Viajamos al año 1982 para revisar el disco “Combat Rock”, con el que The Clash se convertirían en un grupo de éxito internacional y banda capaz de llenar grandes recintos para sus conciertos. Previamente Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Topper Headon habían sellado el mastodóntico “Sandinista!” de 1980. Un lp doble (triple vinilo), que dejó fríos a los fans más añejos de la banda. Muchos no vieron con buenos ojos ese medio giro al funk en una de las canciones que promocionaron dicha obra, como fue “The magnificent seven”.
Es evidente que un disco con 36 canciones tiene espacio para momentos anodinos, pero igualmente también para joyas como “Police on my back”, “Lose this skin”, “The equaliser” o “Up in heaven (not only here)” o algún himno como “The call up”. El siguiente disco se reduciría a un único vinilo de 12 canciones, titulado “Rock De Combate”, que efectivamente vendría a definir perfectamente el giro al rock desde el punk que habían experimentado los Clash.
“Combat Rock” es importante, además de por su enorme éxito, porque durante la grabación/promoción del mismo se empezó a resquebrajar de forma definitiva la banda. Primeramente tuvieron lugar las tensiones por parte del líder, cantante y guitarrista Joe Strummer con el batería Topper Headon y más tarde con el segundo de a bordo, el guitarrista Mick Jones. Todo esto cuando el grupo vivía sus momentos más álgidos. Luego hablaremos de ello, ahora pasemos a revisar la música de la obra.
Mucha gente aprecia o valora únicamente los discos más directos y acelerados de The Clash, los que suponen verdaderos íconos del punk, que se concretan en sus 3 primeras obras (principalmente las 2 primeras “The Clash” y “Give' Em Enough Rope”). Sin embargo, a pesar de que a “Combat Rock” se le acuse de flojito y de alejado del punk, el inicio de la obra puede darnos lugar a extraños, ya que abre con un escupitajo punk y una proclama de derechos, concretado en “Know your rights”. Strummer canta con su voz rota, en un alarido quejumbroso y con un sonido bastante rugoso de guitarras. A ratos el sonido de la guitarra es forajido, aunque destacan los acordes en plan latigazo del inicio. En todo caso, es un acierto y una forma intensa de comenzar con la obra. Luego, sin embargo se pasa a una canción menos directa, titulada “Car jamming”, con un enfoque algo contrariado, al disponer de unos coros juveniles escudando a Strummer. Los verdaderos clásicos del disco vienen seguidos en el 3er. y 4º lugar del track list. Primeramente Mick Jones se hace cargo del micrófono para afrontar la chulesca y macarra interpretación de “Should I stay or shoud I go”. Un punk rock con una melodía muy aguerrida y marcada, que termina con unos coros gamberros, que rompen la solemnidad de los primeros compases. El clip, vino a demostrar el poder de los Clash en su directo en estadios. Mi favorita del disco es “Rock the casbah”. Curiosamente el principal compositor de la misma es Topper Headon, que por aquellos tiempos tenía un pie y medio fuera de The Clash, por sus problemas con las drogas, los cuales por lo visto aumentaron al recibir la patada en el culo por parte de Strummer. Esa melodía de tintineo de los teclados y la voz resacosa y ebria de Joe, crean una animada canción, con un ritmo muy contagioso. El clip, con los Clash tocando en el pie de un pozo petrolífero, y con Strummer con una actitud de borracho extremo, soportando la solanera que les está cayendo encima (supongo que se grabaría a las 13.00h o así), es hilarante. Joe Strummer muestra algunos gestos arrodillándose como si estuviera a punto de perder el conocimiento tras haber ingerido una cantidad exagerada de alcohol. Las imágenes del palestino e israelita yéndose de farra con el cadillac descapotable, echan más leña al fuego para terminar de conformar un videoclip sumamente iconoclasta y delirante; se ve que por aquellos días estaban de moda los clips grabados a las horas centrales del día y con unas imágenes de locura total (vean sino el video de “Down under” de Men At Work). “Red angel dragnet” es una pieza curiosa, ya que dispone de una línea rítmica bastante atípica y una parte vocal cercana al discurso más que a otra cosa. El siguiente paso que damos, nos pone frente a “Straight to hell”. Es el sencillo más lento y pausado de la historia de The Clash. Decadencia y abatimiento para una canción que proclama la sentencia que Strummer atisba para su persona: “derechito al infierno”. Dispone de un sonido algo hipnótico y de trance bastante curioso.
