1967, EL AÑO DE LA SICODELIA EN EL ROCK.
La Sicodelia no era sólo música, era un movimiento contracultural que abarcaba todas las manifestaciones del arte, de la moral, de la sexualidad, la religiosidad, la visión integral del mundo y la vida, muchas de las otras manifestaciones se perdieron, pero la música que era grabable en la época de los Larga Duración y el mercado expansible que existía, dejaron muchos invaluables testimonios históricos y culturales que los melómanos y coleccionistas convirtieron en joyas codiciadas.
El año sicodélico por autonomasia fue 1967, con la gran cantidad de bandas inmersas en la sicodelia y el Movimiento Hippie, la Meca de ambos San Francisco y el "Verano del Amor", momento cumbre del hippismo y las distintas vertientes de la música asociada a ellos: "Psichedelic Rock", "Sonido Costa Oeste" y "Acid Rock".
Iniciamos una revisión de ese año, hace cincuenta, desde la música sicodélica, renombrando a los muy conocidos y a otros que no lo son tanto pero que tienen su lugar en esa historia, lo que prueban con su vigencia y reediciones actuales.
Sus creadores eran los miembros de una banda norteamericana de la costa este, en el lado opuesto de donde se estaba produciendo la revolución ácida del rock y el sonido San Francisco, también para ellos este era su disco debut y es una maravilla porque tiene la característica de ser prácticamente un disco de covers, una verdadera cátedra de como transformar canciones de otros en obras maestras propias, incluye dos de los Beatles, la anodina "Ticket to Ride", convertida en pieza mayor y la grandiosa Eleanor Rigby, resaltada.
De manera que el disco debut de los neoyorquinos Vanilla Fudge, es una pieza de colección, para los amantes de la sicodelia, roqueros de corazón, nostálgicos y melómanos en general.