1984 Ultravox - Lament

Publicado el 22 mayo 2010 por Abacab @DMRblog
Refería la pasada semana que volveríamos a revisar discos y bandas surgidas en la nueva ola ochentera. Lo prometido es deuda, y para comenzar un devenir intermitente durante las próximas semanas (alternado con revisiones de artistas que están por visitar el blog), creo que ya era hora de retomar a los Ultravox liderados por Midge Ure.
Fue hace ya mucho tiempo cuando revisamos el último disco que editaron como grupo. Estimé empezar con “U-Vox” de 1986 en aquel agosto de 2008, un disco quizás no muy exitoso, pero que creo que es una obra muy válida y como prueba de ello hasta le dedicamos uno de los programas que forman parte de nuestra primera temporada en las ondas en Radio Universitaria de Alcalá de Henares.
Se da el caso de que en aquellos días en los que les revisé “U-Vox”, Ultravox formaban parte del pasado, pero a día de hoy, la banda está en activo, reunida para un tour durante 2009 y 2010. Esta nueva gira, con los componentes un tanto mayorcitos, me hizo recuperar la fe en ver al grupo en directo en nuestro país. Por desgracia, eso no ha ocurrido hasta la fecha y empiezo a perder las esperanzas que en el momento en que me enteré de la reunión surgieron con tanta fuerza en mi interior.
La trayectoria de Ultravox en lo que a la etapa liderada por Midge Ure se refiere, tiene 2 cotas muy elevadas de éxito que destacan sobre cualquiera de los otros momentos, lanzamientos o singles de actualidad de la ocasión. El primero fue justo al reconstruirse como formación de la mano de la gloriosa “Vienna”, que llegó al nº 2 en las listas, y para la cual hay un grupo en facebook en el que se apoya que el single consiga en alguna reedición el nº1 del que se vio privado en su día.
El otro momento de gran gloria de los Ultravox compuestos por Midge Ure como vocalista y guitarra, Chris Cross al bajo, Billie Currie a los teclados y Warren Cann a la batería, corresponde al disco que vamos a revisar. “Lament” editado en 1984 será recordado por el lp que vino a incluir la popular y emotiva “Dancing with tears in my eyes”. Esta canción, su video, su historia y todo lo que la rodea (como eventos en los meses posteriores a su lanzamiento, tales como el accidente nuclear de Chernobil), la convierten en un inmortal del pop de los años 80 y un orgullo para Ultravox. No obstante, “Lament” no solo se nutre de esta canción; ahora lo verán.
Antes del lanzamiento de este disco, el grupo venía de promocionar su 3er. disco de la era Ure, aquel “Quartet”, tan correctamente producido por el que fuera productor de The Beatles, George Martin, y que también nos regaló joyas tales como “Hymn” o “We came to dance”, amén de joyas ocultas como “The Song (we go)”. Tras el oscuro “Rage In Eden”, supuso un repunte de popularidad de Ultravox, gracias a temas más accesibles como los citados y también el impagable “Reap the wild wind”.
El 4º disco post-John Foxx de Ultravox comienza con una fuerza descomunal. Les hablaré de la edición simple en cd. Hay varias ediciones con bonus tracks y algunas alteran el orden del set list principal. Yo les describo la edición que en su 1ª mitad o cara “a” mete de golpe “White China”, “One small day”, “Dancing with tears in my eyes” y “Lament”. Un disco que comienza con este cuarteto tan brutal ya se garantiza un notable en la calificación global, por muy malo que sea lo que acontezca en los 4 restantes cortes.
