1ª Jornada de la 080 Barcelona Fashion ( o crónica de una gorda cabreada)

Por Stern @nesuispasjuliet

Y con los últimos días de este enero, la ciudad condal vuelve a acoger la esperada 13ª edición de la 080 Barcelona Fashion, que llena las calles de moda y espectáculo.
Anoche, fue la marca catalana Mango la encargada de iniciar esta semana de la moda, con un desfile donde presentaba sus propuestas otoño/invierno 2014/2015, acompañado posteriormente de su tradicional fiesta cocktail, que levanta los ánimos para continuar al día siguiente con el resto de desfiles.
Y ahora que estamos entre amigos, sin tener que fingir, puedo contaros sin tener remordimientos de consciencia ni miedo a ser mordida por una moderna vestida con un popurrí de ropa de segunda mano que le ha costado más cara que siendo de primera y, prendas del  Zara de ultimísima temporada. Recuerdo cuando hace años empecé a cubrir la 080, cuando todavía no era especialmente conocida y realmente cumplía lo que vendía, ser un escaparate de ropa urbana y alternativa, de jóvenes diseñadores que presentaban colecciones frescas, interesantes, diferentes.
Y ahora... ahora, ha ido perdiendo esa esencia que caracterizaba a esta semana de la moda, para ir fusionándose con aquello que se demanda de una cosa como estas, abriendo la puerta grande a ego-bloggers que buscan mostrar lo alternativas que son, llevando las mismas botas con aberturas laterales de Zara que visten 20 más como ellas esa misma tarde, llenándose de postureo, de instagrameo, de viva la fiesta y de nos hacemos super amigos porque somos cool. Que no digo yo que en ocasiones no esté mal todo eso, que sea divertido, que la vida  son dos días y todo lo que sea disfrutar me parece un planazo, pero reconozco que echo en falta aquella esencia de la 080, dónde era más importante el trabajo, las colecciones y a la prensa no la habían relegado por bloggers que llevan un armario lleno de tendencias y poco más, mezcladas con el barrio, separando los dos mundos tan solo con una mampara de cristal, luces de neón y unos tacones de aguja.

Si nos centramos en el desfile de anoche, Mango siempre crea expectación, trae caras conocidas y se espera siempre un cierto aire sofisticado en ese desfile inicial. El escenario era poco más que precioso, en medio del renovado mercado del Born, desfilando alrededor de las ruinas de finales del siglo XVII y principios del XVIII, parte de la ciudad que fue derruida con el asedio que sufrió Barcelona en 1714 ( del cual este año se cumple el tricentenario que llenará la ciudad condal de actividades conmemorativas), iluminado en tonos azules y violetas que creaban un ambiente casi mágico.



Mucha afluencia de público, a pesar de tan solo poder entrar con invitación, pero pareciese que,como en otras ocasiones habían repartido más invitaciones que el propio aforo del lugar.
Y el desfile comenzó de la peor manera posible, bañado con el blurred lines de Robin Thicke, la presentación de la nueva línea de Mango, Violeta, encargada de las tallas grandes de la marca. Bueno, tallas grandes...aquí es cuando mi indignación creció más esa noche. Yo misma uso una talla 44, tampoco nada fuera de lo común, aunque las marcas sigan imponiendo que a partir de la 42 empiecen a ser consideradas tallas grandes; el caso es que las modelos que ayer vestían esta nueva línea, no eran para nada ( absolutamente para nada) modelos de tallas grandes, habiendo incluso algunas de las que pensé " sus dos piernas juntas, hacen una sola mía". Dicho esto, si eso es lo que nos van a seguir vendiendo como tallaje grande, mientras dan discursos moralistas sobre la importancia de quererse a uno mismo, y de la mujer real bla bla bla, debo decir señores de Mango, que la acaban de cagar y mucho - echad un vistazo a su web y comparad alguna de sus prendas de la línea normal y alguna de la nueva línea y llorad al ver la diferencia tan abismal con los precios que casi parecen decir " ¿eres gorda?, paga más"-.





 Así que anoche realmente me replantee titular este post " Gorda y cabreada" porque es como salí de allí sintiéndome, muy cabreada y muy gorda, cosa que no arreglaron la noche ni los guapos de Andrés Velencoso y Jon Kortajarena ( y Alexandra Ambrossio) ni el ambiente festivo que creó la fiesta-cocktail de Mango - "llena de gente guapa" como ellos vendían.


Creo que algún día me echarán de allí con lo crítica que siempre acabo siendo con ellos ( no sé si pedir perdón o gracias por las críticas).