“Combat Rock” fue un brutal éxito comercial para The Clash. Les situó en las primeras posiciones de las bandas de rock con mayor aceptación y repercusión a nivel internacional y les permitió realizar una gira arrolladora de presentación, que se desarrolló en los tiempos más convulsos internamente hablando de la banda. Tampoco es que los Clash hubieran hecho gala de un comportamiento educado y protocolario entre ellos a lo largo de su trayectoria; en una entrevista realizada en un suplemento dominical al promotor Gay Mercader, éste aseguraba que cuando los llevó a San Sebastián a finales de los 70, se liaban a mamporros en los camerinos, resultando incluso Mick Jones con un ojo morado.
Entonces, ¿qué había de nuevo? Me refiero a que en aquellos días, Joe Strummer estaba fuera de control y no aguantaba ni a su propia sombra. Cierto es que el batería Topper Headon se estaba pasando de la raya con su actitud, pero el caso es que el líder de la banda no tuvo suficiente con el despido de Headon, y posteriormente se encargaría de su mano derecha Mick Jones. Parece ser que el único que quedaba algo indemne era el bajista Paul Simonon.
Con ello, el último disco, el actualmente desapercibido para la historia de la música “Cut The Crap” de 1985, dispuso únicamente de la formación clásica de Strummer y Simonon. Aún así, dicho trabajo dispone de alguna canción válida como las que abren y cierran el álbum, “Dictator” y “Life is wild” respectivamente. Y ahí terminarían los Clash. Strummer estaría vagando sin rumbo durante un buen período de tiempo hasta que formara Los Mescaleros y también se metiera en el mundillo de la radio.
Finalizando por esta semana, decir, que a pesar de todos los punkis que arremetan contra “Combat Rock” con fuerza, por suponer la confirmación de que The Clash se habían vuelto demasiado inofensivos, no podemos negar que de esta forma este cuarteto hizo más accesible este género que surgió a finales de los 70. Ya tuvieron que sufrir críticas por parte de compañeros de tendencia como los Ramones, que cuando hicieron gira con ellos, les acusaban de ser unos señoritos; quizás el origen de clase medio-alta de Strummer estaba de forma inconsciente en su proceder, a pesar de haber vivido como hippie, okupa o indigente durante los meses previos a formar The Clash.
En todo caso, “Combat Rock” tiene en sus filas ni más ni menos que a “Should I stay or should I go” y a “Rock the casbah”; simplemente por eso se merece un respeto. En la portada del disco, se veía a los componentes del grupo puestos de cuclillas en las vías de tren de un paraje que recuerda a cualquier país de la península de Indochina. Formando cual equipo de fútbol sala, Strummer, que es el que está más atrasado en la imagen, sale con la mano tapando la mitad de su cara, con una expresión que una vez más me hace dudar del estado sobrio de su persona.
Hace unos años que Joe Strummer nos dejó. Por ello, ahora que están tan de moda las reunificaciones, es imposible que The Clash se reúnan al completo. Simonon ha colaborado con Damon Albarn en uno de sus innumerables proyectos al margen de Blur, The Good, The Bad And The Queen. De Topper y de Mick no sé mucho, la verdad; ¿algún seguidor del blog podría completar algo al respecto en su comentario?
Strummer es un personaje con un tremendo carisma dentro del mundo de la música. Adorado por muchos, dicho hecho se puso de manifiesto en el estupendo documental “Joe Strummer: Vida Y Muerte De Un Cantante”, del director cinematográfico del punk Julien Temple (autor como sabrán de “The Filth & The Fury” de los Sex Pistols). En dicho documental, gente como Flea de los Red Hot Chili Peppers o Bono de U2, profesaban su admiración por los Clash y Strummer. Incluso al margen de esto, Wet Wet Wet comenzaron su carrera versionando a The Clash. Joe Strummer, era un borracho (siento tener tan presente el video de “Rock the casbah” al recordar su figura). Eso sí, un borracho de buen corazón.
Como siempre para finalizar por esta semana, hablemos de la radio. Varias cosas. La 1ª y más importante: el pasado miércoles funcionó al fin la emisión on-line de la RUAH y se nos pudo escuchar en directo a las 22.00h. Para quien no pudo estar ahí y desee escuchar el programa, lo tiene disponible en el reproductor ivoox como “DMR 1-5”. Más cosas: ahora, como habrán visto en la promoción de la radio arriba, tendremos redifusión los sábados a las 19.00h; en esa ocasión se podrá volver a escuchar lo que se emitió el miércoles. Y lo último es que debido a que en las primeras 4 semanas falló la emisión en web, desde este próximo miércoles 23 se volverá a empezar la 1ª temporada, con lo que no habrá novedad de audio hasta pasadas 6 semanas; podrán escuchar nuevamente los 5 primeros programas en orden y el (hagamos cuentas) 27 de enero ya será cuando puedan escuchar el siguiente programa nuevo. Pues nada más, que no es poco. Pasen buena semana.