“White China” destaca por la rotunda base de sintetizador algo hipnótica y por la alternancia de Midge en lo que a su modulación vocal se refiere. Midge Ure nos ofrece en esta canción una parte más prosaica de la letra entonada por su registro más grave, para que en el estribillo reconozcamos a la perfección su más habitual tono vocal agudo y mucho más alto. Es una de las desconocidas de la obra, de la que se recuerdan precisamente los 3 singles extraídos que se dispondrán seguidos a continuación y en su orden cronológico, pero por otro lado se trata de una de esas joyas ocultas que suelo destacar. Por esto, tendrán que prestar atención especial a la misma; de hecho en el programa de nuestra primera temporada en RUAH que dedicamos al posterior “U-Vox”, les introduje en el disco con el previo de “White China”, como representación de lo hecho anteriormente por el grupo. Pero lo dicho, no se baja el listón, de hecho se sube con una canción que demuestra que Ultravox no solo eran sintetizadores. Y en efecto, de esta misma forma Midge Ure reivindica a “One small day” como una pieza guitarrera y llena de fuerza. Así es, una canción enérgica y que transmite un vitalista mensaje en su letra con una mirada de optimismo en frases como “Un día corto, en el que no tenga que morir miles de veces, donde pueda satisfacer esta vida mía. Un día donde cada hora podría ser una diversión para mi y viva una vida de la forma que se debe vivir, un día corto”. Durante mucho tiempo, y especialmente en enero de 2003 se convirtió en mi canción de cabecera; me recuerdo en aquellos días visionando una y otra vez el video en el dvd recopilatorio de la banda “The Collection” para escuchar la canción. Un clip rodado en condiciones climatológicas que destilan un frío y viento brutal, en mitad de una estepa escocesa, con el grupo tocando en un paisaje con restos de nieve, integrados dentro de una estructura parecida a la del crónlech de Stonehenge; dicha estructura de hecho rompe el tono grisáceo y negro de la portada, con una foto lateral de la misma. “One small day” destila un enfoque épico, visto claramente en el fade out final de la canción y al que contribuyen inestimablemente los teclados de Billie Currie, de sonido muy hinchado y fantasioso. En el 3er. paso se presenta el gran clásico que guarda “Lament”. “Dancing with tears in my eyes”, como he citado al comienzo, es el motor que movió el éxito y aceptación de “Lament” tras su edición como 2º single de la obra. La letra, que describe las sensaciones que se puedan experimentar ante una catástrofe que deriven en una especie de fin de la humanidad, de la que no se tiene escapatoria (en esta ocasión, una catástrofe nuclear), y el permanecer unido a la persona que quieres, para bailar con lágrimas en los ojos mientras que se acerca el final, pone los pelos de punta. Una emotividad muy fuerte, apoyada en una melodía nuevamente con un protagonismo bastante fuerte de las guitarras y con un Midge en un registro muy elevado sobre todo en la parte del estribillo. Un tema triste, que sin embargo y contra todo pronóstico llegó a ser muy popular a pesar de la cierta angustia y tristeza que puede llegar a aportar si nos metemos dentro de la canción. Lo que hay que decir es que la fuerza arrolladora de la canción, que empieza directamente por el estribillo, tuvo gran parte de culpa de su buena acogida por parte del público. También hubo un video, protagonizado básicamente por Midge, en el que también salían como empleados de la supuesta central nuclear los otros 3 componentes de la banda. Midge recrea perfectamente lo expuesto en la letra. El metraje final, con una especie de video casero en super8, con imágenes de la familia de Midge en el video, y el ver como se funde o vela el negativo al final del video, te deja contra el sofá si realmente te has metido en la historia y todo lo que describe. Sea como fuere, este grandioso tema es el considerado junto a “Vienna” como el legado más importante en forma de canción de Ultravox de toda su historia. Gran parte de la popularidad que gozó, se vio magnificada al tocarla el grupo en directo en el mítico Live Aid de 1985 en el estadio antiguo de Wembley. Tras tanta emotividad conferida por el 1er. y 2º single de la obra, se nos dispone ahora un hueco de calma y nocturnidad de la mano de la íntima y grandiosa “Lament”. Con un carácter mucho menos recargado y unas melodías y sonidos de teclado más sencillos, se nos presenta una lánguida canción en la que destaca ese “Lament” pronunciado por Midge de forma tan grave. Destaco como anécdota graciosa el video promocional que se grabó, en el que los miembros del grupo se iban de excursión por los bosques de Escocia, yéndose todos al final cada uno por su lado (¿sería una especie de mensaje en clave?) con una conquista amorosa realizada, para terminar todos juntos en una fiesta tradicional escocesa entre acordeones y bailes.Se afronta la 2ª parte de la obra con una sensación inmejorable que puede hacernos ver el camino hasta el final de la obra con ojos menos amables. A las 4 canciones restantes hay que concederles más tiempo, pero igualmente son acertadas. Para prueba de ello, “Man of two worlds” tiene como peculiaridad el apoyo vocal femenino del que dispone Midge en algunas partes. La estructura es algo más atípica, sobre todo debido a no tener un estribillo muy marcado y que está conferido a esa voz femenina. De hecho, esta ayuda vocal aparecerá nuevamente en el disco, destacando los coros en la canción final de la obra. “Man of two worlds” es uno de los momentos en los que más destaca la línea de bajo de Cross, pero en la que principalmente sobresalen a mi juicio esos teclados que acompañan a la voz femenina en los momentos que aparece. Es por otro lado la canción que tiene un carácter más oscuro del disco. “Heart of the country” quizás sea el rival más débil de “Lament”. No termina de romper y tiene su principal mal en el carácter algo redundante de su letra, que hace que la parte final nos resulte algo monótona. Se puede escuchar, no hace falta que pasen a la siguiente pista, pero no destaca por nada especial. El caso es que la melodía instrumental no es del todo mala, sobre todo en los primeros pasos de la canción, incluyendo algún elemento de percusión metálica industrial que nos puede recordar vagamente al “Some Great Reward” contemporáneo de Depeche Mode, evidente en temas como el gran “People are people”. “When the time comes” es un corte de sonido y textura misteriosa, con aspectos instrumentales bastante solemnes individualmente, sobre todo en la primera mitad de la pieza, puesto que hasta mediada la canción, no termina de entrar la base rítmica de la misma. Una canción algo rotunda y que en alguna parte instrumental (allá por los 3 minutos de duración), me evoca a ciertos sonidos del antológico “Rage In Eden”. Llegamos al final. “A friend I call desire” es como la vuelta de tuerca a “One small day”. Estamos frente a otro tema fuertemente guitarrero en ciertos momentos, desarrollada sobre una rotunda base de batería, bajo y sintetizador, con una melodía menos emotiva y más contundente que la que nos encontramos en la pista nº 2 de la obra. Como mencioné atrás, aquí destaca nuevamente el componente femenino vocal que complementa la canción.
