temo que hoy va ser un día muuuuy largo
Hay momentos en que cierro los ojos y pienso: “mejor los abro que me voy a quedar dormida”
3. Cuando te tropiezas y te caes
Si esto te ocurre por la calle, te levantas corriendo y ya está. No pasa nada porque nadie te conoce.
En el trabajo la cosa cambia. Si la caída fue tan estrepitosa y sonora como los vídeos de risa de la tele, tus compañeros harán bromas durante varias semanas.
4. Cuando te sientas en tu silla y suena como un pedo
¡Tierra trágame! Esto ocurre cuando llevas vestido, falda o pantalones de cuero.
¿Qué cómo lo sé? pues por experiencia propia
Ya puedes jurar que no fue lo que pareció, que fue la silla pedorra o la ropa. Nadie te creerá y quedarás como el pedorro de la oficina durante un largo tiempo.
5. Cuando estás fotocopiando cualquier tontería y aparece el de RRHH
Estás fotocopiando los apuntes de la universidad, un libro para tu hijo, recetas de cocina y de repente aparece el de RRHH o tu jefe.
Claro, esto pasa cuando estás en una empresa en la que la impresora, fotocopiadora y fax son comunitarios. Imposible esconder las pruebas del delito.
6. Cuando te descubren perdiendo el tiempo en internet
Puede ser jugando o comprando online, en tus redes sociales o simplemente navegando en internet.
Mi jefe me pilló una vez comprando ropa interior online. No le vi venir, no me dio tiempo a minimizar la pantalla. Qué apuro. Si hubiera sido otra cosa, pero ¿bragas?
Actué con naturalidad, como si tuviera un documento súper importante en la pantalla, en vez de chicas medio en bolas … y él también jajaj No me dijo nada
Fue un momento tierra trágame para los dos
7. Cuando envías por error un correo a quien no debías
Típico, escribes un email rápido a tus colegas para criticar a alguien, pero el subconsciente te falla e incluyes a ese alguien en la lista de destinatarios. Cuando te das cuenta, intentas recuperar el mensaje. Esto nunca funciona
Por no hablar de cuando los jefes salen antes de la oficina y escribes algo como:
Los jefes se han pirado, vámonos todos
Y sin darte cuenta, les pones a ellos también el correo
8. Cuando hablas mal de alguien y aparece
Estás criticando a alguien y de repente aparece. El momento aterrador viene porque no estás seguro de si oyó lo que estabas diciendo él.
Peor aún es cuando estás poniendo a parir a alguien y resulta que es amigo o familiar de la persona a la que se lo estás contando.
9. Cuando llevas 3 horas trabajando en un documento y se queda colgado el ordenador
Te da el ataque de pánico porque no le diste a guardar ni una sola vez a la presentación, informe o lo que fuera. Posiblemente hayas perdido el trabajo o al menos los últimos cambios que hiciste ¡Mierda!
Siempre piensas: La próxima vez voy dando a guardar de vez en cuando – y nunca lo haces
10. Cuando tu jefe te pregunta si ya has acabado aquello que te pidió que hicieras hace unos días y tú no sabes de qué te está hablando
Seguramente te lo pidió en una reunión y tu estabas enviando mensajes con el móvil por debajo de la mesa. Dijiste que sí con la cabeza para que pareciese que prestabas atención … como luego nadie envió el acta de la reunión, pues no sabes a qué se refiere tu jefe
11. Cuando tu jefe te dice que te pases por su despacho antes de irte a casa por la tarde
Tu cerebro se pone a trabajar. Hay varias opciones:
» Te va a soltar un marrón urgente y te vas a tener que quedar a dormir en la oficina
» Te va a regañar por algo
» Te va a despedir
Generalmente es lo primero. No sé qué es peor:
◊ la incertidumbre de no saber para qué quiere hablar contigo
◊ o tener que llamar a tu suegra para que vaya a recoger a los niños al colegio porque no sabrás a qué hora vas a salir
12. Cuando suena el teléfono y ves en pantalla que es RRHH
Da mucho miedo especialmente cuando es:
» viernes a última hora
» el día de antes de las vacaciones de Navidad, Semana Santa o verano
que son sus fechas preferidas para dejarte ir y que no vuelvas
13. Cuando suena el teléfono y es el Director General el que te llama
Esta es una variante del punto anterior. Así es cómo he metido sustos alguna vez mis compañeros
Típico, él está fuera de la oficina y tu entras a colocar el archivo o a ordenarle la mesa. Te aburres y se te ocurre llamar a algún compañero. Marcas la extensión y cuando descuelgan, oyes un hilo de voz al otro lado:
– Buenos días – con voz temblorosa
– Hola, soy yo
– Joder, Erika, qué susto me has metido
– ¡Ah! Perdona, el gran jefe no está ¿Bajamos a comer?
– Cabrona, la próxima vez llamas desde tu sitio
14. Cuando estás a punto de irte a casa y recibes una convocatoria a una reunión que empezará en 10 minutos
Esto es especialmente aterrador y escalofriante cuando es viernes. No ves una hora de salida en el horizonte.
Si quieres saber por qué te convocan con tan poco tiempo, haz clic en la imagen y lo descubrirás
15. Cuando estás en una reunión y alguien te pregunta qué opinas o qué propones
Y es aterrador porque llevas todo el tiempo pensando en las musarañas, haciendo garabatos en un papel, eligiendo el sabor del próximo caramelo que te vas a zampar o enviando mensajes por whatsapp.
No tienes ni idea de qué se está hablando ¿Ahora qué respondes?
16. Cuando te das cuenta que eres el único que queda trabajando en la oficina
A mí esto me pasó hace unos años. Me tocó quedarme a preparar la documentación para una reunión que empezaba pronto al día siguiente.
Por si no lo sabes, los rascacielos crujen igual que las casas del siglo XV con vigas de madera. Eso solo lo descubres el día que estás solo en la oficina, claro. Oyes chasquidos y hasta pasos. Te mueres de miedo.
Soy rubia, pero no tonta como las de las películas que dicen “¿hay alguien ahí?” Porque mira que si lo pregunto y una voz me dice que sí. Me hubiera cagado de miedo.
Así que ahí estaba yo, trabajando agazapada detrás de la fotocopiadora. Los pasos que oía se iban acercando cada vez más. ¡Por dioxx! ¡que me cago de miedo!
Efectivamente había alguien ahí … era el vigilante de seguridad haciendo la ronda. Menudo susto me metió
17. Cuando te quedas encerrado en el wc y nadie viene a rescatarte
Aporreas la puerta, gritas y nadie te oye. Los minutos se te hacen eternos porque suele ocurrir cuando:
» No llevas el móvil encima
» Es viernes y ya no queda casi nadie en la oficina. Te ves todo el fin de semana ahí encerrado
¿Añadirías algún otro momento aterrador o vergonzoso?