18 de abril de 2010

Publicado el 18 abril 2010 por Carmen

CÓMO SER EL SEÑOR LEHMANN  Autor: Sven RegenerTraductor: Valentín UgarteEditorial: 451 Editores  Pgs.: 280PVP 17,50€
Frank Lehmann vive al margen del mundo, de quienes  le rodean, de la responsabilidad y la madurez.A través de las calles de Berlín, la vida le da el encuentro y le pone las cosas difíciles. El desafortunado tropiezo con un perro nada amable, es la primera señal de que su vida dará un cambio radical. Sven Regener nos acompaña y nos obliga a asistir al descenso a los infiernos del "señor Lehmann". Los círculos no son los que describe Dante, sino otros muchos más urbanos, mucho más berlineses:- Katrin: la mujer de la que se enamora, pero de la que jamás conseguirá el amor deseado- su "amigo del alma, Karl": un artista, camarero y alcohólico que sucumbe ante la posibilidad del fracaso.- sus padres: una madre que jamás le presta atención; un padre que hace poco más que asentir y callar; una visita no deseada, una intromisión en su laberinto diario;- Erwin: el jefe-amigo que acaba destruyendo lo que hay a su alrededor;- Kristall-Rainer: un cliente que se convierte en la sombra del grupo, su misión es secreta.- El Muro: como trasfondo, como punto de inflexión, como escenario, como personaje omnipresente...Una novela llena de ironía, de humor, de dolor y de miedos. Una historia que sugiera mucho más de lo que cuenta, que condensa una galería de extraños sucesos.Con el uso magistral de unos diálogos lúdicos y brillantes.
-Creo que ha quedado demostrado que eso del contenido de la vida no es más que una metáfora desafortunada -contiuó, sin embargo, el señor Lehmann-. Con todo, si la admitimos y seguimos empleándola, ¿de qué estaríamos hablando? ¿Hay alguien que pueda decírmelo? ¿Podría alguno de los que están sentados en las mesas, podrías tú misma hablarme de algo con lo que merezca la pena llenar una vida? ¡Pues claro que no! Y, sin embargo, todo Dios da por hecho que existe sin cuesionárselo. Hablar del contenido de la vida implica ver la vida como un mero ser llenado, cuando debería estar claro que la vida es un fin en sí mismo y que, si uno se la pasa intentando llenarla con algo ajeno a ella misma, eso significa que hay algo que no marcha bien. Aferrémosno, no obstante, a la idea de que la vida es un recipiente, un recipiente susceptible de ser llenado. - El señor Lehmann ya no podía parar-. Dado que nadie me dice con qué puede llenarse, cuál es su contenido, habrá que ver las cosas de otra forma si queremos seguir usando esa metáfora. Supongamos que la vida es un recipiente que se nos entrega lleno, lleno de tiempo, y que en el fondo del recipiente hay un agujero por el que el tiempo se va escapando... No se me ocurre otra manera de pensar en la vida como en un recipiente. Y de ser así, la cosa no mejora, puesto que si hay algo que no puede recuperarse para llenar la vida, eso es el tiempo. 
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************************************************************************************************COVER en soledad y compañíaAutor: Ronaldo MenéndezEditorial: Páginas de EspumaPgs.: 112PVP: 13,00€Ronaldo Menéndez nos cuenta en cinco historias en soledad y cuatro en compañía lo cierto de todo cuanto nos sucede cuando nos ven o somos invisibles.A través de una visión que crece desde la realidad más objetiva, "La caza de las moscas" hacia el absurdo más delirante, "Factor sorpresa". ¿O no siempre lo que nos parece real lo es? A esto juega el autor de este libro de cuentos.Un juego literario se moldea con un lenguaje de precisión, casi matemático, por su exactitud la vida y la muerte, el sexo, el amor, la pasión y el aburrimiento. Seis manos que no reconocen su género en la oscuridad de un cine, la teorización el arte, la toma de apuntes de una realidad que, tal vez, pueda hacerse cuento, que ya es cuento. Todo visto con los ojos de un narrador sorprendente Convers (suplentes) es un libro que desmenuza la psicología de los diferentes personajes que pasean por las páginas de ese libro.Las historias se elaboran con el cuidado del artesano que cincela hasta el más mínimo detalle. Intertextualidad, cine, u observación "el autor profundiza hasta nuestras entrañas describiendo instantáneas, a modo de fotogramas, de una realidad que transita desde la autobiografía instalada en su Cuba natal al viaje más onírico y literario."(Andrés Neuman)
"Hoy se ha fundado un concilio en la ciudad de abajo para decidir si debemos o no hacer teología. Yo, anciano venerable a la hora del crepúsculo de cada día 14, representaba hasta hace unos años la tendencia del silencio: me repugnaba tener que atajar a los plumíferos que quieren hacer de nuestro dogma una materia razonada. Pero el problema se agrava con los años. Últimamente ha aparecido la tendencia de los amantes viscerales, esos cuyos cuerpos parecen intactos, pero que ostentan con orgullo las tenues cicatrices quirúrgicas de la entrega de sus órganos internos. Aun dándose, han logrado conservarse bellos."Otros dicen:Páginas de Espuma Revista de Letras