“Lament” cosechó bastante éxito en su día. “Dancing with tears in my eyes”, repito por última vez, tuvo gran parte de culpa en ello. La portada, como ya he citado en el análisis del cuerpo del disco, es prácticamente negra o gris oscura, con una foto en el lateral de la estructura megalítica en la que se grabó el clip de “One small day”.
Midge Ure, cantante y líder de la banda, en aquellos días junto a Bob Geldof se puso a organizar el evento Live Aid y el proyecto Band Aid, componiendo el “D’ they know it’s Christmas?”, consiguiendo de esta forma de paso bastante popularidad para su banda. No en balde, la actuación de Ultravox en el citado evento humanitario en Wembley es una de las más recordadas, con Midge ataviado con un abrigo largo y unas gafas de aviador.
Pasa lo mismo que muchas otras semanas. “Lament” tiene su punto triste en que desde aquí Ultravox iniciaría su camino descendente que les llevaría primero a ver cómo se quedaban en un trío tras la marcha de Warren Cann y posteriormente la desbandada general tras la mala aceptación del disco “U-Vox”. No les hablaré de este disco, pues ya tiene su artículo en el blog (remóntense los que no lo han leído allá por julio/agosto de 2008) y en su día ya lo defendí bastante, concediéndole un programa temático en Radio Universitaria de Alcalá de Henares (para quien lo quiera escuchar “DMR 1-6”).
Supongo que el hecho de que Midge comenzara su carrera en solitario en 1985 con el lanzamiento del notable “The Gift” y anotándose un nº1 como single con “If I was” (cosa que nunca consiguió Ultravox, ni siquiera con “Vienna” o “Dancing with tears in my eyes”), sumaría al proceso de fragmentación de la banda acuciado por el abandono de Cann. No obstante, los días de “Lament”, llevando la contraria al título del disco, fueron días felices para Ultravox. Recordémoslo así entonces y dejémonos de lamentos por pensar en el hecho de que Ultravox fuera una de esas bandas de techno-pop que no sobrevivieron a la 2ª mitad de los años 80.
Quizás fuera premonitorio, o no. En dicho caso lo sentiré más que nunca, pero este disco lo seleccioné para la revisión de hoy el pasado lunes. Posteriormente se jugó la final de la Copa del Rey en la que mi querido Atlético de Madrid, “lamentablemente” no se hizo con el título, aunque lo mereciera sobradamente. Por ello y en especial para los atléticos como yo, es un disco apropiado para esta semana, por “lamentarnos” de haber desaprovechado la oportunidad de celebrar otro doblete 14 años después. Espero que les ayude a llevarlo lo mejor que puedan, o quizás no. Pero bueno, las cosas han venido así esta semana: paradojas del destino.
Sobre la radio citarles que por un error en nuestro servidor interno, el sábado a las 19.00h no sonó la repetición del programa dedicado a Simple Minds y su disco “Black & White 050505”, sino el programa inédito dedicado a Thomas Dolby y su obra “The Flat Earth” que tocaba la siguiente semana. De hecho el bueno de Dolby sonó el miércoles a las 22.00h, pero para volver a escucharlo en antena en www.ruah.es lo tendrán que hacer el martes a las 05h o a las 11.00h, pues esta tarde será el grupo de Jim Kerr quien disfrute de su redifusión de sábado por la tarde, que por un fallo no disfrutaron el pasado sábado como hubiera sido lógico. No obstante, y tras este pequeño lío descrito, informarles que ya tienen disponible el DMR 1-18 correspondiente a Simple Minds y el DMR 1-19 dedicado a Dolby no tardaré mucho en subirlo. Que ustedes lo pasen bien.