Tropas alemanas en la Grand Place de Bruselas, 1914
La guerra 1914-1918 es un tema que me obsesiona: Fue una ruptura total con el mundo anterior, donde sí, había muertos, desastres, batallas, heridos, etc, pero el mundo nunca había conocido una guerra de estas dimensiones. Yo creo que los nuevos adelantos técnicos dedicados a exterminar personas pillaron a los propios protagonistas desprevenidos. Gases venenosos, tanques, explosivos de una capacidad desconocida hasta entonces, todo ello envuelto en barro, ratas, lluvia, muerte. Millones de muertos para nada.
Cierto que llego con un año de retraso al recuerdo de esta guerra que redefinió Europa y sentó las bases de nuevas catástrofes, como su continuación en 1939-1945. Pero, bueno, he decidido que no iba a pasar ni un mes más sin dedicarle una entrada al tema, que nos afecta de manera especial a los que vivimos en uno de los países víctimas del desastre, así es que aquí estoy, ¡Oh amigos!
Para empezar, os recomiendo una obra de Max Gallo, donde describe y analiza las causas que llevaron a la guerra:
Como francés, Gallo intenta analizar sobre todo las motivaciones de Francia para lanzarse a una aventura así. Hay que entender que en la guerra franco-prusiana de 1870, Francia había perdido Alsacia y parte de la Lorena. Ya os hablaré después de eso. El hecho es que, sin que nadie sepa por qué, los franceses estaban convencidos de que iban a aplastar a Alemania en pocos meses, casi, casi días. El juego de alianzas cambiantes que había tenido lugar a lo largo del Siglo XIX, había hecho de Rusia la aliada principal de Francia y, por eso los franceses estaban convencidos que en plan tenaza, unos por un lado y los otros por el otro, no podían ser derrotados.
El káiser y sus generales decidieron golpear los primeros, e invadieron Bélgica, para abrir boca, Las tropas alemanas, que entraron casi sin resistencia, se dedicaron a fusilar civiles belgas, acusándolos de ser francotiradores, como se ve en este cromo, producido por la propaganda alemana:
El hecho fué que franceses e ingleses consiguieron parar a los alemanes ya dentro de la frontera francesa. Entonces empezó una guerra de trincheras que duró cuantro años. Terrible guerra donde los avances o retrocesos se medían por metros y por un número terrible de muertos. El pintor inglés CRW Nevinson lo expresó en este cuadro tremendo (que, de hecho, estuvo prohibido en Inglaterra durante cierto tiempo)
Paths of Glory de CRW Nevinson
Con el mismo nombre, "Paths of Glory", Stanley Kubrick dirigió una película impresionante en 1957. Los generales franceses, para conseguir un ascenso o una medalla, eran capaces de mandar a sus tropas a la muerte, o al pelotón de fusilamiento si se resistían:
Con un tema similar, el premio Goncourt del año pasado, publicó un libro impresionante:
No os lo perdáis, amigos. Vale la pena. Yo lo he leído en francés, pero está traducido al castellano como "Nos vemos allá arriba". Aparte de los sucesos que cuenta Lemaitre sobre la guerra, narra un fraude llevado a cabo en los cementerios militares de los años veinte. El fraude es cierto, aunque los protagonistas fueran diferentes.
Un servidor de todos vosotros-ustedes, amigos, estuvo hace ya años en el cementerio militar de Verdún. (La foto no la hice yo, que tampoco es uno tan mayor):
Pero, lo que más me impresionó fue una leyenda que hay en el monumento que se ve en la foto, donde dice -en 1930- que esperaba que los millares de tumbas sirvieran para que nunca se volviera a repetir una tragedia igual. Toma ya, nueve años después todo volvía a empezar, pero en fin, ese es otro tema.
Como ya he dicho antes, una de las razones que empujaron a Francia a la guerra, fue recuperar Alsacia, que había sido cedida a Alemania en 1870.
Hoy en día, Alsacia se pone como ejemplo de región europea. Es francesa porque se sienten franceses, pero de hecho hablan un dialecto del alemán. Un servidor, queridos amigos, ha ido muchas veces a su capital, Estrasburgo, tanto por motivos de trabajo, como de placer. Es una ciudad extremadamente agradable. De nuevo, en la vieja foto de hace veinte años, puede verse un turista que se ha metido por medio robando cámara. Son terribles, los turistas:
Pero en fin, como homenaje y recordatorio de los años terribles, he decidico cocinar una chucrut (rayos, no sé si la palabra española lleva acento o no. Hay quien la escribe "chucrút", pero, en fin, una Choucroute o, en alemán Sauerkraut).
Para empezar, yo me procuré una bolsa de chucrut precocida, con sus bayas de enebro (fundamentales), unas chuletas Kassler, unas salchichas polacas ahumadas y un par de salchichas de Frankfurt, amén de una botella de Riesling blanco:
Lo primero es pochar una cebolla bien picada (creo que eso se dice en "brunoise" ¿o no?) en una cacerola de fundición:
Añadí la chucrut y un vaso de Riesling:
La tuve cociendo como una hora con la cacerola tapada
Al cabo de una hora, añadí la chuleta y la salchicha polaca. Tras otra media hora, añadí la salchicha de Frankfurt. Otros veinte minutos, y hete aquí como queda el platillo:
Para beber, lo que quede del Riesling, por supuesto. Un poco de Mostaza, y Bon appetit! Guten appetite!