Hoy.es
 


EL FELINO DORMIDOAutora: Francisca Gata AmateEditorial: VitruvioAño: 2005Pgs.: 80PVP: 7€

                          

Ganador del premio Paul Beckett de poesía, El felino dormido de Francisca Gata Amate, emerge con Vitruvio coronándose ya como un clásico obligado de la literatura española.

El felino dormido es un poemario complejo, de una lectura muy sensible, que encarna una serie de universales dulcificados, que se mueven dentro una lenta nostalgia al borde de la memoria, el amor y la rotunda afirmación de un “yo” poético cargado de fuerza.

Es, por tanto, la conjugación exacta, la miscelánea vital de una poeta que se busca en el origen, en una poética del “yo poético” (Una lágrima que anima la sentencia/resuelta en el cadalso/por mis manos construido/por mi lengua avisado), resuelta en la rotundidad, en la afirmación de sí misma: Y no pido perdón ni lo lamento.

El paso del tiempo, la memoria que a veces niega y a veces evoca (Anda, recuérdame aquello que he olvidado/ (…) oro que el mercader de mi pasado/ha puesto en venta).

Tenemos ante nuestros ojos poemas de un amor que se viste de hábito de monje, que es implorado desde la fuerza brutal de la pasión bruta: Ama la rebelión de mis caderas,/el intenso latigazo al ceñirme a tu roca. En el reverso: el desamor triste, nostálgico, silencioso, lento (La aguja que me cosió a tu vida se quebró), en su estado más puro: La mirada más rota es imposible/cuando una cisterna de plata arrastra/lo que vivimos. La letanía del desamor día a día, lejos de la idealidad acostumbrada:

Estas tardes sin ti como estiércol (…) y voy a cuerpo, o con todo el cuerpo, sin escudos (…) es estiércol caliente/esta nostalgia, este asco de verme las manos o mirarme al espejo/ y ver esta cara sin besos. (…) Veremos quién me convence mañana/ de que esto  ha de ser así.

El amor y la memoria:

Bueno, yo no sé si es de amor esta pesada cicatriz

Que no recuerdo, que ya no reconozco como mía. 

En medio de toda esta reflexión sobre las grandes preocupaciones de los seres humanos, nuestra autora emprende la búsqueda de la vida en las pequeñas cosas:

Nos queda la pasión, reciclando soledades. Ser animal y humanos

de acero inoxidable, y ser los pecadores

de este mundo de Dios.

Y nos plantea la idea Quevedesca de la vida como camino a la muerte: Ese trance de pasar a lo eterno, pero que se colma del amanecer como un preciso instante, regalándonos la descripción del momento concreto: La casa está silencio,/las arañas  deambulan por ese mar lejano.

 Y mientras tanto, se lo deja todo en el poema: Libros con tapa de pura carne.

La vuelta de tuerca al famoso poema de Celaya La poesía es un arma cargada de futuro, se convierte en un precioso poema de estructura circular en el que  el “yo” poético asciende y se pierde dentro de la poesía:

La poesía es un arma cargado de pasado/y aquí estamos, llorando (…) Y el arma del pasado me hace un hueco en el pecho,/con toda su poesía y todo su imposible.

Me quedo con todo, y con esto:

De pensar en Dios como

un soneto imperfecto para desviarnos de su orden particular.

Sin duda alguna es un gran libro, merecedor de toda estima, sustento de una calidad poética exquisita. Fue inevitable sentirlo muy dentro.
Ana Rodríguez Callealta

UN FUEGO BAJO UN CIELO QUE HUYE

Autor: Carlos Barbarito

Editorial: Baile del Sol

Pgs.: 72

PVP: 10,00€

Un fuego bajo un cielo que huye, de Carlos Barbarito (Argentina, 1955) es un poemario del que vamos a extraer un repertorio de imágenes y una reflexión final que necesita el compendio global de todos y cada uno de los poemas que constituyen el libro, y que nos es absolutamente necesaria para comprender la esencia básica del ser humano, que la voz poética busca sin cese. Si vamos poco a poco perdiéndonos, nos vamos a encontrar con una voz poética que busca "un no sé qué" que nos deja cubieerta la duda poética del universo (Tal vez en la chispa / en el fugaz resplandor), con un poeta que introduce el "yo" poético en poemas que trascienden lo universal, combinándose con una tercera persona ajena al ser (Vacío oscuro con una lámpara encendida: / ya no sé si traigo vértigo o estrella fija).

