Con la muerte de aquel criminal y el nombramiento de su sucesor, durante dos años poco o nada cambio, tras las primeras elecciones “democráticas” se comenzó a hablar de reconciliación, “reconciliación nacional”, de que era necesario olvidar el odio entre españoles, cubrir con un manto de olvido aquella guerra incivil. Pero las víctimas asesinadas continúan en las cunetas y en fosas comunes, mientras que sus criminales verdugos, continuaron dictando la forma de Estado y sus leyes “orgánicas”, la presunta “constitución democrática” del 78, todavía hoy nos gobiernan sus herederos, con un nuevo rey impuesto, con sus herederos ideológicos gobernando, con calles dedicadas en su honor, monumentos y actos de exaltación del terrorismo franquista por parte de miembros del partido del Gobierno, con un ministro del interior que para meditar se va donde se haya el mayor símbolo del genocidio, recortando derechos y libertades de las personas.
Cuando salimos a la calle con la bandera de la República, de la liberta y la democracia, se nos insulta e incluso se nos detiene, como ocurrió el pasado 19 de junio, con la coronación del segundo heredero del dictador, eso sí, con la complicidad rastrera de quienes insultaron con su cobardía la memoria de los miles de socialistas asesinados, esos que dicen tener el “alma republicana” y se comportan como babeantes vasallos del heredero del asesino de miles de socialistas, demócratas y republicanos. Si un ladrón roba la pertenencia a una persona, y luego, sabiéndolo todo el mundo, se la cede a un heredero… ¿Es legal ese robo, es legal que el criminal ladrón ceda esa pertenencia a un heredero, cuando pertenece legalmente a la víctima robada? Del mismo modo el actual Régimen es ilegal por ser consecuencia de una acción criminal en la que la soberanía del pueblo fue arrebatada al mismo, expropiada por un asesino y cedida a un heredero que a su vez la ha cedido a otro, en contra de la voluntad legal de sus legítimos herederos, el pueblo español.
Quienes salimos a la calle no somos “guerracivilistas”, ni añoramos el pasado, ni tampoco somos nazis, como dicen los fascistas que nos gobiernan, simplemente somos personas que piensan que deben luchar por su presente y el futuro de sus hijos, por la propiedad arrebatada, por su soberanía, que pensamos y deseamos que nuestro país debe ser una auténtica democracia y no una farsa pseudo democrática, que solo tiene de democrática la apariencia y últimamente, ni siquiera.
No, el 18 de julio no es una fecha para olvidar, sino para recordar que debemos recuperar lo que criminalmente nos fue arrebatado, no por las miles de víctimas asesinadas que todavía yacen olvidas en fosas comunes, que también, no por nosotros que se nos está machacando criminalmente, sino por el futuro de nuestros hijos y por patriotismo, sí, por patriotismo, pero no el patriotismo de trapo de los herederos ideológicos de la dictadura con cuentas en paraísos fiscales, sino el patriotismo del pueblo que quiere ser libre.
Hoy más que nunca:
¡Viva la República!