De paso así regresamos a U2, que ya aparecieron por nuestro blog hace varios meses. En consecuencia, adivinarán que la elección de esta semana es el disco al que pertenece el tema mencionado en el anterior párrafo, es decir, el lp “War” del año 1983. Cambiamos por tanto radicalmente de etapa respecto a la época de la banda que analizamos en su primera visita al blog de la mano de “Zooropa”; con aquel disco de la 1ª mitad de los 90, U2 ya era un fenómeno de masas, quizás el grupo musical más grande en activo a nivel mundial, y atravesaban su etapa más experimental, que en su momento fue la peor valorada (por fortuna, el paso del tiempo ha ido dejando de lado esas injustas críticas negativas).
Allá por 1983, U2 editaba su 3er. disco de estudio tras sus prometedores 2 primeros trabajos “Boy” y “October”. Su 2ª obra supuso un estancamiento respecto al puntero “Boy”, que se escudaba férreamente en canciones como “I will follow” o “Out of control”. “October”, aparte de “Gloria”, no caló demasiado hondo a nivel internacional; hecho que se puede comprobar que en el recopilatorio de U2 “The Best of 1980-1990”, solamente se incluye la canción título y además como pieza oculta anexada a la final “All I want is you”, pasados unos segundos de silencio.
En estos tiempos, U2 no pasaba de ser una de las bandas con más nombre dentro de la hornada de la new wave, de la cual no había aún despuntado una más que otra, sino que había una primera línea con un puñado de formaciones con unos buenos lps de inicio. “War” tendrá su importancia en que U2 politizaría su mensaje, con la consecuente repercusión que ello tuvo y su subida de escalón necesaria para posicionarse buenamente de cara al asalto final que protagonizarían unos años más tarde.
Lo de la politización del mensaje de las canciones de U2, para darle un contenido importante a su música, viene explícitamente reflejado en la primera pista de “War”. No hay una forma más contundente de iniciar un disco que de la mano de “Sunday bloody sunday”. La canción describe la desolación, rabia y desesperanza que provoca la ocurrencia de un atentado terrorista. U2 lanzaba de esta forma su mensaje pacifista introduciéndose de lleno en la cuestión del Ira, que tanto preocupaba por aquellos días a su país de origen Irlanda. El ritmo militar de la base rítmica y la tremenda línea de guitarra creada por The Edge, permiten a Bono lanzar igualmente de forma muy intensa su proclama; “¿cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo tendré que cantar esta canción?” se pregunta Bono una y otra vez a lo largo del tema. Llama la atención que la canción no disponga de videoclip propio grabado expresamente (o eso creo). Sin embargo, para compensar y de paso ayudar a crear una imagen mítica y legendaria, está aceptado por la gente que la canción disponga como videoclip su fragmento del inigualable concierto en el cañón del Colorado “Under A Blood Red Sky: Live At Red Rocks”, con esas rotundas columnas coronadas por hogueras ardiendo a más no poder y Bono desfilando por el escenario en tan incomparable marco. Con esta canción, U2 empezaban a tomar la delantera de forma definitiva dentro del grupo de bandas de la new wave junto a las que surgieron. Todo nos parecerá poco tras este comienzo tan arrollador, sin embargo “Seconds” mantiene el tipo correctamente en el 2º lugar del track list del lp. El ritmo sin complicaciones, dentro del rasgueo de guitarra de la melodía principal, es de fácil gancho. Nos vale igualmente para no perder de vista el sonido de la banda que habían construido en sus 2 anteriores discos de estudio. En el 3er. lugar dentro del orden de las canciones de “War”, se dispone el otro clásico de la obra. “New year’s day” es una canción que destaca principalmente por esas notas de teclado y la fuerza de la guitarra de The Edge, con sus distintos riffs y partes, a cual mejor. Los primeros alaridos de Bono y el conciso, pero inigualable estribillo, dan forma a una de mis canciones favoritas de U2 de todos los tiempos. De hecho, dicho estribillo, tiene 2 variantes, una que dice aquello de “estaré contigo de nuevo” y la más intensa (o eso creo yo) cuando dice “comenzaré de nuevo”, con un Bono mano en pecho en el frío (e igualmente mítico) clip grabado en un bosque nevado de Suecia. Este videoclip, también es digno de comentar o reseñar, puesto que además de ser el único momento reseñable grabado para promocionar “War”, es uno de los favoritos de los seguidores de U2 de todos los tiempos. Esa localización tan extrema, con esos atuendos de soldados abrigados, con la bandera blanca (símbolo clave del disco y de la gira promocional) clavada en la nieve y esas caras tan sufridas (por la adversa climatología) de los componentes del grupo, dan lugar a uno de los mejores y más sencillos videos de la primera mitad de los 80. Como