Este poemario es una búsqueda constante del ser, una invocación continua a la naturaleza. Para ello, Carlos Barbarito se sirve de enumeraciones continuas de los pequeños detalles de la vida, de los elementos más simples y básico.

Estamos ante una dulce batalla de la voz poética contra la estructuración de la sociedad actual. Las continuas llmadas a la naturaleza, como símbolo de pureza y paz, y las referencias a Dios son el eje de esta guerra sin fin. Lo último, rendirse:

Pero jamás rechazar, negarse,

erigir un muro de piedra sobre piedra

ante lo que, invisible y obstinado,

se multiplica en voces

y exige para cada una recepción y aposento

Estamos, por tanto, delante del hombre que busca la simpleza, el retiro como solución, llevándonos, sin duda alguna, al tópico renacentista "desprecio de corte y alabanza de aldea", cuyo mayor exponente es Fray Luis de León. La voz poética se cuestiona la naturaleza de lo humano y con comprende al fin, en su propia ansia por escapar de todo, la suya propia (¿Nací yo de un vientre / como todos?). La imposición que tanto duele: ¿Quién / me dijo éste es el sol / ésta la luna, esas las estrellas / y ésta, hijo, el agua que sacia / y todo, todo lo ocupa?). Continuas críticas al mundo, envueltas en maravillosas metáforas: (sí, sólo y desconocido el cielo, / pero más sola y desconocida la tierra; / donde se hiela el corazón / y los vidrios a cada amanecer se empañan).

Al final, lo que encontramos es un "yo" que se fragmenta para sobrevivir, para ser en lo que aspira (¿Puedo decir yo sin perderme (...)?). Y llegamos, de golpe y sin previo aviso, a lo extraliterario, de frente a un poeta lleno de rabia e impotencia: (Cómo narrar esta falta de luz. Muerte como fin definitivo: el rito que promete algún modo / de la felicidad, del consuelo).

La total relación del hombre y la naturaleza es este verso: ¿Dónde plantaremos la cama?

Es fundamental la concepción del tiempo como algo pasajero y liviano que todo lo destruye: La lluvia lo borrará, mañana / dentro de un rato.

Me llama la atención una preciosa escena costumbrista que me sorprende desde lo inusual: El viento sopla y trae sólo silencio / desde la casa de los pescadores / que, pasando el tiempo de pesca, / duermen, entre redes, estopas y breas, / arrumbadas, como ellos, /  en un rincón, en lo oscuro.

El punto álgido del libro lo encontramos en un poema clave para comprender la brutal destrucción del hombre por el hombre: Andaban las babosas sobre sus babas. / Puedo matarlas con el pie. / De hecho, las aplasto, las mato. / Puedo matar a sus hijos y a los hijos de sus hijos. / Otro pie me matará a mí.

Más allá de este proceso en elq ue nos envolvemos de una manera inevitable, vamos a rescatar reminiscencias poéticas explícitas que van desde Quevedo a García Montero, pasando por el ya mencionado Fray Luis, vamos a dejarnos llevar por un lenguaje sencillo en el que se intercalan una serie de cultismos y latinismos a la altura de los lectores leídos, y por supuesto, vamos a disfrutar de la templanza con la que este poeta sabe arrastrarnos.

El origen de todo es ahora una sucesión de imágenes.

Ana Rodríguez Callealta.

Otros dicen:

Baile del Sol 

Paquebote



CUANDO PAULA SE CONVIRTIÓ EN PAULA

Autor: Peter Gotthardt
Ilustradora: Kirsten Raagaard
Traducción: Blanca Ortiz Ostalé
Editorial: Maeva Ediciones
Pgs.: 32
PVP: 11,90€
Paula no era Paula hasta el momento en el que vino al mundo. Antes... ¿Qué era antes Paula?
Con este texto Peter Gotthardt narra desde la concepción de Paula hasta sus actuales cuatro años. 
Un libro que conmueve y extraña por la forma sutil, pero directa, sin cursilerías, ni metáforas innecesarias. Una forma excelente de enfrentar el difícil problema de explicarle a nuestros hijos de dónde vienen los niños.
Los dibujos de la ilustradora Kirsten Raagaard acompañana magníficamente al texto. Dibujos que nos devuelven a los de los años 60-70, años en los colores se fundían con las líneas y los trazos eran suaves. Una vuelta a la inocencia de la ilustración
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Maeva Ediciones
Qué libro leo
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