anécdota, en una entrevista The Edge comentaba que en su día se quejaron a la casa de discos, reclamando lugares más exóticos y amables, como los que visitaban Duran Duran en Sri Lanka; no obstante, al final de su discurso, admitía que este video conforma una de las imágenes más añejas y entrañables de la historia de este fenómeno musical masivo llamado U2. En lo lírico, la canción es una perfecta descripción de lo que es el día de año nuevo “todo está tranquilo en el día de Año Nuevo”, y a su vez una enumeración de los propósitos más ambiciosos y profundos que uno de puede hacer en ese día. Para terminar de hablar de “New year's day”, no hay que olvidar que una frase de esta canción daría el título al siguiente disco en directo del grupo. Lanzadas muy pronto las 2 balas con más pólvora de “War”, lo que queda no piensen que es baladí. “Like a song…” empieza con una batería amenazante a cargo de Larry Mullen Jr. y al poco tiempo entra Bono junto a la rockera guitarra de The Edge. Aquí Bono se muestra más contundente que nunca en todo el disco. En definitiva, es quizás la canción más acelerada y rotunda del disco. Intensidad desbordada y una gloria de rock en definitiva. Tras esta rotundidad, se da paso a la canción más curiosa de la obra. “Drowning man” es una canción con un sonido medio western, que si hacen un esfuerzo se la pueden imaginar como canción perfecta de apertura para cualquier película del género. Sonido subterráneo, forajido y Bono realizando distintas modulaciones de su voz, yendo del tono más grave a los registros más agudos que mostraba por entonces, antes de que conociera los falsetes.
La edición de este trabajo y el anexo inestimable del disco y video en directo “Under A Blood Red Sky” de unos meses más tarde, permitieron a U2, como ya he mencionado antes, posicionarse de cara a conseguir ser una de las bandas con más éxito a nivel mundial. “New year’s day” y sobre todo “Sunday bloody sunday”, suponen clásicos innegables del repertorio de la banda y normalmente suelen estar incluidas en los repertorios de sus conciertos hasta la actualidad.
La portada evidencia una muestra del carácter sonoro del disco, es decir, un punto más de “mala leche” y rabia en las canciones, adoptando un enfoque menos alegre derivado de la new wave. Digo esto porque como muchos sabrán, la portada del disco de debut “Boy” de 1980, también tenía como protagonista de la portada la foto de un niño desnudo de medio torso para arriba, pero con una expresión relajada en su rostro. En esta ocasión, la cara del niño refleja un mayor cabreo, siendo este un matiz importante a tener en cuenta. No deja de resultar igualmente contundente el título del disco “guerra” y que las letras del nombre de la banda y del álbum estén en rojo intenso igualmente en la portada.
Los siguientes pasos lógicos de U2 para que alcanzasen el estatus de megaestrellas del rock, fue continuar con la vena política en su siguiente trabajo (con claras referencias en homenaje al personaje de Martin Luther King), aunque dulcificando un poco el carácter global del disco, dejando de lado la excesiva contundencia de “War”. Con esto “The Unforgettable Fire” (qué título tan precioso para un disco), se convirtió en otro álbum mítico por distintos motivos que algún día analizaremos a fondo en este humilde blog.
Tras haber demostrado que era una banda capaz de tener mensaje, llegaba el turno de demostrar que son capaces de hacer canciones globales, de esas que gustan a casi todo el mundo (y al que no le gusta es porque las ha cogido manía de tanto escucharlas). Por ello, “The Joshua Tree”, con la inmortal balada “With or without you”, consagraría definitivamente a U2. Sigo preguntándome qué hubiera sido del estatus de U2 si The Smiths no se hubieran separado a comienzos de 1987 y le hubieran dando un enfoque algo más comercial a su obra…
Resumiendo y finalizando, “War” es la obra más rockera y acelerada de U2 de toda su discografía. Igualmente les sirvió para diferenciarse claramente del pack de grupos con los que habían salido a la palestra y empezarían a forjar su leyenda con míticas actuaciones en directo. La duración de la obra no es muy larga y debido al ritmo de las canciones, cuando quieres darte cuenta estás escuchando los últimos “¿cuánto tiempo?” de la canción de cierre “40”.
Por entregas como esta, U2 se puede permitir el lujo de seguir en activo con la cabeza bien alta, más allá de que sigan llamando la atención por sus arrolladoras giras, con escenarios cada vez más imposibles y lanzando obras con mayor o menor acierto, que incluyan algún momento de sonrojo; por ello eso de decirles que a estas alturas qué bien nos vendría algún “The refugee” en los discos actuales de U2 de vez en cuando. Les dejo en compañía de Bono, The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton. La próxima semana más.